Por fin, se debilita el anticiclón de origen subtropical que ha batido récords de temperatura máxima para un mes de noviembre en diferentes estaciones y que ha provocado problemas con la contaminación en algunas ciudades.
En apenas 48 horas vamos a pasar de una situación cálida a valores casi invernales con la entrada de una masa de aire polar-marítimo que va a hacer caer los termómetros de forma notable tanto el sábado como el domingo. El contraste del cambio de temperatura va a ser acusado porque vamos a pasar de valores máximos próximos a los 20 grados a situarnos por debajo de los 10 en ciudades como Madrid o Valladolid e incluso por debajo de los 5 grados en capitales de provincia como Burgos, Soria, Vitoria, Ávila o Segovia.
El domingo será la jornada más fría porque ese día las temperaturas tocarán suelo para empezar a recuperarse lentamente a lo largo de los siguientes días, aunque ya no vamos a volver a alcanzar los valores cálidos precedentes. Además, el viento va a soplar con una componente muy clara de norte, con origen en el Polo Norte. De ahí que con un recorrido tan frío provoquen ese brusco descenso de las temperaturas que esperamos.
Esta entrada fría tiene también un claro recorrido marítimo por lo que aportará bastante humedad a todo el Cantábrico, mitad norte y sistemas montañosos peninsulares, especialmente las vertientes norte del Pirineo, Sistema Central e Ibérico. Aquí la cota de nieve va a desplomarse pasando el sábado de los 2.500 metros a los 1.000 metros, un descenso más que evidente que continuará en la jornada del domingo situándose entre los 500 y los 1.000 metros en la meseta norte. En el centro se mantendrá la cota de nieve en torno a los 1.000 metros aunque no esperamos mucha precipitación. En el sur se colocará algo más alta, rondando los 1.500 metros en Sierra Nevada.
Y es que esta situación de entradas de aire frío de origen polar -marítimo se caracterizan por su recorrido oceánico cargado de humedad pero más templado que aquellas que tienen origen ártico o polar continental (Siberia).
Por tanto, la entrada del fin de semana favorece las nevadas en el norte peninsular gracias a ese aporte de humedad, que acumula toda la nubosidad en torno al Cantábrico. Es probable que una de las primeras capitales de provincia que vean nevar este otoño sean Burgos y Soria, aunque tampoco se descarta de forma más anecdótica en otras ciudades como Segovia y Vitoria.
En el resto, el fin de semana se presentará variable y muy desapacible porque el viento va a soplar moderado acusando la sensación térmica de frío conforme avance el sábado pero, sobre todo, el domingo.
Y, si se cumplen lo que apuntan los modelos, la mayor posibilidad de ver nieve será durante la madrugada del domingo al lunes con cotas de nieve muy bajas y el paso de nubosidad. En todo caso, no serán grandes nevadas aunque sí un clarísimo contraste respecto a la situación meteorológica de la semana anterior.
Asimismo, tampoco podemos hablar de ola de frío porque, al igual que ocurre en verano, para calificarla como tal, tienen que darse al menos durante tres días unas temperaturas mínimas por debajo del percentil del 5% de su serie de temperaturas mínimas diarias del mes de noviembre y del periodo 1971-2000, y en al menos el 10% de las estaciones del territorio.
De momento, estamos lejos de esa hipotética situación aunque esta primera entrada fría, nada excepcional para la época del año en que estamos, va a dar una alegría a los esquiadores y a los amantes del invierno tras un arranque del otoño cálido y seco.
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*Marcos Fernández ( @marcosfdezfdez) es periodista especializado en Meteorología.