Vendaval y cadenas de nieve: España se libra de la 'bestia del este' pero recibe una potente borrasca

  • Se prevén lluvias fuertes en Galicia, el suroeste de Castilla y León y en Extremadura

  • Nevará a partir de 900 metros en la cordillera Cantábrica y los sistemas Central e Ibérico

  • Las rachas de viento superarán los 90 km/h en la Península y Baleares

España se está librando de la ‘bestia del este’ que está congelando buena parte de Europa. El flujo de oestes nos está trayendo, por el contrario, aire más templado y húmedo, que va a favorecer un temporal intenso entre el martes y el miércoles por la llegada de una borrasca. Prácticamente todas las comunidades autónomas están en aviso por el vendaval y se está recomendando el uso de cadenas en zonas de montaña porque vuelven las nevadas. Mucha precaución.

Entre el anticiclón que se ha asentado en los países escandinavos y la borrasca sobre el sureste europeo se ha creado un pasillo de vientos del noreste por el que se cuela estos días esa masa de aire gélido procedente de Rusia, que también se conoce mediáticamente como ‘tren siberiano’. España se libra de la entrada del frío por el bloqueo de una potente borrasca.

*Anomalía de la temperatura a 850 hPa en Europa según el modelo ECMWF / Tropical Tidbits

“Un tren de borrascas circula sobre la Península dejando precipitaciones y fuertes vientos de componente oeste”, ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). La borrasca que llega el martes será la más intensa de la semana, aunque por ahora no cumple los requisitos para ser nombrada, ha añadido la Aemet. Pero eso no quiere decir que no vaya tener un impacto significativo en nuestro país.

Lluvia y nevadas a 900 metros

El frente asociado a la borrasca atlántica que va a cruzar el norte de la Península Ibérica barrerá todo el interior y sur y se encargará de extender las lluvias. Las más intensas se esperan en Galicia, el suroeste de Castilla y León y en Extremadura, aunque serán generalizadas. En las provincias de Ávila, Salamanca y Cáceres está vigente el aviso amarillo por acumulaciones que podrán superar los 40 litros/m2 en 12 horas.

Son menos probables en el área mediterránea, pero también allí podrá darse alguna llovizna puntual. Las islas Canarias quedarán al margen.

Las precipitaciones en forma de nieve serán abundantes en el entorno de la cordillera Cantábrica –en aviso Lugo, Ourense, León, Palencia, Zamora y Asturias–, la Ibérica, la sierra de Teruel y los Pirineos. En el Pirineo oscense la Aemet activa el aviso naranja por acumulaciones superiores a los 20 cm por encima de 1300 metros, aunque la cota caerá al os 1000 m, y en el centro alrededor de los 1200 m.

En Madrid, en los puertos de Cotos y Navacerrada se requiere el uso de cadenas para la nieve. También en los puertos de Tarna, Ventana, Somiedo, Leitariegos, Cerredo y El Connio, o en Sierra Nevada, en Granada.

El miércoles la cota seguirá cayendo y podrá situarse a tan solo 900 metros en la cordillera Cantábrica y los sistemas Central e Ibérico, según la Aemet.

Vendaval y olas de 6 metros

El fuerte viento afectará de manera generalizada a la Península y Baleares. Están en aviso las siguientes regiones, en el caso de Almería de nivel naranja –riesgo importante–. Las rachas podrán superar ocasionalmente los 90 km/hora también en el este de Castilla-La Mancha, en el interior de la Comunidad Valenciana, en Asturias, Cantabria, puntos del sistema Central y el Ibérico y en el sur de Aragón, así como localidades del noreste de Andalucía.

El riesgo costero más importante se dará en Galicia, donde las olas podrán sobrepasar los 6 metros de altura cerca de la costa de Pontevedra y A Coruña. Asimismo estará vigente el aviso naranja en Almería y Murcia por olas de hasta 4 m en el Mar de Alborán.

El jueves el riesgo irá remitiendo con la entrada de una “cuña anticiclónica”, ha definido la Aemet, que estabilizará progresivamente el tiempo en España, aunque todavía podrán darse precipitaciones en el noroeste. De cara a la semana que viene, aunque todavía existe mucha incertidumbre, podrá afectarnos “de refilón” la bestia del este, con mayor probabilidad al norte peninsular.