Putin exhibe un mapa con las anexiones que da por hechas, eleva el tono contra Occidente y habla de negociación en un discurso que aleja la paz

Putin exhibe un mapa con nuevas anexiones y endurece su discurso mientras dice estar abierto a negociar
Mapa nuevas anexiones Putin. Informativos Telecinco
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Ya no es solo el tono. Es la escenografía. En su maratón anual de prensa, Vladímir Putin no solo ha endurecido el discurso, sino que ha visualizado sus intenciones con un gesto muy concreto: un enorme mapa de Rusia en el que ya da por hechas nuevas anexiones.

En el extremo izquierdo del mapa aparecen Crimea, el Dombás, Jersón y Zaporiya, territorios que el Ejército ruso no ha logrado conquistar por completo en casi cuatro años de guerra, pero que el presidente ruso ya presenta como propios. Todo ello, antes incluso de afirmar que está dispuesto a negociar una salida al conflicto.

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La imagen que abre el acto tampoco es casual. La primera fotografía proyectada es la de Putin junto a Donald Trump, seguida de otros líderes considerados amigos del Kremlin. Un mensaje claro, dirigido tanto al exterior como a su audiencia interna, en plena reconfiguración del tablero diplomático.

Putin insiste en que Moscú está abierta al diálogo, aunque traslada la responsabilidad al otro lado. “La pelota está en el tejado de nuestros oponentes occidentales, de Kiev y de sus patrocinadores europeos. Estamos dispuestos tanto a negociar como a una resolución pacífica del conflicto”, afirma.

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Las palabras más duras, sin embargo, van dirigidas a la Unión Europea, Putin acusa a Bruselas de actuar como “ladrones”

Por su intención de utilizar los activos rusos congelados para financiar la ayuda a Ucrania. “¿Por qué han fracasado en cometer ese robo? Porque las consecuencias son muy serias para los ladrones”, ha advertido.

También ha vuelto a cargar contra la OTAN, a la que acusa de mentir y de expandirse hacia el este, aunque ha negado cualquier intención de atacar Europa. “¿Creen realmente que voy a atacar Europa? Eso es un sinsentido”, ha asegurado.

En contraste, los elogios han sido para Donald Trump, a quien ha agradecido sus esfuerzos “sinceros” para impulsar negociaciones. Un mensaje que conecta directamente con Washington. Desde allí, el presidente de Estados Unidos mantiene la presión sobre Kiev, “están cerca de lograr algo, pero espero que Ucrania actúe rápido”, ha declarado.

Mientras tanto, un enviado del Kremlin viajará este fin de semana a Florida, en lo que se interpreta como un nuevo movimiento diplomático paralelo. Un paso más en una estrategia que, por ahora, suena menos a acuerdo de paz y más a imponer condiciones antes siquiera de sentarse a negociar.