Estudios

Un innovador tratamiento gallego, la esperanza contra el cáncer de piel más común

El equipo de investigación de Marisol Soengas en CNIO, clave en la lucha contra el cáncer de piel. web CNIO
  • La pontevedresa Marisol Soengas podría crear un tratamiento que salve vidas

  • El compuesto ha sido desarrollado por el laboratorio de Marisol Soengas, investigadora gallega en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas

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Un prometedor compuesto desarrollado en el laboratorio de Marisol Soengas, investigadora gallega en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), está a punto de ser probado en un nuevo ensayo clínico destinado a combatir el carcinoma basocelular, el tipo de cáncer de piel más frecuente.

Soengas, natural de Agolada (Pontevedra) y nacida en 1968, está cada vez más cerca de alcanzar un hito soñado por muchos científicos: que una investigación básica se convierta en un tratamiento que salve vidas. Su primera gran victoria llegó hace algunos años, cuando las autoridades sanitarias autorizaron el uso clínico de un compuesto, BO-110, surgido a partir de un hallazgo que su equipo realizó hace más de una década y media en el CNIO, donde lidera el grupo de investigación en melanoma.

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Una de las primeras pacientes en beneficiarse de este tratamiento fue una mujer con melanoma avanzado, que ya había sido sometida sin éxito a múltiples cirugías e inmunoterapias. "Los médicos ya no tenían más opciones para ofrecerle. Se unió a nuestro ensayo clínico y lleva casi dos años libre de enfermedad. Fue uno de los momentos más emocionantes de mi carrera", recuerda Soengas.

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El tratamiento, probado con buenos resultados en otros tipos de cánceres

Ahora, ese mismo compuesto evolucionado, llamado BO-112, será evaluado en un ensayo específico para el carcinoma basocelular. Este fármaco ya ha sido probado previamente en otros tipos de cáncer, como el melanoma, pulmón, vejiga, cabeza y cuello, y gástrico. En todos los estudios realizados, incluyendo las fases I y II, ha mostrado un excelente perfil de seguridad y una fuerte capacidad para activar el sistema inmunológico.

Más de veinte centros clínicos en diferentes países han confirmado su potencial, reforzando su uso como una nueva estrategia frente a tumores que no responden a inmunoterapias tradicionales.

La historia de BO-112 comenzó en 2009, cuando el equipo de Soengas descubrió una manera novedosa de destruir células tumorales: hacer que crean estar infectadas por un virus. Esto provoca un proceso de autodigestión (autofagia) en las células malignas, particularmente las del melanoma, el cáncer de piel más agresivo. El descubrimiento fue tan relevante que se publicó en la portada de la prestigiosa revista Cancer Cell.

El compuesto demuestra una notable capacidad para estimular el sistema inmune

Lo más sorprendente fue que este compuesto también demostraba una notable capacidad para estimular el sistema inmune, lo que lo convierte en un complemento ideal para reforzar tratamientos en casos con poca respuesta inmunológica. "Es un inmunoactivador muy potente. Nuestra idea es transformar tumores fríos, que no responden a inmunoterapia, en tumores calientes, que sí lo hacen", explica Soengas.

Gracias a este avance, nació Bioncotech Therapeutics, la primera empresa biotecnológica creada a partir del CNIO, cofundada por Soengas y Damià Tormo. Posteriormente, esta empresa se transformó en Highlight Therapeutics, que recientemente ha firmado una nueva colaboración con el CNIO para investigar específicamente el carcinoma basocelular. Esta iniciativa cuenta con casi tres millones de euros en financiación pública del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Con el tiempo, el compuesto inicial BO-110 fue refinado y dio lugar a BO-112, el cual ya ha pasado por varios ensayos clínicos y está a punto de iniciar el séptimo. "BO-112 actúa como una señal de alerta que despierta al sistema inmunológico para que combata el tumor", afirma Marisol Quintero, exdirectora de innovación del CNIO y actual directora ejecutiva de Highlight Therapeutics.

Soengas añade: "El compuesto simula una infección viral, lo que activa una respuesta inmunitaria sistémica. Esto no solo combate el tumor en un área concreta, sino que puede actuar en distintas zonas del cuerpo donde haya células cancerígenas".

En el caso del carcinoma basocelular, que será tratado en pacientes de doce hospitales, lo más relevante es que el fármaco puede llegar a áreas difíciles de operar, como las cercanas a los ojos o las mucosas. Aunque este tipo de cáncer se puede curar fácilmente con cirugía si se detecta a tiempo, en muchos casos su ubicación complica el tratamiento convencional. "Aquí es donde existe una necesidad clínica real, ya que afecta a un número muy alto de pacientes", destaca la investigadora.

Finalmente, Soengas subraya el esfuerzo de su equipo y el papel de la empresa en llevar el compuesto a fases clínicas a pesar de contar con muchos menos recursos que compañías similares en EE.UU. "Una empresa estadounidense tendría un presupuesto inicial 50 o 100 veces mayor. Aun así, nuestros resultados son muy sólidos", concluye, tal y como indica el diario La Voz de Galicia.