Los vientos del sur y el efecto Foehn en el Cantábrico traen un veranillo en diciembre

Marcos Fernández* I Meteoralia 15/12/2015 10:36

Quienes esperaban recibir las navidades entre un manto de nieve tendrán que cambiar los esquís y las bufandas por las chaquetas ligeras o la manga corta si nos atenemos a las temperaturas de entre 20 y 25 grados en el Mediterráneo y Canarias, en torno a los 20 en la costa cantábrica, mitad sur y Baleares. En el interior de la mitad norte rondarán o superarán los 15 grados. Con estos valores, el tiempo invita inconfundiblemente a disfrutar de una prenavidad al aire libre.

Ya ha ocurrido en otras ocasiones, como el año 93-94, conocido como el 'invierno sin invierno' por un patrón atmosférico con las mismas pautas que se vienen repitiendo desde que empezó el otoño.

Por un lado, tenemos el anticiclón subtropical en latitudes superiores a las normales para la época, bloqueando la entrada de borrascas a la Península y desviándolas hacia el noroeste europeo. Salvo pequeños paréntesis predomina la estabilidad generalizada traducida en cielos azules y nieblas en áreas de valles de grandes ríos, como el Duero o el Tajo. Solo aquí se han alcanzado puntualmente valores correspondientes a la época del año.

Por otra parte, durante esta semana, un tren de borrascas circulando sobre las islas Azores propicia la entrada de vientos del sur sobre la Península. Estos vientos cálidos junto a los cielos despejados contribuyen a que las temperaturas sigan escalando posiciones. Si a principios de mes ya se batieron récords de valores máximos para un mes de diciembre, es muy posible que esta semana estos registros se amplíen y caigan valores históricos.

Quienes viven en el Cantábrico, por ejemplo, están acostumbrados a que de vez en cuando soplen sures generando el efecto Foehn en sus costas. Esta situación tiene lugar cuando en condiciones atmosféricas como las que se dan esta semana, el viento sople del sur en la Península, recorriendo todo el territorio hasta encontrarse al norte con la Cordillera Cantábrica hasta donde llega recalentado. Arrastra consigo todo el calor, que se ve obligado a remontar el relieve montañoso y, posteriormente, desplomarse sobre las costas.

La surada, como suele conocerse, se caracteriza por ser un viento muy seco y muy cálido que dispara las temperaturas en un espacio de tiempo muy breve. De ahí que los valores máximos durante estos próximos días vayan a superar los 20 grados. Ocurrió también a principios de noviembre cuando Santander marcó 30 grados superando el registro máximo histórico para este mes.

Salvo algunos frentes rozando las costas gallegas, donde dejarán algunas lluvias, ese tren de borrascas que se desplaza sobre las Azores ha favorecido la formación de un potentísimo anticiclón que favorece una advección inusual de vientos del sur no solo en España sino en buena parte de Europa occidental y central.

Las temperaturas máximas se disparan en la Península Ibérica, pero también en Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Reino Unido con valores entre los 12-16 grados en las principales estaciones cuando lo normal en esta época son temperaturas más cercanos a los 0-5 grados que a valores primaverales.

La persistencia de esta configuración va a marcar prácticamente lo que resta de mes de diciembre dando la puntilla a un 2015 cálido y a un otoño que ha tenido un comportamiento de cálido a muy cálido en buena parte de Europa y América del Norte.

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*Marcos Fernández ( @marcosfdezfdez) es periodista especializado en Meteorología.