14-F y la paradoja del 'procés', caen los partidarios de la república pero ganan los partidos independentistas

  • ERC no tendrá problemas para validar su victoria ante un PSC y un JxCat en segunda y tercera posición, según el CIS

  • Las diferentes estrategias de Aragonès y Torra pasan factura a las aspiraciones de los votantes, que ven más lejana la república

  • El apoyo a la independencia se aleja del 50% mientras solo un 9% cree que el 'procés' se completará

La XXII legislatura del Parlament de Catalunya marcada por la accidentada presidencia de Quim Torra es historia desde este mismo martes. La ley de la presidencia marcaba los pasos a seguir y así los han cumplido el president del hemiciclo, Roger Torrent, al anunciar este lunes la disolución de la cámara catalana y el president interino del Govern, Pere Aragonès, al firmar el decreto de convocatoria de elecciones, poniendo en marcha su cuenta atrás. Lo han hecho tras agotar un plazo de dos meses que, a pesar de que la normativa los destine a encontrar un nuevo president, es algo que no entraba en los planes de ninguna formación.

Desde que el 21 de octubre Torrent diera por acabada la ronda de consultas con los grupos parlamentarios en busca de un sustituto para Torra, los partidos catalanes han activado su maquinaria electoral, celebrando procesos de primarias y elaborando listas a la vez que sus discursos han ido adoptado un tono más electoral. De hecho, Aragonès, Borràs, Iceta y el resto de candidatos encaran una carrera de fondo con la vista puesta en el 14 de febrero, domingo al que ya empiezan a prever cómo llegarán ellos y el resto de formaciones.

El barómetro de diciembre del Centro de Investigaciones Sociológicas, así como el resto de encuestas practicadas hasta ahora, dan como claro vencedor a Esquerra Republicana (ERC), siendo el partido al que votarían el 16,7% de los encuestados si las elecciones se votaran ya mismo. Por su parte, los sondeos vaticinan la caída de Junts per Catalunya (JxCat), aunque este último actualiza el quinto puesto previsto por el barómetro de noviembre y escala hasta el tercero con un 9,9% de los votos. Los de Carles Puigdemont y Laura Borràs se recuperan y recortan cerca de seis puntos al grupo de Oriol Junqueras y Pere Aragonès. Por su parte, el CIS mantiene en la segunda posición al Partit Socialista Català (PSC) de Miquel Iceta, al que votarían un 0,9% menos de encuestados que en noviembre (14,3%) y con los que Junqueras ha asegurado que no pactará.

No obstante, el mayor batacazo es el protagonizado por Ciutadans (C's). La sangría de apoyos para el partido naranja, partido más votado y jefe de la oposición en la ya finalizada legislatura, sigue siendo evidente y Carlos Carrizosa todavía pierde 1,5 puntos más respecto al último barómetro: reuniría el apoyo del 6,8% del electorado. Suyo sería el quinto puesto, por detrás de En Comú Podem (ECP) de Jéssica Albiach, cuarta con el 7,6% y un punto menos que el mes anterior.

Cerrarían el hemiciclo la CUP de Dolors Sabater (4,5% de los votos, consigue 0,7 puntos más), el Partido Popular de Alejandro Fernández (3,5%, gana 1,4 puntos) y doblaría el número de escaños, el PDeCat de Àngels Chacón, con 1,2 puntos más hasta alcanzar el 1,5% de los votos; el mismo porcentaje que conseguiría Ignacio Garriga con Vox, que crece dos décimas, pero claramente insuficiente para cpnseguir el deseado 'sorpasso' al PP.

La independencia se aleja en el horizonte

Torra se hizo con la presidencia de la Generalitat en la primera legislatura tras el 1 de octubre, referéndum enquistado en el ideario independentista y que algunos grupos aspiran a repetir. Sin embargo, la gestión del primer president cesado por orden de un tribunal mientras estaba en activo no parece que haya dejado un buen recuerdo. Tan solo un 2% de los encuestados lo quieren de nuevo al frente del Govern. Por delante de él están los candidatos del PP, de C's, el ministro de Sanidad Salvador Illa, Puigdemont, el del PSC y, muy por delante, Oriol Junqueras.

Todo ello induce a pensar que las aguas se presentan mucho más apacibles para los republicanos que para JxCat. La muestra indica que ERC es el partido preferido para gobernar, probablemente empujado por su pragmatismo, en detrimento del inmovilismo y la épica de sus socios de Govern. De hecho, la contradicción en la que se ven inmersas ambas estrategias podría haber pasado factura a las aspiraciones independentistas y la república catalana parece ahora una quimera más difícil de conseguir que en momentos anteriores del 'procés'; o al menos así parecen considerarlo los votantes.

En sus mejores tiempos, el 'sí' a la independencia parecía rozar el 50%, siendo este el principal objetivo sobre el que ERC, JxCat y la CUP pivotarán sus discursos electorales a pesar parecer más lejana que antes. Del 45,3% de los que creían que Cataluña debía ser un estado independiente en 2014, ahora queda un 34,9%. Así lo expresan los encuestados del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) en los respectivos sondeos. Asimismo, un 31,9% quiere que el 'procés' acabe en una república, pero solo un 9,1% cree que lo acabe haciendo, según datos del Institut de Ciències Polítiques i Socials (ICPS) de este año.

Algo que no deja de antojarse como una paradoja, puesto que, mientras el referéndum es objetivo prioritario de las formaciones independentistas y tiñe de épica sus aspiraciones, las de los partidarios de la independencia parecen menguar. Sea una quimera para muchos o una pesadilla para otros, la independencia es el primer problema en Cataluña, por delante de la crisis económica y de la pandemia de covid-19, concluye el CIS.