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La jueza encargada del caso da carpetazo a las tres investigaciones que habían llegado a sus manos por las cartas con amenazas de muerte que fueron recibidas, en el marco de la campaña electoral del 4M, por el entonces candidato de Podemos, Pablo Iglesias; el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska; y la directora de la Guardia Civil, María Gámez.
Pese al tiempo transcurrido y todas las indaciones realizadas, no se ha podido identificar al autor de las misivas, por lo que el Juzgado de Instrucción Número 3 de Madrid ha decidido archivar provisionalmente la investigación.
La titular de dicho órgano judicial, María Isabel Durantez, recibió por reparto la denuncia relativa a la carta enviada a Iglesias, pero acordó su sobreseimiento provisional "por estimarse que, si bien los hechos podían ser constitutivos de un delito, no había méritos para imputar como responsable penal del mismo a persona o personas determinadas".
Posteriormente, al ser la denuncia de Iglesias la más antigua, la magistrada absorbió también las causas abiertas en otros juzgados de instrucción de Madrid sobre las cartas dirigidas a Grande-Marlaska y a Gámez, y las pesquisas desarrolladas en base a una querella presentada por Vox como acusación popular.
Acumulados estos asuntos, la magistrada reabrió la investigación sobre la carta enviada a Iglesias al tener en su manos "nuevos elementos". Sin embargo, en un auto del pasado 16 de julio, ha concluido que "no se derivan datos para la identificación de las personas responsables de los hechos investigados", por lo que procede archivar todo.
Fue exactamente el 22 de abril, en plena campaña para las elecciones para la Presidencia de la Comunidad de Madrid, celebradas el 4 de mayo, cuando se conoció que Pablo Iglesias, Fernando Grande-Marlaska y María Gámez habían recibido cada uno una carta sin remitente en la que podía leerse un mensaje amenazante que, además, llegaba acompañado con varias balas en el interior del sobre.
En la que fue dirigida al líder de Podemos, que llegó al Ministerio de Interior, concretamente contenía dos balas del fusil tipo Cetme, --un armamento que en la actualidad solo se usa para labores de instrucción en algunos destacamentos del Ejército de Tierra y de la Armada--, y un mensaje en el que se podía leer: "Has dejado morir a nuestros padres y abuelos. Tu mujer, tus padres y tú estáis sentenciados a la pena capital. Tu tiempo se agota".
El sobre enviado a Grande-Marlaska a su Ministerio, por su parte, contenía dos cartuchos sin percutir del calibre 7,62x51 y un escrito que decía textualmente: "Tienes 10 días para dimitir. El tiempo de reírte de nosotros se terminó. Policía Nacional, Guardia Civil. El tiempo lo tienes en contra para los taponazos".
Por su parte, la directora de la Guardia Civil recibió la carta en la secretaría de su despacho, con un cartucho del calibre de 7,62 mm y otra nota amenazante dentro.
También la ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, recibió una nota amenazante, aunque esta se investiga en otro juzgado. En su caso, en el interior del sobre encontró una navaja manchada de rojo.
En este caso, no obstante, el remitente ha sido identificado como un vecino de El Escorial con un problema de salud mental que ha enviado otras cartas amenazantes, entre otros, a la Embajada de Turquía, por lo que la investigación de este asunto continúa.
En los días siguientes, llegaron más misivas con amenazas a Iglesias, a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso, y al ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero como destinatarios.