Vecinos de Carballeda de Avia se movilizan para dejar comida en el monte para los animales salvajes tras los incendios
Los voluntarios recogen comida en el pueblo y la llevan por las tardes hasta las zonas calcinadas del monte
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Carballeda de Avia, OurenseUna de las consecuencias, a veces olvidada, de la feroz ola de incendios que ha asolado Galicia en las últimas semanas es la situación en la que quedan muchos animales salvajes que viven en los montes. Ellos son las otras víctimas de la voracidad de las llamas. Con cientos de hectáreas arrasadas por el fuego, los pastos y zonas verdes quedan calcinados, y muchos de los animales salvajes tienen que buscar nuevos lugares donde cobijarse y tienen mucho más complicado encontrar alimentos.
El municipio ourensano de Carballeda de Avia tampoco se libró de las llamas en esta ola de incendios. El fuego que llegó el 15 de agosto, arrasó más de 4.000 hectáreas en el municipio y en el vecino concello de Beade, manteniendo en vilo a los vecinos durante varios días. Ahora, un grupo de esos vecinos, apoyados por el Concello, ha decidido movilizarse para ayudar a los animales que viven en los montes del pueblo, recogiendo alimentos.
Los vecinos descubrieron hace unos días que algunos de los trabajadores de una cantera de la zona le dejaban el pan de sus bocadillos a los conejos que visitaban los alrededores, y así surgió en un primero momento la opción de poder llevarles hierba para estos conejos. Ahora, esos conejos tienen cereales, paja, maíz y comida todos los días. Y los conejos acuden cada día en busca de alimento.
Pero son muchos los animales que siguen vagando estos días desorientados por el monte. "Yo mismo me encontré ayer a dos ciervos pequeños, desorientados, perdidos en el monte" cuenta el alcalde Luis Milia, quien desde el primero momento apoyó el plan de sus vecinos.
Decenas de vecinos se han unido a la iniciativa donando comida o subiendo al monte
La iniciativa se ha ido ampliado. Y la solidaridad vecinal va creciendo cada día. Durante los peores días de los incendios, decenas de vecinos se unieron en un grupo de Whatsapp para ayudar en la extinción y alertar de nuevos focos. Ahora, esos mismos vecinos, tienen una nueva misión: que a los animales de los montes del pueblo no les falte comida.
En un local del Concello se recoge toda la ayuda que donan los vecinos: pienso, cereales, pan y productos de la huerta, y también agua y bebederos, "porque hasta ahora no había llovido nada", cuenta Santiago Vázquez, uno de los vecinos implicados en esta iniciativa.
Cada día suben al monte a repartir todos los alimentos que recogen. Hay vecinos que han donado pienso, otros las verduras de su huerta, lo que tengan, relata Santiago. "Un día te llama un señor que tiene manzanas de sobra, pues le decimos donde puede ir a dejarlas en el monte", detalla.
No todos los alimentos son apropiados, advierten. Los voluntarios recogen pan, frutas, verduras o semillas, y agua, para ir llevando los alimentos de manera escalonada y evitar que se acumulen en el monte.
El resultado está empezando a verse, comentan. Cada día descubren nuevas huellas de jabalíes, corzos. zorros o algún tejón, que se han acercado a las zonas donde han dejado alimentos, para comer o beber. Además, al tratarse de cereales, verduras o frutas, en caso de que no los coman, no se altera el entorno y podrían volver a convertirse en semillas.