Galicia usará datos anónimos de móviles para anticiparse a la masificación del Camino de Santiago
La tecnología permitirá detectar tramos saturados y nuevas formas de peregrinar
El sistema respetará la privacidad y ayudará a planificar servicios y proteger el Camino
La Xunta de Galicia da un paso más en la gestión del Camino de Santiago con la ampliación de un sistema tecnológico que permitirá analizar en tiempo real los flujos de peregrinos a través de las señales emitidas por sus teléfonos móviles. El objetivo es claro: anticiparse a la saturación, mejorar la planificación de servicios y adaptarse a nuevas formas de peregrinar que están ganando peso en los últimos años.
El proyecto, impulsado por la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega) en colaboración con Turismo de Galicia, ampliará la red actual de sensores y reforzará el análisis de datos para comprender mejor cómo, cuándo y por dónde se mueven los caminantes.
Más sensores para conocer mejor al peregrino
Actualmente, Galicia cuenta con 12 sensores activos distribuidos en distintos puntos del Camino. Con la nueva licitación, se instalarán 22 dispositivos adicionales, ampliando la cobertura geográfica y la capacidad de análisis del sistema. La inversión ronda el medio millón de euros.
Estos sensores funcionan mediante métodos no invasivos, captando las señales anónimas que emiten los teléfonos móviles en un radio aproximado de 15.000 metros cuadrados, sin almacenar datos personales ni permitir la identificación de los usuarios. La Xunta subraya que el sistema respeta plenamente la privacidad, ya que solo trabaja con patrones agregados de movilidad.
Gracias a esta tecnología, será posible medir recorridos, tiempos de estancia, frecuencia de paso y, en algunos casos, el tipo de desplazamiento, si el peregrino camina, va en bicicleta o a caballo.
Controlar la saturación y planificar servicios
Uno de los grandes retos ahora mismo del Camino es la presión de visitantes en determinados momentos del año, especialmente en años Xacobeos o durante los meses de verano. Con esta información, la administración podrá anticipar picos de afluencia, reforzar servicios, mejorar la señalización y ajustar recursos como albergues, limpieza, seguridad o atención sanitaria.
Los datos permitirán además informar a los concellos sobre la llegada prevista de peregrinos, facilitando una gestión más sostenible del territorio y evitando colapsos en los puntos más sensibles.
Nuevas tendencias: el Camino al revés y peregrinos recurrentes
El sistema también permitirá analizar nuevos hábitos que hasta ahora solo se intuían. Entre ellos, el creciente interés por hacer el Camino “al revés”, es decir, regresar caminando tras llegar a Santiago o continuar hasta Fisterra y Muxía.
La Xunta quiere saber cuántas personas optan por esta modalidad, cuánto tiempo permanecen en Compostela y si repiten la experiencia en años posteriores por rutas diferentes. El análisis permitirá detectar peregrinos recurrentes, que completan los distintos caminos a lo largo del tiempo, como el Francés, el Portugués o el del Norte.
También se estudiará si los peregrinos realizan el trayecto de forma continua o lo fragmentan en varias etapas repartidas en distintos meses o años, un comportamiento cada vez más habitual.
Tecnología para un Camino más sostenible
Más allá de la planificación turística, el proyecto tiene un enfoque claro hacia la sostenibilidad. Conocer la presión real que soportan determinados tramos ayudará a proteger el patrimonio, reducir el impacto ambiental y evitar la degradación de los espacios más concurridos.
La plataforma permitirá incluso estimar tiempos de espera en monumentos, colas para albergues o puntos de alta demanda, información que podría trasladarse a webs y aplicaciones para redistribuir visitantes y mejorar la experiencia del peregrino.
Galicia se sitúa así en la línea de otras grandes rutas culturales europeas que ya emplean big data y análisis de movilidad para compatibilizar turismo, conservación y calidad de vida de los residentes.