Casado carga contra el "trienio negro" de Sánchez y sitúa al PP como "la única alternativa para España"

  • El líder de los populares presenta su alternativa como "un nuevo contrato social para devolver el poder a los ciudadanos"

  • Asegura que la izquierda no puede darle "ni una lección" a los populares y ha asegurado que traerá a Puigdemont ante la justicia española

  • Casado ha defendido que España "no tiene que pedir perdón por nada" y que, al contrario, tiene que reivindicar su historia

El presidente del PP, Pablo Casado, ha lanzado este domingo un discurso para cerrar la Convención Nacional del partido en el que ha arremetido duramente contra el "trienio negro" del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, al que ha evitado nombrar porque, según ha dicho, "él es el pasado". En este contexto, se ha comprometido a ofrecer un nuevo contrato social a los españoles para "devolver el poder a los ciudadanos".

Así lo ha dicho en su intervención final en la Convención Nacional del PP en la plaza de toros de Valencia, desde donde ha iniciado su discurso criticando las políticas de Pedro Sánchez en materia económica y social, con especial énfasis en la gestión de la pandemia del coronavirus.

"Él es el pasado, aunque no lo sepa, ya sabéis lo que pienso de él y ni lo voy a nombrar, he venido a hablar de lo que tenemos que hacer", ha subrayado Casado, que ha hecho un repaso del "trienio negro" de Sánchez, desde que llegar al poder tras la moción de censura.

Ante esto, Casado ha erigido al PP como la formación que llega a "ofrecer a los españoles un nuevo contrato social a los españoles", un contrato que, según ha dicho, es con España, "para devolver el poder a los ciudadanos".

El líder de los 'populares' también ha tenido un mensaje para Vox y Ciudadanos, asegurando que los que llegaron a sustituirlos "se han ido quedando por el camino": "El PP es mucho PP, hemos logrado ser la única alternativa de esperanza para España".

Reivindica a Rajoy en el 1-O: "Hicimos lo que teníamos que hacer"

Casado ha reivindicado también la actuación del Gobierno de Mariano Rajoy durante el referéndum ilegal del 1 de octubre y ha afirmado que entonces hicieron lo que tenían que hacer. Además, ha prometido que, si llega al Palacio de la Moncloa, actuará con "firmeza" si los independentistas siguen por la misma senda.

Si en la campaña electoral de las catalanas el pasado mes de febrero, Casado lanzó algunas críticas la gestión de Rajoy por el 1-O, este domingo ha cerrado filas con su antecesor: "Digo una cosa más, ahora que se cumplen cuatro años del 1 de octubre: Hicimos lo que teníamos que hacer entonces y lo haremos porque tendremos que hacerlo si lo vuelven a hacer. No habrá más concesiones a nadie, y además lo haremos con firmeza y con duración", ha proclamado.

Con un auditorio entregado, que le ha interrumpido en numerosas ocasiones, Casado ha afirmado que Cataluña "es libre porque es española" y ha añadido que "lo seguirá siendo a pesar de los indultos y mesas de la vergüenza".

Además, ha prometido además traer a España al expresidente catalán Carles Puigdemont si el PP gobierna en España, aunque para ello tengan que "viajar hasta el último país de Europa para exigir el respeto" a la justicia española. "Ya está bien de impunidad con los golpistas", ha aseverado.

"Vamos a dejar de defender España con una mano atada a la espalda. Hay que usar la ley, pero toda la ley. La que ya hay y la que se necesite, y hacerla cumplir, que no es mucho pedir. Vamos a poner en pie un nuevo constitucionalismo militante. Y vamos a ganar. La deslealtad no se premia, la deslealtad se derrota", ha aseverado.

Garantizar la unidad nacional

En su intervención, Casado ha propuesto además crear un plan de refuerzo legal e institucional para garantizar la unidad nacional "sin consentir la ruptura de la ley y de la convivencia". "No dejaremos solos a los constitucionalistas catalanes, a esos que ha traicionado el PSOE con su plurinacionalidad multinivel a cambio de un plato de lentejas en Moncloa", ha afirmado.

El líder del PP ha prometido además reforzar la unidad nacional "haciendo delito la convocatoria de referéndums, la rebelión sin violencia y los indultos a condenados por sedición". Es más, ha dicho que el PP tomará "todas las medidas necesarias para que cumplan su pena de cárcel" y recuperará "la competencia sobre las prisiones en Cataluña y País Vasco".

En este capítulo, Casado ha prometido además cortar la financiación pública a partidos y asociaciones que promuevan la violencia y acabaremos con la propaganda independentista en los medios de comunicación públicos cambiando la ley audiovisual.

"Cerraremos sus falsas embajadas con la ley de acción exterior y perseguiremos el adoctrinamiento educativo reforzando la inspección educativa estatal. Ya está bien de envenenar a los niños de odio", ha resaltado en su mitin en la Plaza de Toros de Valencia

Asimismo, ha asegurado que el PP impulsará una ley de símbolos "para acabar con la quema de banderas y las humillaciones al Rey", al tiempo que hará una ley de lengua para garantizar el español en toda la enseñanza, los espacios públicos y toda la administración. "Menos prometer defender a nuestro idioma fuera de España y más garantizar que se pueda hablar y enseñar dentro", ha resaltado.

