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El Pacífico occidental está muy activo últimamente. Hace unos días el tifón Bavi amenazaba Corea del Sur y esta semana le pasa el testigo a uno más potente, Maysak, que posiblemente resulte el más intenso de 2020 en el este asiático.
Hasta el momento, la zona más afectada por el ojo del tifón Maysak ha sido la isla de Kume, a unos 95 kilómetros al oeste de la isla de Okinawa. Los vientos máximos sostenidos rozan los 200 km/hora y la presión central era, la tarde del lunes, de 944 milibares. Esto lo convierte en un supertifón. Por ahora se trata del más profundo de 2020, como ha confirmado el Centro Conjunto de Advertencia de Tifones (JTWC) estadounidense.
A su paso por las islas del sur de Japón uno de los incidentes más repetidos ha sido la caída de árboles.
Las aguas del Pacífico occidental, muy cálidas actualmente, están sirviendo de ‘combustible’ a la tormenta, que en principio tocará tierra en Corea del Sur el miércoles tras atravesar Japón. Después desembarcará en el noreste de China.
Además de los fuertes vientos previstos, suponen un peligro acusado las lluvias. Corea del Sur ha tenido el monzón más largo de todos los registros y, en China, “la lluvia adicional esta semana podría causar más inundaciones y deslizamientos de tierra”, según los meteorólogos de ‘The Weather Channel’ Chris Dolce y Jonathan Erdman.
Según la base de datos de la NOAA, recuerdan estos expertos, solo otros cinco tifones de categoría 2 o más fuertes han tocado tierra en Corea del Sur desde 1959, siendo el tifón Sanba el último en hacerlo en septiembre de 2012.
Por si Maysak no fuera suficiente, se pronostica que lo que ahora es la tormenta tropical Haishen, según el JTWC de Estados Unidos, pueda convertirse en tifón antes de terminar la semana.