{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Desde una silla de ruedas y con su gorra de militar puesta, Hermando saluda y se dirige a la puerta del hospital, donde recibe una calurosa ovación de todo el personal sanitario que aplaude su fortaleza por haber superado el coronavirus a sus 99 años de edad.
Los miembros del hospital le hacen un pasillo, homenajeado también su carrera en el ejército brasileño con incluso la presencia de un militar que toca con una trompeta para participar en el homenaje. Con sus 99 años, es el paciente de mayor edad de brasil que ha superado el coronavirus.
"Ganar esta batalla es más grande que ganar la guerra", ha afirmado el veterano, que tras dar positivo pasó dos días en la UCI con neumonía, pero gracias a su condición física se ha recuperado con normalidad.
Un ejemplo muy similar es el de otro veterano de guerra de la misma edad, Tom Moore, un británico que se ha propuesto completar 100 veces la longitud de su jardín antes de cumplir 100 años a finales de abril, una forma de recaudar dinero para el sistema sanitario de salud británico.
El anciano ha asegurado además que si la gente sigue colaborando, "continuaré después de mi cumpleaños mientras la gente siga contribuyendo al sistema". Una respuesta que los ciudadanos no han tardado en realizar: Moore lleva recaudados más de dos millones de euros.
Estos dos ejemplos que ya se han convertido en todo un símbolo de la lucha contra el coronavirus, no son los únicos. En Inglaterra, Albert Chambers, que en julio cumple 100 años, ingresó tras lesionarse la muñeca en una caída y fue diagnosticado con COVID-19.
A pesar de la preocupación de sus familiares y amigos por su avanzada edad, el anciano, que luchó en la Segunda Guerra Mundial, se recuperó sin problemas y recibió un caluroso homenaje por los miembros del personal sanitario del NHS Northeast, donde estaba hospitalizado.
Los hospitales de todo el mundo están viviendo estas semanas momentos de auténtica tensión, con miles de enfermos por coronavirus luchando entre la vida y la muerte. Por ello, cada paciente dado de alta, e incluso, cada paciente que sale de la Unidad de Cuidados Intensivos y deja de estar en peligro, se celebra como una victoria y un paso más contra esta pandemia.