Un museo de Historia Nacional y no pedir "perdón por nada"

Es más, el líder del PP ha anunciado que el PP crearía el Museo Nacional de Historia de España al lado de El Prado y del Reina Sofía, en el actual Palacio del Ministerio de Agricultura, que pasará a los edificios de Nuevos Ministerios. "Las naciones más importantes del mundo están orgullosas de su historia, y nosotros lo estamos más aún", ha indicado.

En este punto, ha afeado al Papa Francisco su petición de perdón por los pecados de la Conquista de América porque, según ha dicho, España "no tiene que pedir perdón a nadie ni por nada, al revés nos deben dar las gracias por nuestra contribución a América con el acontecimiento más importante de la humanidad, después de la romanización, que es la Hispanidad. Se acabaron las leyendas negras y esa cultura de cancelación suicida a la que ponen los coros el propio Gobierno", ha proclamado.

Ley de concordia para sustituir a la de memoria histórica

A renglón seguido ha detallado otras partes de su estrategia de refuerzo institucional, como aprobar una Ley de Concordia que, según ha dicho, "dejará sin efecto las leyes de memoria histórica y servirá para reivindicar la Transición y la reconciliación entre los españoles".

Dentro de su listado de propuestas, Casado ha dicho que el PP impulsará una ley para "exigir la imparcialidad de la Fiscalía sin comisarios políticos y para blindar la independencia del Poder Judicial" con el objetivo de que los jueces elijan a la mayoría del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Además, ha proseguido, el PP "despolitizará" los reguladores, el Centro Nacional de Inteligencia, RTVE y el Consejo de Estado.

Un partido unido "como una piña" tras una "travesía en el desierto"

Casado ha presumido de la unidad del PP. "Unido como una piña y fuerte como una roca", ha dicho. "Gracias a los que no habéis podido entrar. Se han desbordado las previsiones. El PP vuelve a llenar la plaza de toros de Valencia", ha proclamado las puertas del coso.

"Aquí seguimos, preparados para volver a echarnos el país a las espaldas, para rescatar a nuestros compatriotas de la ruina y para abrir un nuevo horizonte para España", ha proclamado, ante un público entregado.

Casado ha hecho un repaso de sus tres años al frente del PP, recordando que cuando llegó, en julio de 2018, a la Presidencia del partido eran la tercera fuerza y hoy son la primera. "Para ello hemos tenido que recorrer una travesía del desierto: primero uniendo el partido, luego consolidando nuestro poder territorial y después recuperando el liderazgo del espacio electoral del centro derecha", ha manifestado. Para los españoles la elección "no es entre nueva o vieja política, sino entre buena y mala política", ha sentenciado y ha agradecido a los cargos y militantes del PP su gestión porque han logrado "volver a ser la única alternativa de futuro para España".

"Tenemos un plan"

El líder de la oposición ha lanzado un mensaje de ánimo a los suyos asegurando que "el cambio ya está aquí". "Estamos preparados. Pueden confiar en nosotros. Sabemos dónde vamos. Tenemos un plan para España. Estaremos a la altura de los tiempos y no defraudaremos a nadie", ha manifestado Casado, unas palabras que han venido seguidas de una fuerte ovación.

"Quiero un PP que no salga a heredar, ni a empatar, sino que salga a ganar y a gobernar, a modernizar España, a transformar la sociedad y a devolver el poder a los españoles", ha aseverado, para presentar como "la única alternativa de futuro para España".

Financiación autonómica

Casado, se ha comprometido a impulsar un nuevo modelo de financiación autonómico para otorgar "financiación justa de los servicios públicos y no a la carta de los nacionalistas" que buscan "ordeñar la Hacienda a cambio de mantener el socialismo en el poder".

En este sentido, ha criticado que la Comunitat Valenciana tuviera una financiación injusta "solo porque aquí gobernaba el PP cuando le impusieron el sistema". Esta parte ha puesto en pie tanto al presidente del PPCV, Carlos Mazón, como a la secretaria general, María José Catalá.

A ambos se ha dirigido Casado al inicio de su intervención en esta plaza "preámbulo de otra gran victoria" del PP. A Catalá la ha situado como la que "devuelva la grandeza a Valencia" y "continúe el gran legado de Rita Barberá".

A Mazón le ha situado como nuevo presidente de la Generalitat y ha asegurado que el lleno de este domingo "anticipa el ansia de los valencianos para recuperar el crecimiento y para terminar con el nacionalismo ridículo que pretende degradarlos a apéndice de los Països Catalans". "Para historia, lengua y cultura, la valenciana, y desde aquí seguiréis 'ofrenant noves glòries a Espanya'", ha agregado.

En el turno de propuestas, Casado se ha referido a varios temas de actualidad valenciana: ha rechazado la tasa turística, ha reclamado un transporte "equitativo", ha rechazado los "asquerosos casos de abusos" y ha criticado que "nadie de la izquierda haya dimitido todavía". También ha prometido una "ley de lengua" para situar el castellano como lengua vehicular.