Los accidentes de tráfico con animales se disparan en Guipúzcoa por el exceso de jabalíes y corzos

Aunque en 2024 se cerró con 112 accidentes con animales, los datos provisionales de 2025 apuntan a un nuevo repunte: 118 siniestros registrados hasta el 10 de diciembre
Las colisiones con jabalíes y corzos se han incrementado “de manera notable” hasta convertirse en un riesgo estructural para la seguridad vial
GuipúzcoaLa presencia creciente de fauna silvestre en las carreteras de Guipúzcoa se ha convertido en un factor de riesgo cada vez más relevante para la seguridad vial. Los datos oficiales confirman que los accidentes de tráfico con animales implicados se han triplicado desde comienzos de siglo, una tendencia sostenida que preocupa a la Diputación Foral, que ya califica este fenómeno como “un problema relevante” en la red viaria del territorio.
Según la información trasladada por el Departamento de Equilibrio Territorial Verde a las Juntas Generales, a raíz de una pregunta parlamentaria de Elkarrekin Podemos, en el año 2002 se registraron en Guipúzcoa 41 accidentes de tráfico con animales, de los cuales solo dos involucraron a fauna silvestre. Más de dos décadas después, el balance es muy distinto: en 2024 se contabilizaron 112 siniestros de este tipo, con 28 animales salvajes implicados, lo que supone un aumento del 173% en el total de accidentes y de más del 1.300% en los protagonizados por animales silvestres.
La evolución de los datos muestra un crecimiento constante, especialmente acusado a partir de la segunda década del siglo. Durante los primeros años 2000, el número de accidentes con animales se mantenía relativamente estable, en una horquilla de entre 50 y 60 siniestros anuales. Sin embargo, a partir de 2011, cuando se alcanzaron los 87 accidentes, la cifra no ha dejado de aumentar.
En 2012 se superó por primera vez el centenar, con 100 siniestros, seguida de 107 en 2013. El ascenso continuó en los años posteriores hasta alcanzar 124 accidentes en 2017, 131 en 2020 y el máximo histórico en 2022, con 132 colisiones. Aunque en 2024 se cerró con 112 accidentes, los datos provisionales de 2025 apuntan a un nuevo repunte: 118 siniestros registrados hasta el 10 de diciembre, superando ya el total del año anterior.
Este mismo patrón se observa en los accidentes con fauna silvestre, que hasta 2003 no superaban los cinco casos anuales. Entre 2004 y 2016 la cifra osciló alrededor de la docena, pero desde 2017 se ha situado de forma habitual por encima de la veintena, con picos como los 39 accidentes de 2023, el registro más alto hasta la fecha.
Jabalíes y corzos, los principales protagonistas
La Diputación subraya que el aumento de estos accidentes está directamente relacionado con la expansión de especies como el jabalí y el corzo, cuya presencia es mayor tanto en zonas rurales como en entornos próximos a núcleos urbanos. Desde el departamento que dirige Xabier Arruti se reconoce que las colisiones con estos animales se han incrementado “de manera notable” hasta convertirse en un riesgo estructural para la seguridad vial.
Este fenómeno no es exclusivo de Guipúzcoa. A escala estatal, los accidentes con animales se han duplicado en la última década. En 2024, en el conjunto de España, se registraron 36.087 siniestros con fauna, lo que representa uno de cada tres accidentes de tráfico. Aunque se trata mayoritariamente de colisiones de baja gravedad, en el 1,5% de los casos hubo víctimas, con un balance de ocho personas fallecidas y 58 heridas.
Más accidentes con animales, aunque bajan los siniestros totales
Uno de los datos más significativos es el peso creciente de estos accidentes dentro del conjunto de la siniestralidad. En 2002, los siniestros con animales representaban apenas el 0,7% del total (41 sobre 5.747). Doce años después, en 2014, ese porcentaje había subido al 2,6% y en 2024 alcanzó el 4%, con 109 accidentes sobre un total de 2.690.
Es decir, aunque el número global de accidentes de tráfico ha descendido en Guipúzcoa, los que implican a animales no solo no bajan, sino que ganan peso relativo, dificultando la reducción global de la siniestralidad.
El control cinegético y la presión sobre el hábitat
El incremento de colisiones está estrechamente ligado a la sobrepoblación de jabalíes, una realidad que la Diputación intenta gestionar desde hace años mediante el control cinegético. A modo de ejemplo, Arruti recordó que en la temporada 2000/01 se abatieron unos 500 jabalíes, mientras que en la 2019/20 la cifra alcanzó los 2.644 ejemplares, lo que evidencia el fuerte crecimiento de la especie.
Incluso en la temporada 2024/25, marcada por un retraso de cinco meses debido al paro de los cazadores, se cazaron 956 jabalíes, el doble que en una temporada completa a comienzos de siglo.
A este factor se suma la fragmentación del hábitat natural provocada por infraestructuras viarias, que obliga a los animales a cruzar carreteras en busca de alimento o refugio. Para mitigar este impacto, en los últimos años se han ejecutado actuaciones puntuales que facilitan el paso de fauna en arroyos y regatas, y en la nueva variante de Zarautz se ha habilitado un corredor específico para animales, con el objetivo de mejorar la conectividad ecológica.
Protocolos de actuación y gestión de animales heridos
El Departamento de Equilibrio Territorial Verde señala que el protocolo de actuación en caso de accidente con animales está plenamente establecido y es conocido por los cuerpos intervinientes. Cuando el animal fallece, su retirada se realiza atendiendo a criterios de interés sanitario y ambiental. Si el ejemplar permanece vivo y herido, la incidencia se comunica a la Dirección de Montes y Medio Natural, que coordina la intervención de los guardas forestales para su rescate y traslado al centro de recuperación Basabizi.
Mientras tanto, las autoridades insisten en la importancia de la prudencia al volante, especialmente en carreteras convencionales, durante el atardecer y la noche, y en épocas como primavera y otoño, cuando la actividad de la fauna es mayor. La combinación de velocidad, visibilidad reducida y fauna salvaje sigue siendo uno de los principales desafíos para la seguridad vial.
