El Congreso de los Diputados ha dado luz verde al techo de gasto tras la aprobación de los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública presentados por el Gobierno de Pedro Sánchez para 2019-2021.
En total, ha salido adelante con el voto a favor de 176 diputados, –pertenecientes a PSOE, Unidos Podemos, Compromis, PNV, ERC y PDeCAT–, mientras que ha tenido a otros 168 diputados en contra, pertenecientes a PP, Ciudadanos, EH-Bildu, Foro Asturias y Coalición Canaria. Su aprobación no tendrá efectos porque el PP promete tumbarla en el Senado con su mayoría absoluta.
Esta senda eleva al 1,8% el déficit del próximo año, ofreciendo un margen presupuestario de 6.000 millones de euros, y es la antesala a uno de los mayores retos que tiene el Gobierno de Sánchez: la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2019.
En el mismo día en el que Pedro Sánchez se reúne con Quim Torra en el palacio de Pedralbes, Barcelona, y en el marco de un encuentro que ha tenido a España en vilo durante una semana en lo que a política se refiere, el apoyo independentista al techo de gasto se interpreta como un “último gesto” del bloque secesionista catalán ante la demanda de soluciones al Gobierno, al que reclaman no solo la liberación de los líderes independentistas encarcelados sino además un proyecto para Cataluña.
En este sentido, ERC ha manifestado que concede su apoyo como un gesto de “buena voluntad” para no romper los “poquísimos puentes que quedan y el muy fino hilo de diálogo” con el Gobierno, que por otro lado, sigue trabajando para que los independentistas den también el sí a los Presupuestos Generales.
Desde el PDeCAT, por su parte, Ferran Bel ha advertido de que el sí a la senda de déficit “no es la antesala de un sí a los PGE”, insistiendo precisamente en esto último: en que el apoyo a las nuevas cuentas públicas exige una propuesta de solución política a Cataluña que “no pasa simplemente por un nuevo Estatut”.
La senda del Gobierno, además de contemplar un déficit del 1,8% para 2019, flexibiliza una décima la meta para el Estado (0,4%), en dos para la Seguridad Social (1,1%) y en otras dos a las comunidades autónomas (0,3%). Así mismo, para 2019, establece un déficit del 1,1% y cuatro décimas en 2021 -todo para la Seguridad Social-, frente a los objetivos actuales del Gobierno del PP de tres décimas y superávit, respectivamente.
No obstante, pese a que el Congreso ha dado luz verde al techo de gasto, precisa del respaldo del Senado, donde la mayoría absoluta del PP volverá a rechazarlo. Será en el Pleno del próximo jueves 27 de diciembre, lo que forzará a al Ejecutivo socialista a aprobar los PGE con la senda de estabilidad del Ejecutivo anterior, el de Mariano Rajoy, que contempla un déficit del 1,3% para 2019.