Histórico acuerdo de paz entre Estados Unidos y los talibanes

  • Abre nuevas negociaciones entre el Gobierno afgano y las milicias

  • Los talibanes han anunciado la suspensión de sus operaciones ofensivas

Estados Unidos y Afganistán han firmado hoy en Doha un acuerdo de paz que podría convertirse en el principio del fin a casi 20 años de una guerra que ha definido la historia del conflicto internacional del siglo XXI y que ha puesto fin a las vidas de 40.000 civiles.

En torno a las 14:15 horas en un hotel de Qatar, el enviado especial de Estados Unidos, Zalmay Jalilzad y el jefe de la delegación negociadora talibán, Abdul Ghani Baradar han firmado este acuerdo bilateral que sienta las bases para abrir posibles nuevas negociaciones entre el Gobierno afgano y las milicias.

Esto ha ocurrido mientras el presidente afgano, Ashraf Ghani, acompañado del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el secretario de defensa de EEUU, Mark Esper, han dado una comparecencia en el que han expresado al mandatario su total respaldo tanto en la preservación de la paz como la apertura de negociaciones.

Por su parte, los talibanes han anunciado la suspensión de sus operaciones ofensivas en todo el país durante todo el día mientras su cúpula discute la posibilidad de ampliar este a lo largo del domingo y futuros días.

El líder de los talibán, el emir Hebatulá Ajundzada, ha reclamado como una "victoria" el acuerdo firmado este sábado en Qatar entre los talibán y Estados Unidos y ha advertido a sus combatientes de que incumplir los términos del mismo sería un "gran pecado".

"Esta victoria es la victoria colectiva de la nación musulmana y combatiente entera, de nuestros hermanos y hermanas que han realizado sacrificios monumentales y extraordinarios de vida y bienes durante casi dos décadas", ha apuntado Ajundzada en un comunicado publicado tras la histórica firma del acuerdo.

El líder talibán, proclamado emir del emirato islámico de Afganistán, se refiere al pacto como el Acuerdo para el Fin de la Ocupación y destaca que su cumplimiento "debe ser respetado por todos los muyahidines y afganos". "El islam no tiene cabida para traición y deslealtad y considera estos actos como un gran pecado", ha advertido.

Fin a la presencia internacional

Según el borrador del acuerdo recogido por la cadena afgana Tolo News, estipula una reducción inicial de tropas estadounidenses en un plazo de cuatro meses con vistas a una retirada total en 14 meses. Además también contempla una serie de negociaciones para la liberación de prisioneros y para perseverar la lucha contra Estado Islámico.

"La República Islámica de Afganistán, Estados Unidos y la coalición internacional han concluido que los actuales niveles de fuerzas militares ya no son necesarios para lograr los objetivos de seguridad. Por ello, Estados Unidos reducirá su contingente de fuerzas a 8.600 efectivos en un plazo de 135 días a partir del anuncio de esta declaración conjunta", dicta el acuerdo, "Estados Unidos y la coalición internacional completarán la retirada de las fuerzas restantes de Afganistán en un plazo de 14 meses, y retirarán a todas sus fuerzas de las bases restantes, bajo condición de que los talibán cumplan con los compromisos adquiridos en el acuerdo".

En cuanto al inicio de negociaciones con el Gobierno de Kabul, Ajundzada declara la disposición de los talibán "a una solución racional y justa", aunque plantea como objetivo final de las negociaciones "el fin de la oposición de la administración de Kabul a esta nación".

Además, declara la disposición de los talibán a "mantener relaciones bilaterales positivas con el mundo" y menciona en especial a los países vecinos. "El emirato islámico (...) está comprometido con el principio de relaciones amistosas con sus vecinos", ha sostenido.

Ajundzada traslada además sus "felicitaciones" "a los muyahidines, a las familias de los mártires, a los presos, a los heridos, a los mutilados, a los desplazados y a la nación en su conjunto por este tremendo logro" e insta a los milicianos a "mantener su preparación para el combate" para afrontar cualquier posible amenaza.

Asimismo, Estados Unidos "reafirma su compromiso de perseguir una financiación anual para el entrenamiento, equipación y mantenimiento de las fuerzas de seguridad afganas, para que Afganistán pueda defenderse, de manera independiente, de amenazas internas y externas". Además, el acuerdo estipula que el Gobierno afgano abrirá un periodo de discusiones con el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para retirar a los miembros de los talibán que figuren en su lista de sanciones antes del 29 de mayo de 2020, o menos de 30 días después de que los talibán y el Gobierno de Kabul hayan firmado su hipotético acuerdo bilateral de paz.

Liberación de prisioneros

En cuanto a los prisioneros, el acuerdo estipula que "para facilitar las condiciones de un acuerdo político, el Gobierno afgano participará en una conversación con los talibán, auspiciada por Estados Unidos, para concretar medidas de confianza". Entre ellas se encuentra la "liberación de un importante número de prisioneros por ambas partes".

Uno de los delegados negociadores de los talibán, ha declarado que "Estados Unidos ha ofrecido garantías para la liberación de 5.000 prisioneros antes del comienzo de las conversaciones de paz con el Gobierno de Afganistán", aunque todavía no se ha concretado un número oficial.

Por último, Estados Unidos también ha anunciado que discutirá con el Gobierno afgano la posibilidad de realizar nuevas misiones de adiestramiento a las fuerzas de seguridad afganas, específicamente destinadas para combatir a la sección afgana de la organización yihadista Estado Islámico, Estado Islámico - Jorasán, Al Qaeda y "otros grupos terroristas internacionales".

Por su parte, Washington se declara "preparado para emprender operaciones militares adicionales en Afganistán, con el consentimiento de la república afgana, para interrumpir y degradar" las operaciones de estos grupos, "con pleno respeto a la soberanía de Afganistán" y en concordancia con los acuerdos de seguridad existentes.