El padre de Benjamin Danielou, fallecido tras 20 años en coma, denuncia que no le dejaron aplicar la eutanasia a su hijo: "Nos lo negaron"
El padre de Benjamin Danielou denuncia que Francia impidió la eutanasia a su hijo en coma y critica las carencias legales del país
Muere Benjamin Danielou a los 41 años, en coma desde 2005 por un accidente de tráfico en Tailandia: "Su agonía fue terrible"
El padre de Benjamin Danielou, el ciudadano francés fallecido este pasado domingo a los 41 años después de estar 20 años en coma vegetativo tras un accidente en Tailandia, ha denunciado públicamente que Francia le impidió acceder a cualquier forma de eutanasia para poner fin a su sufrimiento. Una vez se conoció la noticia de su muerte el 23 de noviembre, su familia realizó duras declaraciones en las que acusan a las autoridades sanitarias de mantener una situación de "horror" prolongado e irreversible.
Maxime Danielou, de 72 años, aseguró a los medios locales que la familia llevaba años pidiendo una solución que evitara la agonía del joven, cuyo estado clínico se deterioraba de forma constante: "Teníamos la esperanza de que le practicaran la eutanasia porque su estado se deterioraba desesperadamente tras 20 años en coma. Nos lo negaron, tanto en Francia como en el extranjero".
El joven, que vivía desde hacía años en una clínica de Morbihan, se encontraba alimentado por sonda y sin asistencia respiratoria ni cardíaca. Aunque los médicos nunca esperaron que despertara, su padre asegura que la legislación francesa los dejó completamente desamparados en materia de final de vida. Actualmente, la eutanasia activa no está permitida en Francia, lo que impide legalmente poner fin a la vida bajo demanda. "Experimenté todos los aspectos del final de la vida de un niño al que apreciaba más que a nada, incluido el horror de la sedación profunda y continua que se prolongó indefinidamente", lamentó.
La familia pidió que Benjamin no recibiera tratamiento después de que le diagnosticaran un cáncer de vejiga
La situación se volvió aún más dramática cuando un cáncer de vejiga se propagó rápidamente a los riñones y al hígado de su hijo, provocando una septicemia. Ante la certeza de que no había posibilidad de supervivencia, la familia pidió que no se aplicara tratamiento. Sin embargo, según denunció el padre, incluso en los últimos días se realizaron intervenciones que, a su juicio, prolongaron una agonía inevitable. "Ayer mismo le pusieron oxígeno porque tenía dificultad para respirar, como si no quisieran dejarlo morir en paz. Ni siquiera ayudarlo", criticó.
Activista desde hace años por el derecho a morir con dignidad, el padre del joven sostiene que lo vivido por su hijo ilustra las carencias y contradicciones del sistema francés en torno al final de la vida. Promete seguir presionando para que casos como este no se repitan. "Lucharé hasta el final de cada lucha, porque él fue el epítome del interno mártir de nuestro país", concluyó.
El accidente de Benjamin Danielou y su muerte en un hospital de Bretaña
La vida de Benjamin Danielou cambió de forma irreversible en 2005, cuando, con veintipocos años, estrelló su scooter contra un poste durante unas prácticas cerca de Pattaya, en Tailandia. El estudiante de negocios, que medía 2,03 metros, fue repatriado a Saint-Malo y después trasladado a distintos hospitales, siempre con un pronóstico extremadamente reservado. Desde el principio, los médicos dudaban de que pudiera despertar.
Los profesionales sanitarios le confirmaron a la familia que el joven estaba en coma vegetativo y, durante los últimos años, vivió en una clínica de Morbiha. Tras dos décadas, falleció finalmente el 23 de noviembre en un hospital de Bretaña, según confirmó su familia a través de un mensaje publicado en Facebook. "Tu alegría, tu sonrisa, tu amabilidad, tu risa formarán parte de nuestros recuerdos para siempre", escribieron.