Educación

Técnica del 'Palacio de la Memoria': un método divertido que usan los campeones para memorizar información

Esta técnica fomenta la creatividad, la concentración y la confianza en el aprendizaje
Esta técnica fomenta la creatividad, la concentración y la confianza en el aprendizajeFreepik
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Madrid¿Quién no ha deseado tener una memoria prodigiosa? Poder recordar de manera rápida y sin esfuerzo listas, fechas, fórmulas o incluso nombres de personas que se acaban de conocer. Parece magia, pero es posible utilizando la técnica del “Palacio de la Memoria”. Se trata de un método ancestral que los grandes campeones de memoria utilizaban para almacenar y recuperar información con sorprendente precisión.

No se trata de estudiar interminables horas, sino de transformar la memorización en un juego creativo y visual, donde la mente se convierte en un recorrido por habitaciones, calles o espacios conocidos, y cada dato se va “colocando” en un rincón específico del palacio mental. Con este método, aprender deja de ser una obligación para convertirse en una experiencia divertida y, lo más importante: eficaz.

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Qué es el Palacio de la Memoria

El Palacio de la Memoria, también conocido como método Loci, es una técnica de memorización que consiste en asociar la información a lugares concretos que el cerebro conoce bien. Este método tiene su origen en la antigua Grecia, donde oradores como Cicerón lo utilizaban para recordar sus extensos discursos. La base es sencilla: si la mente puede recorrer un espacio familiar, como puede ser una casa o escuela, puede ir “colocando” información en diferentes puntos y, al volver a recorrerlo mentalmente, recordar esos datos en orden.

Estudios recientes muestran que este tipo de técnicas de visualización activa y de asociación espacial fortalecen la memoria a largo plazo, ya que involucran múltiples áreas cerebrales, incluidas las responsables de la atención y la creatividad.

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Por qué funciona esta técnica

La eficacia del Palacio de la Memoria se encuentra en cómo nuestro cerebro procesa la información visual y espacial. La memoria tiende a recordar mejor imágenes y lugares que datos abstractos. Cuando se asocia un concepto o un número a un objeto o una ubicación específica, se está creando un vínculo emocional y sensorial, lo que hace que el recuerdo sea mucho más duradero.

Además, esta técnica reduce la sobrecarga cognitiva, es decir, la sensación de tener demasiada información y no saber cómo organizarla. Cuando se “colocan” mentalmente los datos, el cerebro puede ordenarlos de manera lógica y visual, lo que hace mucho más fácil su recuperación en momentos clave como puede ser un examen o una presentación oral.

Cómo se puede construir el Palacio de la Memoria

Para construir el Palacio de la Memoria se debe comenzar eligiendo un espacio que se conozca perfectamente, puede ser el propio hogar, el colegio, el lugar de trabajo o incluso un recorrido que se haga de manera habitual. La clave es que se tiene que poder imaginarlo con claridad y recorrerlo mentalmente sin esfuerzo. Una vez que se tiene escogido el espacio, se deben identificar puntos de referencia específicos dentro del mismo: muebles, habitaciones, cuadros, puertas o cualquier elemento que destaque y pueda servir como referencia para la información que se va a memorizar. Cada uno de los puntos va a actuar como un contenedor donde se van a ubicar mentalmente los datos. Cuando más familiar y detallado sea el palacio, mucho más sencillo va a ser recordar los elementos colocados en él.

El siguiente paso consiste en asociar cada dato a una imagen visual llamativa y memorable. Por ejemplo, si se está aprendiendo astronomía y se tiene que recordar el nombre de los planetas del sistema solar, se puede imaginar que Mercurio está representado por una bola de fuego que salta sobre la mesa del comedor, Saturno es un aro gigante que cuelga de la lámpara del salón.

Cuanto más exageradas, humorísticas o absurdas sean las imágenes mucho mejor, ya que la mente tiende a recordar mejor lo que le provoca sorpresa o emoción. Una vez que se haya “decorado” el palacio con todos los elementos, se debe recorrer mentalmente varias veces, reforzando así la ubicación de cada dato y el orden del recorrido. Con la práctica, esta técnica va a permitir recordar listas, fechas, fórmulas o conceptos complejos de manera más sencilla y duradera.

¿Cómo se les puede enseñar esta técnica a los niños?

El Palacio de la Memoria también puede ser una herramienta increíble para los niños, siempre que sea adaptada a su edad y se convierta en un juego divertido. Se les debe comenzar enseñando esta técnica como un reto creativo: se tienen que inventar un castillo, un parque o incluso un planeta imaginario donde cada habitación o zona tiene que tener un objeto o personaje que represente cada dato. Por ejemplo, si se tienen que memorizar los animales de la selva, se puede colocar un elefante gigante en la entrada, un mono que haga travesuras en el dormitorio o un león descansando en el sofá. La exageración y el humor es fundamental para que tenga una mayor efectividad. Los niños recuerdan mucho más lo que les provoca sorpresa o risa.

Además, es muy importante acompañarlos durante las primeras prácticas, recorriendo su palacio mental juntos y guiando la asociación de imágenes con información. Con el paso del tiempo y la práctica, podrán crear sus propios palacios de memoria y recorrerlos de manera autónoma. Se tiene que incentivar la creatividad, la originalidad y alentarles a que compartan sus palacios con amigos o familiares, lo que fortalece la motivación y refuerza el aprendizaje. Cuando se combina imaginación, visualización y repetición, los niños no solo van a mejorar su memoria, sino que también van a desarrollar habilidades cognitivas como la concentración, la planificación y la capacidad de organización mental.