Caras largas y tristeza en Ferraz tras confirmarse la derrota

Las malas caras comenzaban al cierre de los colegios electorales, cuando tan sólo pasaba un minuto de las 20.00 horas y la portavoz del Comité Electoral, Elena Valenciano, comparecía en rueda de prensa para transmitir que iba a ser una "mala noche" para el partido.

Lo que en un principio sólo parecía un vaticinio, un pronóstico de lo que podría ocurrir, a medida que transcurría el tiempo se iba consolidando a juzgar por el silencio que invadía la sede socialista y ante la no comparecencia, como estaba anunciado para aproximadamente las diez de la noche, del vicesecretario general del PSOE, José Blanco.

Tras conocer que el PSOE podría mantener la comunidad de Extremadura, aunque en coalición con IU, el líder socialista y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, decidía -en persona- explicar ante cerca de ciento cincuenta periodistas que se encontraban en Ferraz, la dura derrota socialista con la pérdida de sus principales feudos.

Con un semblante serio, al igual que sus compañeros en este trance: José Blanco, Elena Valenciano, Leire Pajín, José Antonio Alonso, o los vicepresidentes, Elena Salgado y Manuel Chaves, Zapatero asumía y entendía que este 22 de mayo los ciudadanos habían expresado su malestar con el Gobierno y lo relacionaba con la crisis económica.

La dirección del PSOE ha asumido esta "derrota sin paliativos" y la achaca fundamentalmente a la crisis y a los efectos sobre el estado de ánimo de la ciudadanía, según han admitidos fuentes de la dirección federal.

De hecho, recuerdan que otros gobiernos como el alemán o el estadounidense también han sido castigados por los electores en la primera oportunidad que han tenido.

La dirección federal analizará mañana con más detalle todos los resultados de estas elecciones autonómicas y municipales, desde la derrota histórica del PSOE, hasta el éxito de Bildu en los comicios.

En un primer análisis no creen en el PSOE que el Movimiento 15-M les haya perjudicado en sus expectativas y tampoco estiman que haya habido un trasvase de votos al PP, sino que lo que aprecian es que una parte de sus electores potenciales han optado por no acercarse a los colegios electorales.

Así, el PSOE podría haber sido el mayor perjudicado por la abstención.