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Este fin de semana tendremos que estar atentos si vamos a escaparnos con el coche porque las ráfagas que superan los 100 km/h podrán jugarnos malas pasadas. Sin duda, lo más complicado se está viviendo cerca de la costa, donde el mar está arreciendo con mucha fuerza con olas que alcanzan los 10 metros. En el Cantábrico el riesgo marítimo no desparecerá, pero en general el temporal echará el freno en el resto del país, a excepción también de Galicia, más expuesta a las bajas presiones atlánticas. No podremos despistarnos, no obstante, porque entraremos en la semana que viene con cambios: los chubascos y el viento van a volver con fuerza.
La próxima semana se espera bastante lluviosa en buena parte del país. Comenzaremos así la segunda mitad de diciembre paraguas en mano en el oeste peninsular y Pirineos, aunque lo más anómalo se espera en Galicia, zonas montañosas del noroeste peninsular, en Andalucía occidental y el Estrecho. De cara al martes el tiempo podría complicarse aun más con la posible entrada de una borrasca atlántica que, con mayor incertidumbre, podrá extender las precipitaciones a otras zonas del Mediterráneo -también a Baleares-. Esta situación atmosférica marcará la antesala del tiempo desapacible que esperamos durante casi toda la semana.
*Imagen: Anomalía de la precipitación total prevista para la próxima semana / Aemet
La borrasca que mencionamos podría afectar también durante el miércoles, momento en que se estima que el anticiclón se aleje parcialmente del país, dando vía libre a numerosos frentes atlánticos que van a sacudir el norte peninsular con precipitaciones casi generalizadas, "principalmente en Galicia y en la ladera sur de los sistemas montañosos", según estima la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El entorno del litoral cantábrico y el área mediterránea lo más probable es que puedan quedar al margen de los chubascos, ya que llegarán de forma más débil.
No se descarta que a partir del miércoles nuevos sistemas frontales puedan aproximarse a la Península para prolongar la inestabilidad. De hecho, lo más probable es que las lluvias nos acompañen como mínimo hasta final de semana -y del otoño, porque el domingo 22 arranca el invierno-.
Aunque el tiempo no acompañe para realizar planes al aire libre, se estima que el mercurio podrá marcar valores un poco más cálidos del promedio habitual para la época, lo cual no quiere decir que podamos salir sin abrigo a menos que busquemos un catarro.
*Imagen: Anomalía de la temperatura prevista para la próxima semana, a 3ºC más de lo habitual para la época / Aemet
Se acerca la Navidad y aún no sabemos si la nieve teñirá el paisaje festivo de blanco. Lo que sí sabemos por el momento es que podremos ver la próxima semana alguna nevada en la Cordillera Cantábrica que favorecerá a los esquiadores. Por allí, volveremos a registrar bajo ceros, lo que provocará un descenso de la cota "entre 900 y 1.200 metros y superiores a los 1.200 metros en el resto de sistemas montañosos", concluye Aemet.