Una guerra que cuesta billones a la economía mundial y frena, sobre todo, a Europa

  • Los costes económicos de la ilegal guerra de Rusia contra Ucrania se estiman en varios billones con b de euros.

  • Europa, que evitará la recesión en 2023, según las estimaciones prevista para este año, sí que ve frenado su crecimiento, aunque en Rusia las consecuencia de la guerra también se notan.

Las consecuencias económicas de la ilegal invasión que Rusia comenzó este viernes hace justo un año contra Ucrania son de orden global. No es la guerra de agresión ordenada por el presidente Vladimir Putin sobre su país vecino un conflicto regional.

Al menos, así parece en términos económicos. De lo contrario, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) no habría calculado que el golpe a la economía mundial de las ambiciones bélicas del inquilino del Kremlin se valoran en billones de dólares. Concretamente, 2,8 billones con b de dólares (unos 2,6 billones de euros), según los cálculos que hacía la organización con sede en París a finales del año pasado.

Por supuesto, el país más afectado en la invasión es el agredido, Ucrania. Económicamente, según cálculos del Ministerio de Economía del Ejecutivo que lidera Volodímir Zelenski, la economía ucraniana se contrajo un 30,4% en 2022. Esta caída del PIB de Ucrania es la peor sufrida en el país desde la independencia, lograda en 1991.

“Esta estimación es una estimación gruesa, pero plausible porque una parte importante del territorio de Ucrania es actualmente un campo de batalla o está ocupado militarmente, lo que reduce masivamente las posibilidades de producción. Estamos hablando de, ahora mismo, un 20% del territorio, pero antes, el año pasado, el porcentaje fue mayor”, explica a NIUS Kaus-Jürgen Gern, economista del Instituto para la Economía de Kiel (IfW, por sus siglas alemanas). El IfW es un centro de estudios económicos convertido en referente en lo que al análisis de la ayuda financiera, militar y humanitaria que está recibiendo Ucrania desde que comenzó la invasión rusa.

La Producción industrial y la del sector agrícola – Ucrania es una potencia exportadora de cereales, por ejemplo – ha caído sensiblemente en el país por culpa de la invasión. Áreas económicas como los servicios también se han visto afectadas por los daños de los bombardeos rusos a la infraestructura civil rusa.

La caída del PIB ucraniano se esperaba del 45,1%

La caída del 30,4% del PIB indica que se ha roto en Ucrania con la mejoría que se observaba en los datos de crecimiento que ofrecía el país de Zelenski un año antes de la invasión. Tras otra contracción en 2020 por culpa de la pandémica COVID-19, el PIB ucraniano en 2021 había crecido un 3,4%.

Esa contracción del PIB del 30,4% experimentada por Ucrania en el primer año de invasión da cuenta de lo mucho que ha afectado la guerra a la vida económica del país de Zelenski. Ucrania, desde 2014, año en que Rusia se anexionó ilegalmente Crimea y el Kremlin apoyó a los separatistas del Dombás, era un país en guerra, aunque sin duda no sometido a la intensidad de un conflicto como el actual. La guerra de Rusia contar Ucrania ha devuelto al 'viejo continente' imágenes propias de la Segunda Guerra Mundial.

En 2014 y 2015, de hecho, el PIB de Ucrania también se contrajo, aunque no en unas proporciones como las actuales. Aún así, el 30,4% es una contracción del PIB sensiblemente inferior a la que a principios de la invasión rusa estimó el Banco Mundial. Esta organización vio a la economía ucraniana caer hasta un 45,1% en 2022 por culpa de la invasión.

Europa, la región que asume más consecuencias económicas

Al oeste ucraniano, los vecinos europeos también han tenido que asumir costes económicos importantes en este primer año de guerra rusa contra Ucrania, especialmente aquellos que, como Alemania, se hicieron dependientes del gas de la Rusia de Vladimir Putin.

El canciller germano, Olaf Scholz, se ha visto obligado, de hecho, a romper con la tradicional idea de su país consistente en hacer tratos energéticos con Rusia con la esperanza – a estas alturas vana – de cambiar el comportamiento del inquilino del Kremlin.

