Ya empezábamos a dudar de si este anticiclón tan persistente iba a acompañarnos todo lo que quedaba de invierno, pero por fin tiene fecha de caducidad. Este miércoles, gracias a la entrada de un frente por el Atlántico, la dictadura de la calma meteorológica caerá, dando paso a un episodio de lluvias y posibles nevadas en cotas de hasta 600 metros.
Pero lo más interesante de todo será el descenso progresivo de las temperaturas: durante tres días seguidos, desde el miércoles hasta el viernes, tanto las máximas como las mínimas experimentarán desplomes de entre 5 y 10 grados entre un día y otro, pasando de máximas de más de 11ºC hasta valores que apenas superarán los 5ºC en la mitad norte del país, como Madrid, Salamanca o Guadalajara.
Imagen: variación de temperaturas máximas y mínimas entre el miércoles y el domingo / Aemet
Este escenario contrasta con el tiempo que nos ha hecho, en general, durante la primera quincena de enero, con un ambiente muy seco, "sin apenas precipitaciones en nuestro país", como señala la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Los valores más bajos los encontraremos, como es habitual en invierno, en las regiones del interior peninsular. De momento, hay una decena de provincias con avisos por bajas temperaturas, que puntualmente pueden alcanzar los -7ºC, y que por la mañana no superarán los 4ºC o incluso los 2ºC.
Sábado de ascensos
A partir del sábado, y sobre todo el domingo, se producirá un ascenso tanto de las máximas como de las mínimas, en parte porque el frente frío ya nos habrá abandonado y eso hará que las temperaturas se recuperen. Además, volveremos a situarnos en valores más normales para la época.
Esta alegría, no obstante, puede que dure poco, y que precisamente esta calma sea la antesala de un tiempo que promete ser lluvioso, nivoso y muy inestable. Algunos modelos apuntan a que a partir de la semana que viene empezaremos a notar 'en serio' los efectos de la ruptura del vórtice polar, que tuvieron lugar a finales del pasado año. De momento no está claro cómo de intenso será el episodio, pero los meteorólogos coinciden en que se producirá un importante ‘cambio de patrón’ atmosférico, con el que dejaremos atrás los cielos azules y la calma meteorológica.