CiU gana el bastión socialista de Barcelona, donde Hereu no pudo salvar al PSC

CiU gana la alcaldía de Barcelona. Vídeo: Informativos Telecinco.
AGENCIA EFE
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Trias se convertirá en el flamante alcalde de la capital de Cataluña al obtener 15 concejales, mientras que el PSC queda desbancado tras 32 años al frente del 'Cap i Casal' al obtener 11 regidores. El PP sube uno y obtiene 8 concejales, el mismo ascenso que ICV-EUiA, que obtiene 6 ediles, mientras que los independentistas de Unitat per Barcelona se queda con la mitad y baja a 2 regidores.

Hereu no ha podido ser héroe y salvar al PSC, pese a protagonizar una campaña electoral titánica, con un centenar de actos en 15 días, y se le han escapado votos por todos los flancos: hacia la abstención de los desencantados, hacia la CiU que propugnaba un cambio a los 32 años de hegemonía socialista, hacia el PP y hacia su socio ICV-EUiA.

El ex conseller de Jordi Pujol, Xavier Trias, tras permanecer pacientemente ocho años en la oposición, será el nuevo alcalde de Barcelona y el primer nacionalista que ocupará la presidencia del plenario municipal de la capital de Cataluña.

La coalición Unitat per Barcelona (ERC+DC+Rcat) ha perdido la mitad de sus ediles y se ha quedado con sólo dos concejales, que serán Jordi Portabella y el ex presidente del FC Barcelona Joan Laporta, cuya popularidad no ha proporcionado los votos que esperaban los independentistas.

Xavier Trias tendrá que formar gobierno en Barcelona y el crecimiento de un concejal del grupo municipal del PP, de 7 a 8, le confiere a Alberto Fernández Díaz una mayor legitimidad para que se le tenga en cuenta a la hora de formar el cartapacio.

Tras los resultados electorales de esta noche en la ciudad de Barcelona, la mayoría absoluta únicamente la pueden conseguir una suma de CiU y PSC, una sociovergencia en la que Hereu no cree, o un acuerdo entre CiU y PP, el giro a la derecha que tanto ha denunciado durante su campaña el candidato socialista.

La derrota de los socialistas en Barcelona, que las primeras encuestas pronosticaban aún más estrepitosa, se ha visto acompañada por un aumento de votos de la formación con la que ha gobernado la ciudad, ICV-EUiA, que ha recogido casi 6.000 papeletas más que en el 2007 y que le permiten crecer de cuatro a cinco concejales.

En un primer análisis, Hereu ha perdido votos por los desencantados que no han acudido a votar y se le han escapado muchos hacia CiU por los que han querido que haya un cambio de gobierno en la ciudad tras 32 años de hegemonía socialista.

Pero también ha perdido votos hacia ICV-EUiA por los que no estaban de acuerdo con algunas políticas poco izquierdistas, como la prohibición del nudismo o algunas políticas urbanísticas, y hacia el PP, por los que se han dejado cautivar por los discursos de inseguridad e inmigración.

Otra explicación posible es que tanto Hereu como Portabella han pagado un alto precio por la delicada situación en que se encuentran sus respectivos partidos, pendientes ambos de renovar completamente sus direcciones nacionales y con crisis internas sin resolver.

La pérdida de Barcelona supone un duro varapalo para los socialistas catalanes, que no se han repuesto de la hemorragia que sufrieron en las elecciones autonómicas del 28-N, pero también para el socialismo español, que pierde el gobierno de la segunda ciudad del Estado y un modelo del que siempre han presumido internacionalmente.

Si se mantienen las promesas hechas por los candidatos durante la campaña, Trias será proclamado alcalde por ser el candidato más votado y será después de que acceda al bastón de mando cuando decida en quien se apoya para gobernar, si en el PSC o en el PP, porque 15 concejales son tres menos de los 18 que sumaba el anterior gobierno formado por PSC e ICV-EUiA.

Paco Niebla