Las hipótesis alrededor del robo en el museo del Louvre de París: del narcotráfico o un encargo hasta una injerencia internacional

El museo del Louvre de París, tras el robo. Europa Press
Compartir

Francia continúa impactada por el robo ocurrido este domingo en el icónico museo del Louvre de París. El suceso, de película, pero real, ha dejado al descubierto la vulnerabilidad del museo más visitado del mundo, lo que ha generado en el país tanto pesar como indignación. Los ladrones, que se llevaron joyas de incalculable valor, y no solo por lo económico sino especialmente por lo histórico y cultural, aún no han sido capturados. Con las autoridades en su búsqueda, todavía hay muchas hipótesis abiertas alrededor del robo, como informa en el vídeo Carlos Herranz.

¿Fue un robo por encargo? ¿Una injerencia internacional por parte de algún líder internacional que haya querido sacar los colores a Francia? ¿Está el narcotráfico tras lo ocurrido? Por el momento, las autoridades francesas no privilegian o priorizan ninguna hipótesis sobre la otra y siguen buscando alguna pista. Todo ello mientras lo que sí que aumenta es la tormenta política, con intercambios de críticas y acusaciones en medio de la indignación por o ocurrido, que pone al país en el foco y lo pone en cuestión en materia de seguridad.

PUEDE INTERESARTE

Tensión en Francia por el robo en el museo del Louvre de París

En el día de ayer, lunes 20 de octubre, dentro del museo del Louvre, que permaneció cerrado para los visitantes, se celebró una reunión muy tensa entre la dirección y los sindicatos que llevaban tiempo avisando de que un robo como el del pasado domingo podía acabar produciéndose.

Precisamente, la directora del Louvre va acudir el próximo miércoles a la Asamblea Nacional para dar explicaciones. El Parlamento francés planea crear una comisión de investigación para depurar responsabilidades, mientras al mismo tiempo continúa la operación de las fuerzas de seguridad para dar con el comando de cuatro ladrones.

PUEDE INTERESARTE

Conmoción y estupefacción por el robo de las joyas del Louvre

Entre tanto, en París todavía hay quien no da crédito. Tampoco los miles de visitantes que estaban en el museo el mismo día en que sucedió todo, cuando rápidamente se desataban las alarmas tras recibir un aviso repentino instándoles a abandonar el lugar. En los momentos más caóticos del suceso, había quien incluso pensaba que estaba siendo desalojado por una alerta terrorista.

Formando largas hileras y en estampida, los visitantes que ese día estaban en el museo se apresuraron a salir según las indicaciones, mientras en Francia la noticia del robo en el mismísimo museo del Louvre comenzaba a extenderse por todo el país, trascendiendo rápidamente también sus fronteras: como si de una producción audiovisual se tratase, unos encapuchados lograron entrar y llevarse un compendio de joyas de altísimo valor económico y cultural.

Fue entre las 9:30 y las 9:40 horas, a plena luz del día, cuando los delincuentes se acercaron al lugar en motocicleta, empleando un montacargas para, como si discípulos del famoso ladrón Arsène Lupin se tratase, acceder a la llamada ‘Galería de Apolo’, en la primera parte del museo, donde se encontraban las joyas que sustrajeron.

En ese lugar, los cuatro ladrones emplearon pequeñas motosierras para romper los cristales y acceder a los artículos, procediendo inmediatamente después a darse a la fuga sin que las autoridades tuviesen tiempo para alcanzarles o seguirles la pista.

Las joyas robadas y las hipótesis de su posible destino

En total, los ladrones lograron hacerse con nueve joyas extremadamente valiosas, si bien una de ellas, la corona de la Emperatriz Eugenia, se les perdió en la huida y pudo ser recuperada, aunque muy dañada.

Las piezas que se llevaron, concretamente, fueron  la diadema de la reina María Amelia y de la reina Hortensia; el collar de zafiros de la reina María Amelia y de la reina Hortensia; los pendientes de zafiros de la reina María Amelia y de la reina Hortensia; el collar de esmeraldas de la colección de la emperatriz María Luisa; un par de pendientes de esmeraldas de la colección de María Luisa; el broche conocido como ‘relicario’; el gran lazo de corsaje de la emperatriz Eugenia; y El gran lazo de corsaje de la emperatriz Eugenia.

Compuestas cada una por miles de diamantes y esmeraldas, ahora también se especula con cuál puede ser el destino que le den los ladrones. Por sus características únicas y exclusivas, sería muy difícil que las sitúen en el mercado negro sin exponerse y llamar la atención. Por eso, una de las posibilidades que más se contempla es que puedan llegar a extraer las piedras preciosas de las joyas para venderlas por separado.

Aunque eso último rompería su incalculable valor cultural e histórico, así como sus rasgos más anhelados para el coleccionismo, sería una posibilidad que las autoridades contemplan.

No obstante, en este tipo de casos, lo normal es que los ladrones semanas o meses y que no se vuelva a saber nada de las joyas, demasiado reconocibles para acabar también en una subasta.

“Lo más habitual es que se dejen dormir durante un tiempo hasta que puedan colocarlas”, explicaba Miguel Ángel Espada, jefe del Grupo II de la Brigada de Patrimonio Histórico de la UDEV, en declaraciones a Informativos Telecinco.

Entre tanto, las autoridades siguen buscando y tratando de identificar a los responsables de un robo que ha dejado a Francia en shock. Mientras, el Gobierno ha ordenado una revisión de la seguridad de todos los museos tras lo ocurrido, Emmanuel Macron ha prometido todos los esfuerzos para la recuperación de las joyas, algo que ya no todos creen que sea posible.

"El robo cometido en el Louvre es un ataque a un patrimonio que apreciamos porque es nuestra historia", manifestó en sus redes sociales, antes de añadir: "Recuperaremos las obras y los responsables serán llevados ante la justicia".