Esther Pinilla J. 22 ABR 2025 - 05:30h.

La muerte del papa Francisco ha dejado un vacío profundísimo no solo en la Iglesia Católica, sino también en el corazón de millones de fieles e incluso no creyentes de todo el mundo. Entre ellos, la familia real española, que durante más de una década ha mantenido una relación cercana, cordial y cargada de gestos simbólicos con el pontífice argentino.

El papa Francisco marcó un antes y un después en el Vaticano con el inicio de su pontificado en 2013. Su enfoque resonó en el mundo entero, y encontró eco en la Casa Real española, que atravesaba entonces un período de transición y renovación institucional.

Entonces, los encuentros entre los reyes y el papa fueron numerosos. Juan Carlos I, ya en su condición de rey emérito, fue recibido por el pontífice en una audiencia privada en 2014. Aquel encuentro, que se produjo en un momento complejo para la imagen pública del monarca, fue interpretado como un gesto de acogida y respeto por parte de Francisco.

La reina Sofía también mantuvo una relación cercana con el Vaticano, asistiendo a canonizaciones y otros actos litúrgicos de importancia. En todas sus apariciones junto al papa, la soberana mostró su profunda fe católica y su compromiso con los valores católicos, algo que siempre la ha caracterizado.

Los reyes Felipe y Letizia, por su parte, también han seguido en contacto con el papa a través de visitas oficiales. Fue en marzo de 2013 cuando los entonces príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, asistieron a la misa de inicio del pontificado en la Plaza de San Pedro. Aquel fue su primer encuentro con Francisco, un momento histórico que marcaría el comienzo de una relación cercana que fue creciendo con el tiempo. También en 2014, un día después de que Felipe fuera proclamado rey.

El privilegio del blanco

Ese día llamó la atención no solo la presencia de la pareja real, sino también un detalle que pasó a la historia de la etiqueta vaticana: Letizia vistió de blanco. Este gesto no era una licencia de moda, sino un privilegio reservado a muy pocas mujeres en el mundo, conocido como el 'privilegio del blanco'.

El 'privilegio del blanco' es una tradición vaticana que permite únicamente a las reinas casadas con monarcas católicos y con una especial relación con la Santa Sede vestir de blanco en presencia del papa. En este reducido grupo se encuentran las reinas Sofía y Letizia. Ambas han hecho uso de esta distinción en distintas audiencias con Francisco, destacando siempre por su sobriedad y elegancia.

Letizia ha sido particularmente reconocida por la sobriedad de sus elecciones en este tipo de eventos, optando por vestidos blancos sin ornamentos ostentosos, que transmiten tanto respeto como dignidad. La reina Sofía, por su parte, ya había hecho uso de este privilegio durante los pontificados anteriores, y lo mantuvo en sus encuentros con Francisco, consolidando así la cercanía que siempre ha tenido con el Vaticano.

La broma de Felipe VI

Otro de los momentos más comentados lo protagonizó el rey Felipe con el papa Francisco. Ocurrió en una de las visitas oficiales de los soberanos al Vaticano, en 2014, pocos meses después de su proclamación como monarca. Tras el protocolo habitual, se vivió un momento inédito que reveló el carácter del pontífice y la naturalidad del monarca español.

Felipe, con su habitual sentido del humor, bromeó con Francisco, diciéndole: "¿Los monaguillos delante?", en alusión a la anterior visita al Vaticano de sus padres los reyes Juan Carlos y Sofía, cuando el pontífice, con esa misma expresión, les invitó a pasar antes que él. "Así es, ¿se lo contó su padre?", contestó con una ligera sonrisa el papa antes de ceder el paso a Felipe VI y Letizia, reflejando la buena sintonía entre ambos.

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