Educación

Adiós a las distracciones: la ciencia del "Deep Work" para estudiar y rendir al máximo en un mundo ruidoso

Es esencial para realizar tareas mentalmente exigentes
Es esencial para realizar tareas mentalmente exigentes. Freepik
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MadridLa atención se ha convertido en uno de los recursos más escasos y valiosos. Estamos acostumbrados a videos cortos y llenos de estímulos, constantes notificaciones y una sobrecarga de información que hacen muy complicada una concentración profunda para tareas mentalmente exigentes. Cada vez nos es más complicado estar concentrados sin interrupciones durante un largo periodo de tiempo.

Este fenómeno ha sido analizado profundamente por el profesor Cal Newport en su libro Deep Work: Rules for Focused Success in a Distracted World. En él, argumenta que la capacidad de realizar un trabajo concentrado es cada vez más rara y al mismo tiempo, más valiosa en nuestra economía.

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¿Qué es el “Deep Work”?

El “Deep Work” o trabajo profundo son actividades profesionales que se realizan en un estado de concentración libre de distracciones, el cual puede llevar nuestras capacidades mentales al límite. Estos esfuerzos generan nuevo valor, mejoran nuestras habilidades y son difíciles de replicar. Por el contrario, el llamado “Shallow Work” o trabajo superficial incluye tareas como responder correos electrónicos, asistir a reuniones innecesarias o navegar por redes sociales. Pueden parecer actividades productivas, pero no requieren un esfuerzo mental significativo y no ayudan al desarrollo de habilidades o a la creación de un valor real.

La neurociencia respalda la importancia del trabajo profundo. Son varios los estudios que han demostrado que la concentración sostenida en tareas complejas puede mejorar la mielinización de las neuronas, fortaleciendo los circuitos cerebrales esenciales para el aprendizaje y la memoria. Además, el trabajo profundo permite entrar en un estado de “flujo” donde la persona está completamente inmersa en la tarea, experimentando una sensación de control y satisfacción.

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El impacto de las distracciones

Las interrupciones constantes tienen un coste elevado en nuestra productividad. Según un estudio de la Universidad de California, cada interrupción puede hacer que se requieran hasta 23 minutos para poder recuperar la concentración perdida. También hay que tener en cuenta lo que el autor denomina como “residuo de atención”, un nuevo concepto que se refiere a esa pérdida de concentración cuando se pasa constantemente de una tarea a otra, o cuando se intentan hacer varias a la vez. Además, cada vez que, entre tarea y tarea, se aprovecha para entrar a redes sociales y volver a la tarea, se desperdicia parte de la concentración. Cuando esto se repite de manera frecuente a lo largo del día, algo que suele pasar muy fácilmente, el residuo será enorme y la pérdida de atención, por tanto, también. Según este autor, sería algo así como una especie de bola de nieve de pérdida de atención.

Estrategias para implementar el Deep Work

Trabajar profundamente

El trabajo profundo implica dedicar períodos de tiempo ininterrumpidos a tareas que necesitan de una concentración máxima. Para poder aplicarlo de una manera efectiva, es esencial crear bloques de tiempo específicos durante el día donde no haya ninguna interrupción. Newport recomienda crear rituales y rutinas diarias que puedan facilitar este estado de concentración.

El objetivo de trabajar de esta manera no es solo completar tareas, sino hacerlo de una manera eficiente y con el máximo nivel de atención. Se pueden empezar con bloques de trabajo más cortos, como 30 o 60 minutos, y poco a poco ir aumentando la duración según la mente se acostumbre a la concentración prolongada. Es fundamental eliminar cualquier distracción.

Aceptar el aburrimiento

Se refiere a la capacidad de tolerar el vacío que se produce cuando no estamos constantemente estimulados por las distracciones de nuestro alrededor. El trabajo profundo requiere entrenar la mente para que no tenga la necesidad de buscar continuamente fuentes de gratificación instantánea.

Practicar la tolerancia al aburrimiento puede ser tan sencillo como dedicar unos minutos al día a no hacer nada: solo sentarse en silencio, sin mirar el teléfono ni realizar ninguna actividad. Esto ayuda a fortalecer la capacidad de la mente para mantenerse centrada en una tarea durante períodos más largos de tiempo.

Alejarse de las redes sociales

Las redes sociales y otras herramientas digitales son una de las principales fuentes de distracción en el mundo moderno. Aunque pueden ser útiles en ocasiones, también son muy adictivas y tienen la capacidad de interrumpir este trabajo. Newport recomienda reducir el uso de estas plataformas, cuestionando si realmente contribuyen a nuestros objetivos a largo plazo o sencillamente nos alejan de nuestras metas.

Para poder aplicar esta estrategia, se puede comenzar simplemente evaluando cuáles son las aplicaciones o plataformas que más se utilizan, y si ayudan a avanzar en los estudios o la carrera que se tenga. Si no aportan valor, recomienda eliminarlas o restringir su uso a ciertos momentos del día.

Reducir el trabajo superficial

Es cierto que en ciertos contextos actividades como responder correos electrónicos o realizar tareas administrativas repetitivas son importantes pero, según este autor, no contribuyen a un desarrollo profundo de habilidades ni a la creación de valor real.

Newport sugiere minimizar este tipo de actividades para poder liberar tiempo y energía para el trabajo profundo. Para poder hacerlo se pueden agrupar todas estas tareas superficiales y realizarlas en momentos concretos del día para que no interrumpan el flujo de trabajo profundo. Además, también se puede aprender a delegar o automatizar ciertas tareas y es una forma de reducir la carga de trabajo superficial.