Felipe de Edimburgo cumplió su último deseo antes de morir

  • El Duque de Edimburgo murió "en paz" en el Castillo de Windsor

  • Felipe de Edimburgo falleció a la edad de 99 años

  • "Quería hacer las cosas a su manera hasta el final", reveló una fuente

El Duque de Edimburgo murió "en paz" en el Castillo de Windsor a la edad de 99 años. Cumplía así su último deseo que, según pudo saber el diario The New York Post, no quería "ningún escándalo".

"Quería hacer las cosas a su manera hasta el final", reveló la fuente real al diario. "Sabíamos que cuando lo llevaran a casa era para morir en sus propios términos, no en una cama de hospital, sino en su propia cama", añadió.

Anunció del fallecimiento

El viernes, la Casa Real británica anunciaba el fallecimiento del Duque de Edimburgo a la edad de 99 años. La reina Isabel II anunciaba la muerte de su marido por la mañana con un comunicado oficial: "Es con profundo dolor que Su Majestad la Reina anuncia la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo". "Él, simplemente, ha sido mi fuerza y se ha quedado junto a mi todos estos años", dijo la reina de su esposo en su banquete de bodas de oro en 1997.

Cuatro semanas en Windsor

El príncipe Felipe de Edimburgo había pasado las últimas cuatro semanas en Windsor, después de salir del hospital, donde estuvo ingresado por una infección y una afección cardíaca preexistente.

Durante su estancia de 28 días en el hospital, su hijo mayor, el príncipe Carlos, lo visitó en el hospital durante la primera semana allí. Al salir del centro hospitalario de visitar a su padre los medios británicos captaron la expresión de gravedad y preocupación que mostraba el príncipe.

Tras su alta hospitalaria, el duque de Edimburgo fue trasladado a Windsor, donde la Reina pasó el fin de semana de Pascua en su compañía, y también la de su hijo. El príncipe Carlos viajó al castillo ese mismo fin de semana para estar con sus padres, y la prensa lo pudo ver durante un paseo junto a la Reina el pasado 23 de marzo.

El terremoto que causó la entrevista televisada de Meghan Markle y el príncipe Harry coincidió con los días en los que Felipe de Edimburgo seguía hospitalizado. A pesar de el revuelo causado por las declaraciones de sus nietos y la convalecencia de su marido, la reina Isabel II ha seguido con su agenda y cumpliendo con sus funciones, principalmente a través de videollamadas debido a las restricciones de Covid. La última aparición pública de la reina, a través de videollamada, fue el pasado 31 de marzo para conmemorar el centenario de la Real Fuerza Aérea Australiana.