Eva Bach, una de las mejores pedagogas de España: "El impacto de los influencers es preocupante"

Eva Bach
Eva Bach es experta en educación emocional
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Dice Eva Bach que actualmente hay un caos en el terreno de las emociones. La pedagoga, una de las más importantes de España, ha sido una de las pioneras en la introducción de la educación emocional en los ámbitos educativo y familiar. Pero, ¿qué es lo que le hace pensar que vivimos en una sociedad enferma emocionalmente? "Lo que veo que es para echarse las manos a la cabeza es que reina una gran confusión fruto del intrusismo. Por un lado, cualquiera puede hablar de emociones sin titulación ni experiencia, basta con darle al botón rojo. Y por el otro, por una industria de las emociones que mercadea con ellas, que te las vende o que manipula a través de ellas, utilizándolas en función de unos intereses determinados que no son precisamente el bienestar y la salud emocional de la ciudadanía", explica en una entrevista a Informativos Telecinco.

Plataforma Editorial publica ahora un nuevo libro de la autora que nos invita precisamente a reflexionar acerca de las emociones, de de cómo las gestionamos y cómo nos autorregulamos. En 'Disparates emocionales. ¡Basta ya!', Eva trata de detectar doce tipologías desencaminadas o malas prácticas de transmisión y educación emocional. Sobre ellas, señala que la peor es la del “modo influencer”. Así la explica: "Es la transmisión emocional propia de youtubers, instagramers, tiktokers y todo tipo de charlataners. Su impacto social y educativo es preocupante, porque en muchos casos se trata de comprimidos virtuales instantáneos, superficiales, estereotipados, carentes de criterio, rigor y matices, incluso falsos o disparatados, que impiden o suplantan la reflexión pausada, la lectura, la formación presencial y los procesos de crecimiento a lo largo de la vida".

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Para Eva Bach, ninguna angustia o depresión puede revertirse con un reel de Instagram o un Tik Tok. Sin embargo, muy a su pesar, estas cápsulas generan tal adicción que una y otra vez volvemos a ellas en busca de posibles soluciones a lo que nos ocurre.

Libro 'Disparates emocionales de Eva Bach'
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Los 12 disparates emocionales

Los otros disparates emocionales que se pueden encontrar en su libro son el "analgésico", el que adormece las emociones y desatiende lo ingrato y doloroso. Se trata, por ejemplo, de evitar hablar de todo aquello que genera dolor, la evasión o la toma de medicamentos para no escuchar lo que el cuerpo y la mente nos intenta decir. "La 'Mr. Wonderful' es la que desatiende el dolor y quiere resolverlo todo con pensamientos positivos que a menudo contravienen el sentir interno de la persona y la realidad misma, y además no resuelven nada, solo tapan o enmascaran los sentimientos reales, que luego salen por otro lado".

¿Cuáles son aquellas “educaciones emocionales” que no son sanas y que más escuchamos actualmente? En ese sentido, ella también señala el "fast food", es decir, aquel disparate que quiere soluciones rápidas y cómodas cocinadas fuera, cuando el proceso de crecimiento emocional es de cocción lenta y personalizada. También habla de "la domesticadora", que quiere inducirnos unas determinadas emociones para que nos dobleguemos a intereses ajenos o para que nos sometamos a lo establecido y no incordiemos. O de "la saltimbanqui", que restringe la educación emocional a la activación de las denominadas hormonas del bienestar y la convierte en sinónimo de saltar, cantar, bailar, moverse, reír, llorar, abrazarse y exaltarse.

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¿Cómo deberíamos autorregular nuestras emociones?

Primero de todo, hay que desterrar el pensamiento de que la tristeza o la rabia son emociones negativas, más bien, como dicen los expertos en la materia, pueden ser negativas o positivas según como las vivamos. Además, sentirlas es igualmente saludable que sentir la alegría o el amor, solo que son distintas y cada una de ellas cumple su función. No siempre vamos a poder escoger las emociones que tenemos, ¡ojalá pudiéramos conseguirlo!, pero es imposible. Por lo tanto, una vez llegan esas emociones, nuestra tarea es saber autorregularlas de la mejor manera posible. ¿Cómo podemos hacerlo? Según Eva Bach todo pasa por cuatro fases o procesos.

"El primero es conectar con ellas, darnos un espacio y un tiempo para escucharnos, escucharlas, acogerlas y legitimarlas; en segundo lugar, aprender a expresarlas adecuadamente, es decir, ser capaces de identificarlas y reconocerlas, poder nombrarlas con honestidad y humildad nos otorga un cierto poder sobre ellas; en tercer lugar, calmarlas, adquirir y desarrollar recursos para modular, aliviar, canalizar y sostener saludablemente lo que sentimos, para templar la emoción, mitigar la tensión y el dolor emocional, y serenarnos. Y, en cuarto lugar, integrarlas, lo cual implica descifrarlas, comprenderlas y elaborarlas para llegar a transformarlas o simplemente aceptarlas", subraya.

Esta última fase a menudo se olvida, solemos quedarnos en la tercera porque pensamos que el proceso termina cuando hemos calmado la emoción, cuando lo esencial es descifrar el mensaje que nos trae la emoción, qué necesidades o cuestiones vitales pide que sean miradas, atendidas y comprendidas.

¿Es posible y sano estar siempre en calma y feliz?

Es verdad que a todos nos gustaría estar siempre alegres y felices, pero la vida humana tiene su complejidad, dificultades y adversidades a las que debemos hacer frente. Estas situaciones nos ayudan a evolucionar, por ello, sorprende que muchos mensajes que podamos ver hoy en día en redes inviten precisamente a la serenidad y a la calma perpetuas, pero ¿es posible y sano? "Querer estar siempre alegres y en calma es un anhelo lícito y natural. Pero si se convierte en una exigencia y no nos permitimos no estarlo, nos lleva a esconder, desoír y desatender emociones ingratas como la tristeza, la rabia o el miedo, que tienen que ver con necesidades vitales profundas, que cumplen funciones informativas, reguladoras, motivacionales y adaptativas indispensables, y que si se reprimen por sistema pueden derivar en trastornos de salud mental como depresiones, ansiedad y otros".

Eva Bach lo que propone es que vivamos cada una de las emociones, sintiéndolas y aceptándolas. Eso sí, intentando que no nos gobiernen. "La consciencia siemprees una luz y un bálsamo que marca la diferencia entre tener una emoción o que la emoción nos tenga secuestrados. Una emoción ingrata que reconocemos y atendemos conlleva la posibilidad de transitar por ella saludablemente". Ahí está la cuestión.

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