China anunciaba este lunes que impondrá aranceles a 128 productos fabricados en Estados Unidosaranceles a 128 productos fabricados en Estados Unidos como represalia a los aranceles que anunció el Presidente Trump hace unas semanas al acero y al aluminio. China, uno de los principales exportadores a Estados Unidos de ambos productos ha sido acusada por la Administración Estadounidense de hacer dumping en el mercado y cuyo efecto directo en la economía de China será de 60.000 millones de dólares.
Por su parte el valor total de los aranceles impuestos a los 128 productos estadounidenses -entre los que destacan la importación de frutas, de carne de cerdo y productos residuales del aluminio- tiene un valor de unos 3.000 millones de dólares anuales, y supondrá un impuesto adicional de entre el 15% y el 20%.
El Gobierno chino asegura que estos aranceles entrarán en vigor sino se llega a un acuerdo con la Administración Estadounidense. Las relaciones entre las administraciones de ambos países son "indefinibles" como casi todo el la Administración Trump. Por un lado parece que los esfuerzos diplomáticos por acercar el triángulo Pionjang- Seul- Beijing a Washington están dando sus frutos, pero por otro las relaciones comerciales se encuentran en un punto de máxima tensión.
Parecida a la tensión del binomio Bezos- Trump, y que es la segunda parte de la debacle en los mercados que se está viviendo. El hecho de que Donald Trump iniciara una campaña en Twitter contra la cadena de distribución online, asegurando que no pagan impuestos - en Estados Unidos las ventas online no pagan impuesto del valor añadido federal- y que estaba destruyendo miles de puestos de trabajo, le está suponiendo a la compañía y al sector tecnológico pérdidas multimillonarias.
La relación entre Trump y Jeff Bezos es tormentosa. Eran amigos, pero desde que Bezos inició a juicio de Trump una campaña a través del Washington Post contra su administración, la cosa cambió radicalmente. Trump decidió entonces que el "jefe mediático del lobby contra él" era Bezos, y que por lo tanto la estrategia era minar su fuente de ingresos. En éste punto no le falta razón a Trump, casi con la misma velocidad que él está despidiendo a empleados de su administración, los medios de comunicación están despidiendo a periodistas por inventarse o falsear noticias contra él.
Periodistas de la CNN, ABC o del propio Wapo han sido despedidos en los últimos meses y cabeceras tan importantes como el New York Times han tenido que escribir artículos pidiendo perdón sus lectores por desinformar o directamente faltar a la verdad en artículos sobre Trump y su relación con el Rusia Gate. Pero lo que en cualquier país del mundo sería una relación tensa entre la Administración y los medios, en Estados Unidos Trump lo ha convertido en una guerra personal, y ha introducido la variante de los puestos de trabajo y el no pagar impuestos como parte de la batalla mediática contra Bezos.
En agosto del año pasado Trump creo el primer tuit que ya hizo temblar a Amazon: