Derrumbe de un edificio histórico de Ferrol debido al fuerte temporal de lluvia y viento

Edificio de Ferrol. Bomberos de Ferrol
  • Las lluvias intensas y el deterioro acumulado han provocado desalojos, cortes de calles y han reforzado la alerta sobre inmuebles en riesgo

  • El edificio acumula numerosos expedientes de disciplina urbanística y se había declarado la ejecución subsidiaria para proceder al vaciado interior

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FerrolAlrededor de las 22:00 horas, la tranquila noche de Ferrol se vio interrumpida por una llamada urgente de varios vecinos alertando sobre un derrumbe interior en la calle Sánchez Barcaiztegui nº 22. La preocupación se mezclaba con la incredulidad: el edificio, emblemático en su época y ya visiblemente deteriorado, estaba finalmente cediendo ante el paso del tiempo y las fuertes lluvias.

Hasta el lugar se desplazaron los bomberos con autoescalera, la Policía Local, el arquitecto municipal, el director general de Urbanismo y la concejala Blanca García, quienes comprobaron que los forjados de la primera, segunda y tercera planta colapsaron hacia la mitad del inmueble orientada a la calle María. Según relató uno de los bomberos presentes, “la estructura estaba muy debilitada, y las lluvias intensas hicieron que finalmente cediera de manera inevitable”. Afortunadamente, el derrumbe se produjo dentro de la envolvente del edificio y no se registraron daños personales ni materiales, aunque la imagen del interior semiderruido impresionó a todos.

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Cortes de calles y desalojos preventivos

Para garantizar la seguridad de los vecinos, se procedió a cerrar la calle Sánchez Barcaiztegui desde Sol hasta María y la calle María desde Coruña hasta Sánchez Barcaiztegui. Además, fue necesario desalojar el edificio contiguo, ubicado en la calle María 152-154, proporcionando alojamiento provisional a quienes no contaban con un lugar donde pasar la noche.

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El Concello recordó que este inmueble llevaba años en estado avanzado de deterioro y acumulaba numerosos expedientes de disciplina urbanística. También se había declarado la ejecución subsidiaria para vaciar su interior, medida que buscaba minimizar riesgos mientras la propiedad gestionaba la licencia de obras, concedida el 10 de abril de 2025. La empresa constructora contratada ya tenía planeado iniciar los trabajos en enero, y se espera que las obras comiencen esta misma semana, permitiendo que los vecinos regresen pronto a sus hogares.

Una vecina desalojada comentó: “Nunca pensamos que fuera a derrumbarse de esta manera, pero siempre supimos que estaba en ruinas. Gracias a los bomberos y al Ayuntamiento pudimos pasar la noche a salvo”.

El temporal deja su huella en toda la ciudad

El colapso del edificio coincidió con numerosas emergencias por las fuertes lluvias en Ferrol y Narón. En Ferrol, se registraron inundaciones en la avenida del Mar, plaza de España, calle Irmandiños y carretera de San Xoán, además de caídas de árboles en Valón que complicaron el tráfico y generaron riesgos adicionales.

En Narón, los efectivos del SPEIS intervinieron en anegamientos en la FE-11 y la estrada da Gándara, además de cortes de árboles en Sedes, mostrando cómo el temporal afectó a toda la comarca y puso a prueba la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia.

Un bombero relató: “Fue una noche larga y complicada. Mientras gestionábamos el derrumbe, recibíamos llamadas por inundaciones y árboles caídos. La coordinación fue clave para evitar que alguien resultara herido”.

Historia y riesgos acumulados

El edificio derrumbado, uno de los símbolos arquitectónicos de Ferrol en décadas pasadas, llevaba años mostrando signos de abandono: paredes agrietadas, filtraciones de agua y forjados debilitados. Según los técnicos municipales, el colapso parcial era previsible, dado el estado avanzado de deterioro y la presión adicional provocada por las lluvias intensas.

El Concello enfatizó que ya se habían tomado medidas preventivas, incluyendo la declaración de ejecución subsidiaria y coordinación con la empresa constructora, pero el temporal aceleró el colapso. Este episodio evidencia la importancia de mantener vigiladas las edificaciones antiguas y de actuar de manera preventiva para proteger a los vecinos.

Un residente histórico de la zona recordó: “En su momento este edificio fue imponente, pero con los años quedó olvidado. Ver cómo se derrumba da tristeza, pero también nos recuerda que estas estructuras necesitan atención”.

Perspectivas y seguridad futura

Con las obras próximas a iniciar, las autoridades confían en que los riesgos quedarán controlados y que los vecinos desalojados podrán regresar pronto a sus hogares. Por otro lado, la emergencia ha despertado un debate sobre la gestión de edificios antiguos en la ciudad, la necesidad de inspecciones periódicas y planes de mantenimiento preventivo, y la importancia de actuar antes de que ocurran colapsos que puedan poner en peligro vidas humanas.

El colapso en Ferrol sirve como advertencia sobre la combinación de lluvias extremas y estructuras deterioradas, y como recordatorio de que la prevención y la acción rápida pueden marcar la diferencia entre un incidente sin víctimas y una tragedia.