Esa ruptura explica, entre otras cosas, que en 2023 en Berlín puedan sacar pecho de ser un país que se ha independizado de las fuentes de energía rusas. El viraje hacia otras fuentes de energía, y la compra de otro gas más caro que el ruso, está detrás, también, del alza de precios que sufren las economías europeas

Con todo, las economías europeas parece que escaparán a la recesión en este 2023, según los cálculos que hacen las autoridades de la Unión Europea. En 2022, el crecimiento de la UE fue del 3,5%.

La economía alemana, la mayor del 'viejo contiene' y considerada el motor del crecimiento en la UE, sin embargo, da muestras de fatiga frente a los esfuerzos que ha supuesto abandonar un modelo de negocio basado en el gas barato ruso. En 2023, según las previsiones que se hacen en el país de Scholz, habrá crecimiento, pero poco, algo por encima al 0%.

“Los países que más se han visto afectados por la guerra se han visto afectados, principalmente, por el alza de los precios energéticos y por el alza de los precios de los alimentos”, comenta Gern desde el IfW.

“Europa es la región del mundo que más se ha visto afectada por la guerra porque es una región que tenía dependencia del gas ruso y ese gas se encareció. Ha habido un shock energético”, abunda este economista, que no se olvida de que otros países, en vías de desarrollo, que también sufren las consecuencias económicas de la guerra, y mucho. Estos países pobres no sólo importaban energía de Rusia, sino que también adquirían alimentos de Ucrania.

Un apoyo económico internacional a Ucrania del que carece Rusia

Con todo, la Unión Europea se ha convertido en el mayor soporte financiero que ha encontrado Ucrania. Cerca de 30.000 millones de euros se han comprometido a dar al país de Zelenski las instituciones europeas, según las últimas cuentas del IfW, en Kiel.

Por sí solos, los países de la UE que más apoyo financiero han aportado a los ucranianos son Alemania, Polonia y Francia. Los tres están por detrás de Estados Unidos (25.110 millones de euros), el Reino Unido (entre 2.000 y 3.000 millones de euros) y las instituciones europeas, que constituyen el trío de mayores donantes en términos económicos, según las cuentas que hacen en el instituto de Kiel.

“Ucrania tiene unas grandes necesidades financieras”, señala Gern. Entre otras cosas, porque necesita recursos para su administración y porque muchas de las adquisiciones militares del extranjero para asumir la guerra tienen que pagarse.

Por su parte, Rusia se encuentra en una situación distinta.“Rusia no recibe ayuda financiera internacional. El país tiene recursos financieros gracias a los ingresos del petróleo y el gas que ha vendido y vende. Incluso cuando parte del capital del país está congelado por las sanciones, aún quedan fondos en Rusia y negocios por hacer con otros países”, señala este experto.

La economía rusa cayó un 2,1% en el año de la guerra, en 2023 crecerá un 0,3% según el FMI

Él considera que, si da la impresión que Vladimir Putin no va dar marcha atrás en su agresión contra Ucrania, es porque “gran parte de lo que necesita Rusia para la guerra, lo puede producir en su territorio: soldados, material y demás...”. Pero eso no quiere decir que Rusia no esté pagando el precio de las sanciones internacionales ni de la guerra.

“Al principio, al poco de comenzar la guerra, no se notaron las sanciones porque el precio de la energía subió mucho. Luego, con el tiempo, los precios han bajado. Y esto es algo que se empieza a notar en los ingresos del Estado ruso”, comenta Gern.

La economía rusa se contrajo un 2,1% según datos de esta semana del Servicio Federal de Estadística de Rusia (Rosstat). Eso sí, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ve a Rusia creciendo un 0,3% en 2023.

Tanto para Rusia, como para Ucrania, Europa y el resto del mundo, la guerra contra el país de Zelenski abre un horizonte de gran incertidumbre, también económica, que afecta a todos. Para Gern, el economista del IfW de Kiel, “lo más frustrante es que en el horizonte no hay perspectivas de cambio”.