La advertencia de una madre que perdió a su hijo de 3 años tras contraer un herpes

El intenso dolor por el que están pasando los padres del pequeño fallecido Raffy Holliday tras contraer un herpes, lo están intentando transformar en una lucha para aumentar las pruebas del virus en los hospitales.

Raffy Holliday, de tres años, se encontraba en el hospital londinense de Great Ormond Street recibiendo tratamiento para curar la leucemia que padecía, pero contrajo el virus del herpes humano 6B y falleció al sufrir una inflamación en el cerebro.

Un elevado porcentaje de niños menores de 3 años contraen esta nueva cepa de herpes, que provoca fiebre y sarpullido, pero la mayoría pasan por la enfermedad de manera leve ya que su sistema inmunológico les protege. El problema en aquellos niños que tienen el sistema inmunológico debilitado, la enfermedad puede ser mortal.

Sistema inmunológico debilitado

El niño había recibido un trasplante de médula ósea y vivió durante dos años con el virus activo en su cuerpo antes de que finalmente fuese la causa de su muerte.

La madre de Raffy asegura que después del trasplante se le sometió al pequeño a numerosas pruebas rutinarias para detectar virus del herpes, pero no se le hizo la que detecta la cepa HHV-6B, según recoge Daily Mail.

La señora Holliday no quiere que ninguna otra familia tenga que padecer el fallecimiento de uno de sus integrantes debió a este virus por lo que lucha para que la NHS (el Servicios Nacional de Salud del Reino Unido) incluya en sus pruebas rutinarias semanales la del virus del herpes HHV-6B.

“Raffy no tenía sistema inmunológico, no tenía nada para combatir el virus. Progresó de su sangre a sus órganos y se volvió muy peligroso”, destacó la madre del menor fallecido.

“La cepa HHV-6B es la forma más común reactivada del virus del herpes después del trasplante, por lo que no puedo entender por qué no realizan la prueba. Es muy frustrante”.