Farmacias alavesas reparten medicamentos en casas de zonas rurales: "Llevamos el mostrador a casa del paciente"

Vitoria-GasteizMarisa tiene 83 años y vive en Azáceta, uno de los 47 pequeños pueblos que conforman la cuadrilla de Montaña Alavesa. Vive sola y aunque, hasta ahora, se ha valido por sí misma, desde hace un tiempo necesita ayuda para realizar varias actividades de la vida diaria. Este lunes por la mañana, le ha sonado el timbre de casa. Al abrir, se ha encontrado con su farmacéutica que ha acudido hasta allí para acercarle las medicinas que tiene pautadas.

Como ella, “como mínimo entre 200 y 300 personas” podrían recibir en Álava su medicación a domicilio, de manos de sus respectivos farmacéuticos que, durante unas horas, saldrán de detrás del mostrador de las boticas para ser ellos los que se acerquen al domicilio de los pacientes, en lugar de estos a la farmacia. Se trata de “dar respuesta a una necesidad no cubierta hasta ahora” y con la que se pretende mejorar la atención farmacéutica de la población del ámbito rural, en concreto de las comarcas de Montaña Alavesa y de Añana.

Entre ambas comarcas suman 162 núcleos rurales y solo en seis de ellos hay farmacia. En concreto, la de Bernedo y Santa Cruz de Campezo dan servicio a los 47 pueblos de Montaña Alavesa; mientras que las de Rivabellosa, Nanclares, Salinas de Añana y Villanueva de Valdegovía atienden a los 115 núcleos de la Cuadrilla de Añana.

"No son paquetes de fideos"

El objetivo del programa ‘Botika etxean eskura’ es garantizar la entrega de medicamentos a domicilio, ayudar a que los pacientes reciban la medicación prescrita conforme a las pautas establecidas por su médico, “revisar el botiquín” y controlar el uso de la medicación. “Se trata de ofrecer educación sanitaria al paciente o a su entorno”, puntualiza López de Ocáriz.

Los requisitos para participar en el programa ‘Botika etxean eskura’, puesto en marcha por el Departamento de Salud del Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Araba y el Colegio de Farmacéuticos/as, para la mejora de la atención farmacéutica de la población del ámbito rural de Álava son: ser una persona con un Grado 2 de Dependencia, que vivan en un pueblo en el que no haya farmacia y que “estén en situación de vulnerabilidad”, “que necesiten ayuda con la gestión de su medicación”.

“El paciente que cumpla los requisitos para recibir la medicación a domicilio deberá elegir uno de los 10 profesionales de Farmacia de las seis que existen entre ambas zonas”, explica Milagros López de Ocáriz, presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Álava.

Tras una primera visita para “ver el botiquín, los tratamientos, etc”, el profesional de farmacia acudirá al domicilio a acercar al paciente la medicación, por ejemplo, “en un blíster” para que este sistema personalizado de dosificación ayude, a la persona en cuestión, a tomarla correctamente. “Llevamos el mostrador de la farmacia a la casa del paciente”, resume la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Araba/Álava.

Eso sí, en un mundo en el que a la puerta de nuestras casas podemos pedir casi cualquier cosa, López de Ocáriz insiste en que los medicamentos “no son un paquete de fideos”, por lo que el servicio puerta a puerta lo realiza siempre “un profesional de Farmacia.

El proyecto contribuye a mejorar la autonomía de las personas que viven en la zona rural, con un trato cercano y personalizado por parte del profesional farmacéutico, que también formará en hábitos de vida saludables junto con el resto de profesionales sanitarios y agentes sociales.

El Departamento de Salud del Gobierno Vasco y el Departamento de Equilibrio Territorial y Ordenación del Territorio de la Diputación Foral de Álava financian este proyecto con un total de 125.000 euros anuales, con una aportación de 95.000 euros por parte del Gobierno Vasco y 30.000 euros desde la Diputación Foral.

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