Muere el Papa emérito Benedicto XVI a los 95 años de edad

Benedicto XVI, el 265º papa de la Iglesia católica y séptimo soberano de la Ciudad del Vaticano, ha fallecido a los 95 años de edad. El Papa Francisco había pedido "rezos y oraciones" por el emérito, que estaba "muy enfermo".

Su estado de salud había empeorado drásticamente

Según ha informado la Conferencia Episcopal Española, Joseph Aloisius Ratzinger ha fallecido a los 95 años de edad este sábado 31 de diciembre a las 9.34 horas.

En los últimos dos años el estado de salud de Benedicto XVI había empeorado drásticamente y su salud era ya "irrecuperable". Además de los problemas para articular palabras, no podía desplazarse con autonomía y precisaba en todo momento de una silla de ruedas.

El cuerpo de Benedicto XVI será expuesto en la basílica De San Pedro del Vaticano

El cuerpo de Benedicto XVI será expuesto en la basílica De San Pedro del Vaticano donde será honrado por los fieles que quieran pasar a darle un último adiós a partir de este lunes.

Benedicto XVI ha estado acompañado en todo momento por su secretario personal, Georg Ganswein y por las cuatro laicas, sin ningún tipo de voto ni hábito, llamadas Memores Domini de Comunión y Liberación, que se han ocupado en estos últimos años de su asistencia en las actividades cotidianas.

Benedicto XVI, el primer Papa que renunció en 700 años

El 28 de febrero de 2013, entre gritos de 'Viva el Papa' y aplausos, tras 2.872 días, dos horas y 10 minutos, intensos hasta el último, concluía el Pontificado de Benedicto XVI tras anunciar su renuncia unas semanas antes por falta de fuerzas y por el bien de la Iglesia.

Se convertía entonces en el primer Papa que renunciaba en 700 años. "No abandono la cruz", precisó en su última audiencia, aunque días antes había indicado que permanecería "oculto para el mundo".

Su longevidad como Papa emérito, más de nueve años y medio, ha superado la duración de su pontificado.

Benedicto XVI vivía desde su renuncia al Pontificado en 2013 en el Convento Mater Ecclesiae, un edificio reformado en época de Juan Pablo II, que se encuentra dentro de los jardines del Vaticano.

Una de las últimas imágenes de Benedicto XVI

Hace varios años que el Papa emérito no participaba en eventos públicos y no hay imágenes de vídeo recientes, pero la Fundación Vaticana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI suele publicar fotos de las pocas visitas que recibía.

Una de las últimas instantáneas es del 1 de diciembre, cuando recibió en el convento Mater Ecclesiae a las dos personalidades galardonadas con el Premio Ratzinger por el Papa Francisco: el padre Michel Fédou, biblista francés, y el profesor Joseph Halevi Horowitz Weiler, jurista judío, acompañados por el presidente de la Fundación Vaticana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, el padre Federico Lombardi.

Las acusaciones de encubrimiento en un caso de abusos sexuales 

Benedicto XVI protagonizó varias polémicas durante su carrera en la Iglesia Católica, entre ellas las acusaciones de encubrimiento en un caso de abusos sexuales cuando era arzobispo de Múnich y Freising entre 1977 y 1982.

Las investigaciones comenzaron tras la denuncia por parte de un hombre natural de Baviera que ahora tiene 38 años, pero que en el momento de los hechos era menor, contra el sacerdote Peter Hullermann al que acusa de haber cometido abusos sexuales contra él en las décadas de 1970 y 1980. Ahora el tribunal de Alemania pretende discernir jurídicamente la responsabilidad de la omisión en el caso tanto del Papa emérito como de su sucesor, el cardenal Friedrich Wetter.

En la denuncia figura un informe sobre el sacerdote publicado en enero que da cuenta además de otros abusos cometidos por parte de funcionarios eclesiásticos de la archidiócesis. Según las investigaciones, en lugar de entregar al sacerdote a la justicia civil, los responsables de la diócesis lo trasladaron a otros lugares, manteniéndolo en activo como sacerdote.

La huella de Benedicto XVI en España

En sus ocho años de Pontificado, la barca de San Pedro, conducida por Benedicto XVI, también encontró, tal y como dijo el Papa emérito en su última audiencia, días de "pesca abundante" entre los que pueden contarse las Jornadas Mundiales de la Juventud. De hecho, el primero de sus 24 viajes fuera de Italia fue el que realizó a su tierra, Alemania, con motivo de la JMJ de Colonia en el año 2005.

Sin embargo, la que queda más cercana en el recuerdo de todos es la JMJ que se celebró en agosto de 2011 en Madrid, en la que participaron cerca de dos millones de jóvenes.

España fue el destino de otras dos de sus visitas, una a Valencia en 2006, con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias, viaje que se vio ensombrecido por el accidente mortal de Metrovalencia, en el que murieron 43 personas, que fue motivo para que Benedicto XVI alterara su agenda para rezar un responso por las víctimas en la estación siniestrada y encontrarse con sus familiares. Además, en 2010, visitó Santiago de Compostela donde ofició una Santa Misa con motivo del Año Santo Compostelano y Barcelona, donde presidió otra Eucaristía de dedicación de la Sagrada Familia.

Uno de sus últimos viajes apostólicos fue el que realizó a México y Cuba del 23 al 29 de marzo de 2012, países donde dejó mensajes a favor de cambios y libertad, en contra del embargo en Cuba y en contra del narcotráfico y la violencia en México. Asimismo, en su último viaje, con destino a Líbano, con motivo de la firma y publicación de la Exhortación Apostólica Postsinodal de la Asamblea Especial para Oriente Medio, aprovechó para exhortar al cese de la exportación de armas a Siria y para llamar a la paz en Oriente Próximo.

Aunque si algo marcó su paso por el ministerio petrino, además de lo novedoso de su renuncia, fueron sus encíclicas. Cuando los expertos pensaban que todo el Concilio Vaticano II estaba exprimido en los textos de Juan Pablo II, Benedicto XVI sorprendió en 2005 con 'Deus Caritas est', en la que profundiza en el amor de Dios; en 2007, con 'Spe salvi', sobre la idea de la esperanza en la vida eterna y en 2009 con 'Caritas in Veritate', en la que aborda los temas del desarrollo de los pueblos y de las desigualdades sociales en el marco del principio de la crisis económica. Así, aunque de cardenal pasó a ser Papa y de Papa a Romano pontífice Emérito, nunca dejó de ser un gran teólogo.