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Barcelona se ha convertido en una ciudad sin ley, pero los hay que ya no consienten que se lleven el esfuerzo de su trabajo a punta de pistola. Ha vuelto a ocurrir en Barcelona. El atracador entra directamente pistola en mano. Amenaza al dueño de la tienda de alimentación, pero este no se arruga y le hace frente. Es cierto que pensaba que la pistola era de fogueo, pero era real. Hay una cómplice en la puerta. Le ha dado una mochila para que la llene con el dinero, pero se niega.
Lo que viene después llama la atención. Hay unos empujones, y el atracador huye con las manos vacías. Ali, la víctima recibió un golpe en la cabeza y sigue sin poder olvidar esos instantes en los que su vida ha pendido de un hilo.
No es el único atraco que se ha producido en Barcelona este año. Las imágenes de este otro, también producido en el centro de Barcelona, entran tres chicos. Hacen como que compran algo, y uno de ellos golpea al comerciante con una botella, y se lleva el dinero de la caja. Demasiado frecuente este tipo de robos en el centro de la ciudad. Desde que se puso en marcha el operativo especial este verano, con más patrullas. Han bajado los hurtos, pero han subido los atracos violentos. Así, en el caso de los hurtos, se produjo una reducción del 1,2 % en 2019, mientras que en los robos con violencia hubo un aumento del 19 % respecto a 2018.
De hecho, en 2019 se produjeron un total de 229.258 delitos en la capital catalana, 136.110 antes de implementarse el plan y 93.148 desde entonces, lo que significa que los actos delictivos aumentaron un 7,7 % antes de la puesta en marcha de estas medidas y que bajaron un 3,5 % en los meses posteriores en relación con el año anterior.
Los delitos aumentaron un 2,9 % en Barcelona en 2019, de los cuales un 60 % fueron hurtos y un 10 % robos con violencia e intimidación, siendo Ciutat Vella y el Eixample los dos distritos con más actos delictivos y los turistas con un alto poder adquisitivo uno de los colectivos más vulnerables.
No obstante, la conselleria de Interior habla de "contención" en el incremento de los robos con violencia, que son los "más sensibles" socialmente, ya que en 2018 el incremento fue del 30 % y en 2017 de un 19 %.
Con estas cifras, el conseller ha subrayado que se está "revirtiendo" una situación "adversa" con el incremento de los delitos y de la percepción de inseguridad de la ciudadanía, hecho que ha atribuido, sobre todo, a la prevención y al refuerzo policial en las calles con las dos últimas convocatorias de nuevas plazas de agentes en junio y en septiembre del año pasado.
En cuanto a los distritos, Ciutat Vella es el que registra más delitos en Barcelona, seguido del Eixample, Sant Martí y Sants-Montjüic, mientras que Les Corts y Horta-Guinardó son los que tienen menos actos delictivos.
Esta delincuencia "desigual" y "no homogénea" en la ciudad obedece al hecho de que los delitos suelen producirse en las zonas donde hay una mayor concentración turística, comercial y lúdica, que sitúa además al turista como a una "víctima recurrente".
De esta manera, los turistas representaron el 15 % del total de las denuncias, el 30 % de ellas en Ciutat Vella y el 19 % en el Eixample, y de ellas el 20 % por robo con violencia.
De las denuncias presentadas por los turistas, el 25 % lo fueron por hurto y el 39 % por robo (cuando el valor supera los 400 euros).