Las razones de la madre que impidió la eutanasia programada de su hija en Santiago de Compostela

La Fiscalía de Santiago de Compostela estudia desde este viernes el caso de Belén, la mujer de 54 años que solicitó la eutanasia y cuya ejecución impidió su madre este jueves al no abrir la puerta del domicilio en el que conviven al personal sanitario. Se analiza el expediente médico en el que se avaló la eutanasia de la solicitante, con esclerosis múltiple desde su juventud, y se buscará llevar a cabo la última voluntad de la mujer.

Mientras, la madre que impidió la eutanasia, cuya defensa corre a cargo de la Fundación Española de Abogados Cristianos, interpuso una denuncia en el Juzgado de Instrucción nº2 de la capital gallega en la que solicita medidas cautelarísimas para frenar la eutanasia en base a presuntas irregularidades y "exageraciones" en los informes del Hospital Universitario de Santiago y la comisión de garantía y evaluación de la eutanasia de Galicia. La progenitora pone en duda que su hija sufra "dolores insoportables", según su representación.

Las razones de la madre que impidió la eutanasia de su hija en Santiago de Compostela

Entre las razones de la madre para haber impedido la eutanasia, destacan las siguientes, según Fundación de Abogados Cristianos y recogen medios como 'El Correo Gallego' o 'ABC':

  • La madre de Belén, contraria "a que le apliquen la eutanasia" en este momento, asegura que los informes médicos están exagerados y alega que contienen muchas "falsedades y mentiras".
  • La mujer afirma que el informe de su hija señala que sufre "dolores constantes e insoportables", cuando no toma analgésicos (algo que la Ley de Eutanasia no considera indispensable para que se conceda), lo máximo un paracetamol de 650.
  • La madre afirma que la solicitante no tiene "dificultad para deglutir -comer-, ya que "come de todo" y achaca el deseo de aplicar la eutanasia a "una fuerte depresión".
  • Tampoco se habría realizado, según ha apuntado, ninguna "valoración del estado mental" de su hija y que no ha sido derivada a ningún psicólogo.
  • La representante de la fundación afirma que la solicitante "admitió" hace pocos días a una familiar que "había cambiado de parecer" y que este jueves "la propia hija reconocía que los informes estaban exagerados".
  • La madre subraya que, bajo su criterio, no se puede practicar la eutanasia a una persona que ha cambiado de opinión y que "está bien".

El caso y la historia de Belén, solicitante de eutanasia en la capital gallega

Para entrar en contexto, hay que recordar la cronología del caso. Belén, la afectada, una mujer de 54 años, fue diagnosticada con esclerosis múltiple desde los 20 años, cuando tuvo problemas en la visión de un ojo, recogen los rotativos mencionados, un síntoma que estaba vinculado a su enfermedad. A medida que avanzó el tiempo, comenzó a registrar dificultades de movilidad, hasta que su vida laboral se vio condicionada y obtuvo una jubilación anticipada en 2015. Así, pasó cuatro años con rehabilitación, pero contrajo covid y empeoró su estado, especialmente la fuerza en las piernas.

La mujer llegó a otorgar a su madre un día un poder general "para actuar en su nombre" en cualquier procedimiento jurídico, ya que, según su representación actual, su hija mostraba "incapacidad física y mental" que le imposibilitaba ejercer sus derechos y obligaciones legales. Sin embargo, la madre no procedió a la declaración de incapacidad de su hija y el pasado mes de mayo solicitó de forma voluntaria la eutanasia para poner fin a su vida. El Hospital Clínico de Santiago de Compostela avaló entonces la solicitud de la paciente. Y así, llegó el pasado martes, cuando dos responsables del Servicio Gallego de Salud (Sergas) acudieron al domicilio familiar para informarles de que se materializaría la práctica médica el jueves 2 de noviembre.

Pero la madre no abrió la puerta a las 17:00 horas del jueves. Ella afirma que no está en contra del derecho de su hija de disponer de su propia vida para evitar sufrimiento y dolor, pero no contempla que sea "de esta manera de atropellada", porque hay veces que dice que "sí" y otras que "no". La progenitora asegura que no se opone, pero solo cuando la situación lo requiera. La hermana de la solicitante, además, también apoyaría esta decisión, mientras que el padre solo pide que se haga "de manera más ordenada".

Los requisitos de la Ley de Eutanasia y la solicitud voluntaria de la paciente 

En cualquier caso, la Ley de Eutanasia contempla que uno de los requisitos es tener una enfermedad grave o incurable, como es el caso de la solicitante, o que genere padecimiento -dolores- grave. Esto último, eso sí, no es determinante para la eutanasia, sino una posibilidad. En España, en cuanto a la práctica de eutanasia, predominan pacientes de enfermedades neurodegenerativas. La Consellería de Sanidade afirma que la decisión de autorizar la solicitud de la paciente fue atendida por una comisión de garantías que estudia de manera concreta e individualizada cada caso.

Recalcan además que este la prestación de ayuda a morir fue iniciado, solicitado y deseado por la propia mujer de 54 años, una "paciente capaz y avalada por la comisión que ha reiterado su deseo de continuar con el procedimiento (de eutanasia) a su médico responsable".

Según recogen los medios citados anteriormente, la solicitante habría indicado que está "sobreviviendo", que la situación que atraviesa ahora "no es vivir". Habrá que esperar a ver qué ocurre con este caso, el cual requerirá atender varios procesos a nivel judicial.

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