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El Partido Popular votará hoy en contra de la reforma del sistema de pensiones que ha planteado el Gobierno de Pedro Sánchez. En el seno del partido conservador ha habido un intenso debate sobre la conveniencia de votar no -con el consiguiente desgaste que podría acarrear en la opinión pública- o abstenerse. Finalmente han vencido los partidarios de no acompañar al Ejecutivo en una propuesta que tiene en contra a los empresarios, a la AIReF porque dice que dispara el déficit de la Seguridad Social y no asegura su viabilidad y que también suspende el Banco de España.
Los populares no se conformarán sólo con votar 'no'. Además se comprometen a derogar la reforma pactada con los sindicatos y con la izquierda si su presidente, Alberto Núñez Feijóo, gana las elecciones. El último argumento que manejan en Génova para justificar su rechazo frontal es que según ellos, le reforma que plantea el ministro José Luis Escrivá abre la puerta de rebajar las pensiones a tenor de lo que establece la disposición adicional segunda del documento publicado en el BOE.
"Lo que dice el texto del Gobierno es que en 2025 hay que equilibrar las pensiones a través de incrementar de nuevo las cotizaciones, o rebajar las pensiones o un 'mix' de ambas", explican fuentes de la dirección nacional. Eso si es que hay un exceso del gasto neto en pensiones. Traducido: para Génova no es más que la "puerta clara para rebajar las pensiones" dentro de dos años. "No nos sentimos seguros con esa posibilidad y no podemos darle el ok", explican desde el entorno de Feijóo. (puede consultar aquí la reforma del ministerio de Inclusión y Seguridad Social).
En Génova son conscientes de que el Gobierno de Pedro Sánchez no perderá la oportunidad para atacarles por no apoyar el real decreto ley. Sobre todo teniendo en cuenta los antecedentes de la semana pasada cuando se lanzaron a la yugular de Feijóo por comparar desde Bruselas la reforma de las pensiones en España y en Francia mientras las calles ardían en París. Unas palabras que se entendieron como un nuevo patinazo del gallego.
Eso provocó que algunos dirigentes populares subieran esta semana a la planta noble de Génova para presionar con la abstención sin éxito. La dirección nacional se enrocó en el no. Reconocen que después de los informes negativos de la AIRef y del Banco de España se les hacía muy cuesta arriba votar otra cosa que no fuera apretar el botón rojo y que no piensan "engañar" a los españoles con este asunto.
"Lo que está claro es que nosotros votamos a favor de la actualización de las pensiones y siempre las hemos incrementado. Lo que no nos vamos a hacer es un Pedro Sánchez de derechas. Siempre vamos a decir la verdad a los españoles", insisten desde la dirección nacional del partido.
Aun así los populares se dieron un margen e instaron a Escrivá a que les remitiera toda la información que hicieron llegar a Bruselas sobre la reforma como condición para pensarse el sentido de su voto hoy. El ministerio les hizo llegar "cálculos detallados" de la reforma de las pensiones el pasado lunes según la versión del ministro de Inclusión y Seguridad Social pero los populares minimizaron el valor de esa información. Para ellos no era más que un 'power point' y "tres hojas de Excel" y exigieron a modo de ultimátum que se les facilitara todos los números remitidos a Bruselas antes de la votación de este jueves. Esa circunstancia dicen, no se ha producido.
Los populares se quejan de que la reforma se ha llevado a cabo sin trasladar información al principal partido de la oposición, sin consenso y fuera del Pacto de Toledo. Así que se comprometen a derogarla si Feijóo llega a instalarse finalmente en La Moncloa y volver a situar el debate dentro de los márgenes del Pacto de Toledo y fuera de las tensiones partidistas.
"Esto no es una reforma de las pensiones. Feijóo se sentará con sindicatos, con empresarios y volveremos al Pacto de Toledo", añaden las fuentes consultadas.
Subrayan que lo que se vota hoy en el Congreso sólo sirve para el año 2024, que es un "parche" y una "patada hacia delante" y que en 2025 le tocará al Gobierno de turno ajustar el sistema. ¿Qué popondrá entonces el PP si gana las elecciones? En Génova siguen sin desvelar cuál es su fórmula para hacer viable el sistema más allá de prometer un 1,7 millones de empleos para incrementar los ingresos por la vía de aumentar el número de cotizantes y evitar así la rebaja de las pensiones. También se comprometen a volver a unir en un mismo ministerio Trabajo y Seguridad Social (ahora divido en los departamentos de Yolanda Díaz y José Luis Escrivá) "porque no se pueden separar".
Los populares siguen negando que la Unión Europea haya dado formalmente el aval al plan presentado por el Gobierno de Pedro Sánchez y que sí respaldan los sindicatos y los socios de investidura. Dice que lo que le trasladó el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, al propio Feijóo con el que se entrevistó la semana pasada en Bruselas, es que eso no se producirá hasta después del verano. Una reunión que han calificado de "correcta" a pesar de que algunas informaciones apuntaban a que Gentiloni fue severo con el líder popular y le reclamó que fuera "constructivo" en sus criticas a las pensiones.
"La Unión Europa solo va a ver la sostenibilidad fiscal del sistema y no va a pronunciarse si es bueno o malo. Y lo va a hacer tras el verano", han añadido desde el entorno de Feijóo que se prepara ya a capear el temporal de criticas por su negativa a respaldar la reforma de las pensiones.