Insospechado hallazgo en Vizcaya: encuentran una "valiosa escultura", olvidada durante años entre la maleza de un viejo cementerio
El ángel custodio, en buen estado pese al olvido, ha sido trasladado al Museo de Arte Sacro
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BilbaoEl hallazgo se ha producido en un antiguo cementerio, entre las ruinas de la vieja iglesia San Cosme y San Damián de Bezi, en Sopuerta. Allí, permanecía olvidada una valiosa escultura del bilbaíno José Larrea. Escondida entre la maleza que se ha ido adueñando del lugar en el que antaño muchos enterraban a sus seres queridos, el ángel custodio ha sobrevivido, desde mediados del pasado siglo, en sorprendente buen estado de conservación. En Donostia, la vegetación ocultó durante años el cementerio de los ingleses.
Según varias creencias religiosas, un ángel custodio es un ángel de la guarda cuyo cometido es proteger, guardar y guiar durante su paso por la tierra a las personas. Este, en concreto, salió de las manos del escultor José Larrea, autor de muchas de las esculturas públicas y religiosas que aún se ven en Vizcaya y alrededores.
La “valiosa” escultura fue hallada el pasado mes de junio y un equipo del Museo de Arte Sacro de Bilbao, junto con el vicario de la zona, se encargaron de rescatarla. La escultura había permanecido oculta entre la maleza durante décadas y este mismo mes de octubre técnicos de colecciones, restauradores, personal de mantenimiento y de la diócesis de Bilbao, acometieron el traslado de la obra al museo de Arte Sacro, en concreto, al departamento de Conservación.
Allí, el ángel olvidado se dejará cuidar por los profesionales del museo, que lo someterán a un proceso de limpieza y reparación que borrará el verdín y el paso de los años expuesto a la intemperie entre las ruinas del antiguo cementerio de San Cosme y San Damián de Bezi. Una vez en perfecto estado de revista, la escultura pasará a ocupar, posiblemente, el claustro para ser expuesta.
Quién fue su creador
José Larrea (1890-1976) fue un reputado escultor bilbaíno, descendiente de una saga de escultores vizcaínos encabezada por su padre Vicente Larrea Aldama (1852-1922), el primer escultor de la familia, quién abrió su taller en la calle Ribera de Bilbao y ejerció de profesor de modelado y dibujo de adorno en la Escuela de Artes y Oficios. Su obra pública, más importante, es la escultura del monumento a Samaniego en Laguardia (1883).
José trabajó en el taller familiar durante más de cincuenta años, especializándose en estatuaria religiosa, imágenes de santos para iglesias, representaciones del Crucificado y de la Virgen María, etc. Es característica en su producción la representación del Sagrado Corazón de Jesús. El bilbaíno realizó a lo largo de más de medio siglo muchas esculturas públicas y religiosas que aún se ven en Vizcaya y otros lugares del entorno.
Del cementerio al museo
El Museo de Arte Sacro fue fundado en 1961 para conservar, restaurar, estudiar y divulgar el patrimonio religioso de la Diócesis de Bilbao.
Posee una exposición permanente de más de 500 piezas, aunque cuenta con un extenso y creciente “fondo de armario” con obras de arte procedentes de los templos de Bizkaia y donaciones privadas.
Además, desde el museo se cuida de todas las obras de arte dispersas por la geografía vizcaína. Las restauraciones, cambios de ubicación de piezas, transformaciones de espacios… se gestionan desde el museo. Un instrumento para la conservación de la herencia cultural.