El Rato más humilde sale de la cárcel: aplaude la humanidad del padre Paulino, funcionarios y desea suerte al módulo 10
Desea "mucha suerte, justicia y libertad" a sus compañeros del centro penitenciario
Rato ya pidió perdón por las tarjetas black
Agradece el trato a los funcionarios
Su imagen entrando detenido en un coche con la mano del policía en la cabeza fue histórica. El hombre que había llegado a la cumbre del FMI, el mismo por el que anhelaban muchos que siempre le vieron mejor candidato que Rajoy, el que Aznar tachó de su libro azul para sorpresa de todos tras ser el hombre de milagro económico de Espana, ese hombre se caía del pedestal. Gran orador parlamentario, altivo y seguro, su imagen con una bolsa en la mano para entrar en la cárcel de Soto del Real impactó a España entera. Ahora sale y lo hace más humilde, dando las gracias a los compañeros de prisión, ONG y los funcionarios de prisiones por ayudarle en estos tiempos.
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El expresidente de Bankia Rodrigo Rato ha salido este viernes, a las 18.00 horas, del centro penitenciario de Soto del Real tras obtener el tercer grado bajo control telemático. El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional José Castro autorizó este jueves el progreso al régimen de semilibertad tras conocerse dos días antes la sentencia absolutoria por la salida a Bolsa de Bankia. Rato entró la cárcel el 25 de octubre de 2018 después de que el Tribunal Supremo confirmara la condena impuesta por la Audiencia Nacional a cuatro años y medio por el caso de las tarjetas 'black' de la extinta Caja Madrid.
Mucha suerte, justicia y libertad a los del módulo 10
En el momento de su despedida, Rato se ha dirigido a los medios de comunicación que le esperaban y ha deseado "mucha suerte, justicia y libertad" a sus compañeros del centro penitenciario, "especialmente a los del módulo 10", de los que se lleva "muy buen recuerdo", ha añadido. También ha aprovechado para agradecer públicamente a todos los funcionarios de Soto del Real su "profesionalidad y humanidad", con una mención destacada al "padre Paulino y a las personas que le acompañan todos los domingos en la misa, que hacen una labor espléndida para todos los reclusos y todos los internos".
El ex ministro ha ensalzado también la labor de las ONG con las que ha podido colaborar mientras ha estado en la prisión, antes de marcharse de los alrededores del recinto acompañado de su mujer. El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional concedió el jueves este régimen de semilibertad porque Rato había cumplido desde el pasado diciembre más de un cuarto de su pena de 4 años y medio y esta semana fue absuelto por la salida a bolsa de Bankia, otro de sus frentes judiciales.
Tras esa decisión, la Junta de Tratamiento de la cárcel se reunió hoy para fijar la manera en que disfruta de ese tercer grado y acordar un centro de cumplimiento y plan de ejecución, con lo que Rato pudo salir del centro en la tarde de este viernes.
El ex director gerente del FMI pidió públicamente perdón por las tarjetas "black" en el momento de ingresar en prisión, el 25 de octubre de 2018, pero siempre defendió su inocencia en la salida a bolsa de Bankia, con el argumento de que la operación contó con el visto bueno de todos los supervisores.
Una vez absuelto de la acusación por la salida a bolsa de Bankia, el magistrado José Luis Castro admitió el recurso que Rato interpuso en julio contra la denegación del tercer grado, y justificó haber esperado a la sentencia para resolverlo teniendo en cuenta que la Fiscalía pedía para él hasta ocho años y medio de pena por estafa de inversores y falsedad contable.
El juez tuvo en cuenta, entre otros factores, para concederle la semilibertad que ya ha hecho frente a la responsabilidad pecuniaria derivada de su condena a 4 años y medio de cárcel por las "tarjetas black", y tiene en cuenta que pidió perdón de forma voluntaria, pública y notoria antes de su ingreso en prisión.
Entre los factores positivos para la concesión del tercer grado, el juez incluía también el hecho de que Rato haya disfrutado de permisos de salida sin incidencias y el bajo pronóstico de reincidencia del preso.
Además, su avanzada edad, 71 años, le permitiría, si se dan los requisitos legales, obtener la libertad condicional por la causa de las tarjetas "black", así como por las enfermedades coronarias que padece.