Los errores al detectar las altas capacidades: "A veces se confunden con otros trastornos"

El talento específico en las altas capacidades demuestra que una persona puede sobresalir en un área concreta
Alicia M.ª García Rasero, psicóloga especializada en altas capacidades, señala que el enfoque educativo debe ser personalizado
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El pasado día 14 de marzo se reconoció, aunque no oficialmente, como Día de las Altas Capacidades. Se escogió porque también es el Día Internacional de las Matemáticas, además de por coincidir con el día del nacimiento de otras figuras históricas como Albert Einstein o Johann Strauss (padre). El objetivo de que relacione con otras fechas en el calendario es el de dar visibilidad y hacer hincapié en la importancia de hacer un buen diagnóstico de las altas capacidades.
Según el Ministerio de Educación, en España hay 46.238 alumnos con altas capacidades, aunque algunas entidades, como la Asociación Española de Superdotados y con talento para niños, adolescentes y adultos (AEST), aseguran que la cifra se queda corta. Diversos estudios señalan que muchos de los alumnos que las tienen no están diagnosticados por la falta de pruebas y porque las altas capacidades no son un concepto uniforme válido para todas las personas.
Así lo explica la AEST: "La superdotación, la inteligencia y el talento son conceptos que pueden tener diferentes significados según las culturas. Por ese motivo, no existe una definición universalmente aceptada de lo que son las altas capacidades". Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) una persona es “superdotada” cuando tiene un coeficiente intelectual superior a 130. Por ello, muchos especialistas tienen en cuenta este dato, pero no es decisivo para el diagnóstico. "El único rasgo común que comparten todas las personas de AACC es su alta velocidad de aprendizaje y curiosidad para conocer en profundidad, mediante métodos de lo más diverso, todo aquello que les motiva", explican desde la web de AEST.
Aunque existen guías internacionales, cada especialista puede tener su propio enfoque para detectar las altas capacidades
¿Cómo debería ser una buena detección de las altas capacidades?
Para que la detección de las altas capacidades sea positiva tiene que haber una evaluación multidimensional que combine diferentes pruebas y observaciones. Según Alba M.ª García Rasero, neuropsicóloga clínica y responsable del área de neuropsicología e infantojuvenil y socia fundadora de Center Psicología de Madrid, un buen diagnóstico debería incluir una entrevista inicial con los padres, profesores y el propio niño (si es el caso) para conocer su desarrollo, comportamiento y posibles indicios de altas capacidades, unas pruebas psicométricas, es decir, test de inteligencia (como el WISC-V, en niños, o el WAIS en adultos) para medir el coeficiente intelectual (CI), no siendo este el único criterio; además de una evaluación del pensamiento divergente y la creatividad, ya que algunas personas con altas capacidades destacan en la capacidad de generar ideas novedosas, y, por último, la observación del rendimiento académico y comportamiento en distintos entornos. Una vez tienen todo eso, se hace el diagnóstico que puede varias de unas semanas hasta varios meses.
"Aunque existen guías internacionales, cada especialista puede tener su propio enfoque en función del modelo teórico que siga, aunque eso sí hay distintas clasificaciones dentro de las altas capacidades", explica Alicia a la web de Informativos Telecinco. Algunas de las más utilizadas son la superdotación, cuando hay un CI elevado (generalmente superior a 130) junto con habilidades cognitivas y creativas destacadas en varias áreas, el talento simple, cuando la persona destaca en un área específica (matemática, verbal, artística, etc.), pero sin una superioridad generalizada, el talento complejo o múltiple, cuando hay altas habilidades en varias áreas, pero sin cumplir necesariamente los criterios de superdotación, y la precocidad intelectual, que son niños que muestran un desarrollo cognitivo adelantado para su edad, aunque no siempre implica tener altas capacidades a largo plazo.
Encontrar el talento específico
Las altas capacidades pueden manifestarse de diferentes formas y en distintas áreas. Los especialistas suelen evaluar el talento específico, por ejemplo, alguien con habilidades excepcionales en matemáticas pero sin destacar en otras áreas, la creatividad y la capacidad de resolución de problemas (tener una manera de pensar innovadora y original), aprender de forma rápida y autónoma, y, tener sensibilidad emocional y social con mucha más intensidad de lo normal.
Entonces, ¿puede ocurrir que una persona tenga altas capacidades solo en una determinada materia? La respuesta es sí. "Esto es lo que se conoce como talento específico. Una persona puede sobresalir en un área concreta sin que su rendimiento general sea excepcional. Por ejemplo, aquellos niños que tienen un talento matemático, que son capaces de resolver problemas avanzados desde muy pequeños, pero luego tienen habilidades verbales promedio. Y, por el contrario, aquellos que tienen talento verbal, que tienen facilidad para la escritura, la argumentación y los idiomas, pero poca destreza en otras materias. O el talento artístico o musical, que son personas con habilidades extraordinarias en dibujo, pintura o composición musical", subraya la neuropsicóloga clínica, Alba M.ª García Rasero.
Por lo tanto, el enfoque educativo debe ser personalizado. Si hablamos de ese talento matemático, se puede acelerar su aprendizaje en esa área con programas avanzados. "Por ejemplo, un estudiante con talento verbal puede beneficiarse de proyectos de escritura creativa o debates. Y, en el caso de un talento artístico, se pueden proporcionar clases especializadas y mentorías con profesionales del área", añade.
¿Qué ocurre cuando el diagnóstico no es el acertado?
Cuando el diagnóstico no llega o no es el correcto puede ocasionar diferentes problemas en el alumno, como que podría aburrirse en clase, mostrando desmotivación o incluso fracaso escolar. Por otro lado, es común, así lo señala Alba M.ª García Rasero, que haya confusión con otros trastorno. "A veces, las altas capacidades se confunden con trastornos como TDAH o TEA, lo que puede derivar en intervenciones inadecuada, y también sentir una presión innecesaria, porque si alguien es diagnosticado erróneamente con altas capacidades, puede sentir exigencias poco realistas que afecten a su bienestar emocional". Ella recomienda que si hay dudas sobre el diagnóstico, hay que hacer una reevaluación con otro especialista y considerar diferentes perspectivas que incluyan a docentes, familia y psicólogos.
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