Nuevas demandas por abuso sexual contra el fallecido multimillonario Jeffrey Epstein

  • Las nuevas víctimas explican como Jeffrey Epstein y sus ¨asociados les agredieron, abusaron, maltrataron y violaron repetidamente¨

  • Uno de los abogados de las mujeres quiere obligar al príncipe Andrés de Inglaterra a declarar como testigo ante la Corte de Nueva York

  • Se ofrece recompensa de más de 11.800 euros a quien arroje luz sobre el paradero de la ex novia y presunta ¨madame¨de Epstein.

Han pasado 4 meses desde que Jeffrey Epstein se suicidó en una prisión de Nueva York tras ser acusado de tráfico sexual y su nombre continúa llenando diariamente las páginas de los periódicos estadounidenses. Esta vez, 9 mujeres más han interpuesto una demanda en la que aseguran que fueron agredidas sexualmente o violadas por el multimillonario y ¨sus asociados¨ cuando tenían entre 13 y 23 años. Los hechos sucedieron entre los años 1985 y 2007. De momento se desconocen los nombres de los supuestos ¨asociados¨, pero desde que el escándalo se hizo público ya ha salpicado a personajes de la talla de Bill Clinton, el actual presidente de EE. UU. Donald Trump y el príncipe Andrés de Inglaterra.

Nos ¨agredieron, abusaron, maltrataron y violaron repetidamente¨, cuentan las víctimas.

En la demanda presentada ante la Corte Suprema de Manhattan, las nuevas víctimas describen, una vez más, cómo Jeffrey Epstein y sus "asociados" trataban a las mujeres en sus encuentros. Siete de ellas han relatado que las ¨agredieron, abusaron, maltrataron y violaron repetidamente¨. En su escrito también explican que los presuntos abusos sexuales ocurrieron en las ciudades de Nueva York, Florida, Nuevo México y las Islas Vírgenes de EE. UU., donde el multimillonario adquirió una pequeña isla por 8 millones dólares y la convirtió en el centro de su supuesta red de tráfico sexual.

El abogado de estas nuevas víctimas, Jordan Merson, cuenta cómo los abusos han causado problemas de salud mental en estas mujeres hasta llegar incluso, en algunos casos, a intentos de suicidio. ¨Tienen un trauma de por vida como resultado de lo que Epstein les hizo¨, ha explicado el abogado Merson en un comunicado, ¨los ejecutores del Patrimonio de Epstein tienen ahora la oportunidad de demostrar que cuidan de los sobrevivientes y entregar el monto total de su Patrimonio a estas mujeres para que sean compensadas por sus lesiones¨, señala.

La fortuna de Jeffrey Epstein está cifrada en 577 millones de dólares, y se ha convertido en el objetivo de sus víctimas. Sin embargo, el propio Epstein se encargó dos días antes de suicidarse de cambiar su testamento y movió sus fondos a un fidecomiso evitando así que la información de sus negocios se hiciera pública y dejando toda su herencia a su hermano Mark Epstein, un magnate de bienes raíces en Nueva York.

Los abogados de las víctimas de Epstein buscan citar al príncipe Andrés de Inglaterra como testigo

Una de las víctimas más activas en los medios de comunicación es la joven estadounidense Virginia Roberts Giuffre, quien desde que el escándalo se destapó siempre ha asegurado que fue violada por el príncipe Andrés, hijo de la reina Isabel II, a quien conoció en una de las propiedades de Jeffrey Epstein.

La familia real británica aún no se había recuperado de las acusaciones dirigidas al Duque de York en los últimos meses y esta semana la joven ha vuelto a los platós de televisión con nuevos y escalofriantes detalles. ¨Acababa de ser abusada por un miembro de una familia real¨, ha explicado Virginia a la cadena de televisión BBC. Asegura que fue obligada a mantener relaciones sexuales con el príncipe Andrés hasta en tres ocasiones. ¨ Se levantó y dijo – gracias – y salió. Yo me senté en la cama simplemente avergonzada y horrorizada¨, continúa explicando la joven que en el momento de los hechos tenía 17 años. ¨ No duró mucho. Fue horrible, y este tipo estaba sudando sobre mi, su sudor era como si estuviera lloviendo¨.

El Palacio de Buckingham continúa negando cualquier relación entre el Duque de York y su acusadora

La familia real británica lo niega todo. En una entrevista de televisión emitida el mes pasado, el príncipe Andrés aseguró no conocer a Virginia Roberts, a pesar de haber salido a la luz unas fotografías en las que ambos aparecen juntos y tras la revelación de un correo electrónico enviado por el príncipe en enero de 2015 a su amiga Ghislaine Maxwell (presunta reclutadora de mujeres para Epstein) en el que decía: ¨avísame cuando podamos hablar. Tengo algunas preguntas específicas que hacerte sobre Virginia Roberts¨. Hay que decir que ante todas estas acusaciones el príncipe Andrés ha sido obligado a alejarse de la vida pública.

La policía británica ya dijo a finales de noviembre que no investigará los abusos sexuales que implican al príncipe porque el caso está ¨principalmente centrado en actividades y relaciones fuera de Reino Unido¨. Pero el abogado de 5 de las víctimas, David Boies, ha señalado que planea realizar los trámites necesarios para que el duque de York sea citado a declarar en calidad de testigo.

Todas las miradas se dirigen a la exnovia y supuesta ¨madame¨ de Jeffrey Epstein.

Mientras esto ocurre, hay una mujer a la que todos buscan y nadie ha visto en los últimos tres años: Ghislaine Maxwell, la exnovia y posteriormente asistente del multimillonario. Muchos ven ella la única persona que conoce los secretos de Epstein, pero está desaparecida. El diario británico The Sun incluso ha ofrecido una recompensa de más de 11.800 euros a quien pueda aportar información sobre su paradero. En Twitter se ha creado un hashtag para encontrarla: #wheresghislaine (#dondeestaghislaine).

Maxwell, de 57 años y nacida en París, es hija del editor y exmiembro del parlamento británico, Robert Maxwell, propietario también del grupo que publicaba el diario The Mirror. Cuando su padre falleció, en 1991, Ghislaine se mudó a Nueva York y allí conoció a Jeffrey Epstein. Según las demandas presentadas por las víctimas, actuaba como gerente de las casas que poseía el presunto delincuente sexual y se encargaba de contactar a las chicas y organizar las fiestas donde supuestamente se cometían los abusos sexuales.