La fina línea roja del alcohol: "Usarlo como medicamento para gestionar tu existencia es el problema"
La psicóloga clínica Anna Sibel explica en Informativos Telecinco los peligros ocultos que el alcohol conlleva y que suelen manifestarse camuflados
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Aunque las bebidas alcohólicas forman parte muy arraigada en muchas culturas y sociedades, estas no están exentas de riesgos. Sin embargo, más allá de los problemas a nivel físico que se pueden experimentar por elevadas ingestas, el componente de la salud mental tiene un papel igualmente muy importante. En este sentido, la psicóloga clínica y forense Anna Sibel explica que la raíz del problema consiste en "usarlo para sobrevivir emocionalmente".
¿Cuáles son las finas líneas que se rompen de forma subyacente? ¿Qué es lo que convierte al alcohol como un elemento para gestionar la propia subsistencia?
"Mucha gente lo usa como medicamento sin darse cuenta"
Se entiende la definición de medicamento como un compuesto activo utilizado para tratar una dolencia. En el terreno de la salud mental, Sibel explica que se trata del "ansiolítico más consumido del mundo y muchísima gente ni siquiera sabe que lo está usando como medicamento". Complementa el escenario con el fenómeno de encubrir patologías como la ansiedad, la depresión, traumas no resueltos o "simplemente, la sensación abrumadora de sentir que no encajamos en este mundo".
Pero, ¿por qué se utiliza esta sustancia como "tapadera emocional"? ¿Por qué tiene estos efectos? La respuesta, de acuerdo con la experta, está en la adicción "como consecuencia, como una respuesta adaptativa".
Cuando la adicción no es la causa, sino la consecuencia de algo más
Para arrojar luz en este terreno, Sibel referencia al Doctor Gabor Maté, quién es médico húngaro-canadiense especializado en estudios de los traumas: "La adicción no es una enfermedad. Es una respuesta adaptativa al dolor emocional. No hay que preguntar solamente el por qué de la adicción, sino del dolor que hay detrás de la adicción".
Las consecuencias de un trauma no gestionado o de problemas emocionales subyacentes encuentran en el alcohol una "respuesta rápida". Así pues, Sibel lo ilustra con los siguientes elementos:
- El alcohol actúa en minutos. Ofrece alivio inmediato.
- Al estar socialmente aceptado, podemos 'medicarnos' en público sin juicios de otras personas.
- Es una sustancia accesible.
- Nos crea la ilusión de conexión: nos hace sentir más sociables cuando estamos más desconectados que nunca.
Ahora bien, una situación es utilizar el alcohol como tapadera. Otra muy distinta es beber en momentos puntuales. ¿Significa esto que siempre que se bebe alcohol es para tapar problemas? En este sentido, Sibel plantea una serie de reflexiones, a través de diferentes "señales".
¿Bebemos por placer o por salud mental?
¿Cómo sabemos que estamos ante un uso inadecuado del alcohol? Aunque para establecer un diagnóstico concreto siempre se ha de acudir a tratamientos especializados y profesionales, Anna Sibel invita a que nos planteemos cosas como las siguientes:
- ¿Bebemos cuando estamos estresados, tristes o aburridos?
- ¿Estamos incómodos ante situaciones sociales sin alcohol?
- ¿Es el alcohol una 'recompensa' después de un día duro de trabajo?
- ¿Planificamos siempre actividades alrededor del alcohol?
- ¿Mentimos sobre la cantidad que bebemos?
- ¿Seguimos bebiendo a pesar de que nuestra salud física se haya deteriorado?
Aunque por encima de todas esas, la experta arroja lo que ella considera "la pregunta definitiva": ¿Somos capaces de estar emocionalmente presentes con nosotros mismos sin necesidad de alterar nuestro estado de consciencia?