La Cámara de los Comunes de Reino Unido ha sido escenario de una derrota histórica. No solo por el rechazo al acuerdo de la Unión Europea sobre el ‘brexit’ que Theresa May, primera ministra británica, ha intentado defender a capa y espada, sino porque el resultado ha sido abrumador: 432 votos en contra y 202 a favor; una perspectiva clara del rechazo que ha generado y de la tensión política que se vive en Reino Unido.
Con los tambores de guerra resonando, –y resonando mucho– en el Parlamento, la votación no solo supone el ‘no’ al acuerdo de la Unión Europea, sino además, una seria amenaza al liderazgo de Theresa May.
Si ya eran muchas las voces que reclamaban un adelanto electoral, al igual que lo eran las que piden un nuevo referéndum, dando buena cuenta de la división existente, ahora todavía serán más y con más fuerza.
Con el escenario que se abre paso, la ‘premier’ británica dispone de un escasísimo margen de maniobra para reclamar a Bruselas algún gesto que, por otra parte, ya ha manifestado por activa y por pasiva que no se presta a renegociar.
Así las cosas, el Gobierno podría verse abocado a pedir una prórroga o aumento del plazo para a que el país no abandone la Unión Europea el 29 de marzo, dando así más tiempo para que Reino Unido resuelva sus conflictos internos, celebrar unas nuevas elecciones (como ha demandado el líder laborista Jeremy Corbyn) o una segunda consulta a los ciudadanos.
En este sentido, a través de las redes sociales, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha lanzado una pregunta clara y concisa:
“Si es imposible un acuerdo, y nadie quiere una salida sin acuerdo, ¿quién tendrá finalmente el coraje de decir cuál es la única solución positiva?”
Aprovechando la ocasión, con Theresa May contra las cuerdas, Jeremy Corbyn ha pasado a la ofensiva en busca de lo que puede ser un ‘KO’ definitivo. El líder laborista ha anunciado una moción de censura contra el Gobierno de Theresa May, argumentando que la primera ministra ha protagonizado la peor derrota que ha sufrido un Gobierno británico en Westminster desde los años 20. “El veredicto es absolutamente concluyente”, ha dicho.
En este sentido, ha reprochado que “en los últimos dos años” solo haya tenido “una prioridad: el Partido Conservador”.
De salir adelante la moción de censura presentada, cuyo debate se celebrará el miércoles y se prolongará hasta las 19:00 horas, tras lo que se producirá la votación, podría conformarse un Gobierno alternativo del Partido Conservador que obligase a May a dimitir.
De no ser así, el actual Gobierno tendría un plazo de 14 días para ganarse el favor del Parlament, y de no hacerlo, habría elecciones anticipadas.