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Los errores más comunes en la PAU, según un profesor que lleva 14 años corrigiendo exámenes

Adolescentes haciendo un examen
Adolescentes haciendo un examenPexels
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Este 2025, la PAU se estrena como el nuevo modelo de exámenes de acceso a los estudios universitarios. Junto al cambio de nombre - antes se conocía como Evau o Ebau -, el Ministerio de Educación ha aprobado también un giro en los criterios de evaluación, detallados en el Real Decreto 534/2024, de 11 de junio, publicado en el BOE. Según esta nueva ley, los ejercicios de la PAU "tendrán un diseño competencial que permitirá comprobar el grado de consecución de las competencias específicas de las materias" desde un punto de vista más práctico y maduro y menos memorístico.

Las pruebas, por tanto, requerirán del alumnado "creatividad y capacidad de pensamiento crítico, reflexión y madurez en la resolución por escrito de una serie de preguntas o tareas adecuadas a las competencias específicas evaluadas. El formato de respuesta deberá garantizar la aplicación de los criterios objetivos de corrección y calificación previamente aprobados. En consonancia, las preguntas o tareas se contextualizarán en entornos artísticos, científicos, humanísticos y tecnológicos y, preferentemente, en entornos próximos a la vida del alumnado.

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El decreto, además, hace incidencia en la necesidad de reforzar la correcta escritura de todos los estudiantes. La coherencia, la cohesión, la corrección gramatical, léxica y ortográfica de las respuestas, así como su presentación, supondrán al menos el 10% de la calificación de cada pregunta o tarea que implique la redacción de un texto. Algo que ya venía ocurriendo por norma, como aclara el profesor Victorino López Iglesias, que lleva 14 años corrigiendo los exámenes de Selectividad en Madrid, pero que ahora se unificado en todas las correcciones a nivel nacional.

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"Este año, se ha remarcado que, por faltas de ortografía, la nota final se puede bajar hasta un punto, menos en el caso de Lengua Castellana, que se puede bajar hasta dos puntos. Hasta ahora, dependía más del criterio de cada profesor, pero el decreto lo ha unificado. De la tercera falta de ortografía en adelante, se va reduciendo la nota hasta penalizar ese punto y el Gobierno ha querido incidir en este tema, para recordar a los alumnos que tienen que redactar correctamente", subraya el docente.

Pero, además de los errores en la ortografía, que él achaca a una generación que cada vez lee y escribe menos por la proliferación de las abreviaturas en las redes sociales, hay otros que se repiten con frecuencia en sus asignaturas: "Los alumnos confunden muchos reyes. Por ejemplo, en Historia confunden mucho Carlos II con Carlos III, Felipe V con Felipe VI y, aunque para ellos solo sea un número más, es un error garrafal. Es dar un brinco de 300 años. El antes de cristo y después, en Geografía cometen errores de terminología. Son fallos puntuales que se subsanan con el estudio. Y también suelen fallar bastante en discernir grandes conceptos: qué es una monarquía, que es una república… Hay alumnos que tienen esos errores conceptuales que cantan mucho", explica.

La solución, como apunta, es mejorar las técnicas de estudio para una prueba tan decisiva como ésta. Para afrontarla, da tres consejos básicos: "Hay que ir a la PAU psicológicamente bien preparado y con la confianza de que se lleva a la espalda todo un año de estudio. Hay que estudiar con un sistema de esquemas y resúmenes porque es materialmente imposible memorizar 300 hojas de historia, otras 250 de lengua, etc. Y, por último, hay que ser muy consciente de qué es lo que se quiere y de la nota de corte de la carrera que se pretende estudiar. Si la nota es alta, habrá que destacar en las asignaturas optativas. Por tanto, se debe tener una estrategia de futuro", concluye.