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Joselyne Cano exhibía con orgullo las curvas de su exuberante figura en las fotografías que compartía en las redes sociales con toda su legión de seguidores que alcanzaba los 13 millones en Instagram y cerca de 87.000 en Twitter.
La joven, de cabello oscuro y ojos verdes, comenzó su carrera como modelo cuando tenía 17 años, y saltó a la fama en 2014 cuando apareció en la portada de la revista Lowrider. Un año más tarde llegaría la de la revista de motocicletas Hote Bike, y en 2016, Sports Illustrated la clasificó como una Lovely Ladies …
La exestudiante de microbiología de la Universidad Estatal de San Diego (California), logró llamar la atención de hombres y mujeres, generando un gran revuelo en las plataformas en las que se mostraba con ropa muy ajustada que marcaba su sensual silueta, o con poca ropa, habitualmente con poses desafiantes, sensuales y sexuales. En sólo tres años aumentó de dos a 10 millones de followers en Instagram. Los comentarios y likes de sus admiradores en todo el mundo se multiplicaban por momento.
Aprovechó su fama para convertirse en empresaria y lanzar su propia línea de trajes de baño Joselyn Cano Swimwear. Sus diseños destacan por sus telas brillantes y transparencias, incrustaciones en pedrería y metales… Cano se ganó la fama entre multitud de jóvenes que querían lucir como ella, a la par que promocionaba productos de belleza para el cuidado del cuerpo, y promovía una vida de ejercicio y bienestar.
Pero su contenido más polémico se encontraba en la plataforma OnlyFans, una red social en la que los seguidores deben pagar directamente a la “influencer” para ver su exclusivo contenido que en ocasiones roza la línea roja del porno, lo que le generaba a su vez importantes ingresos.
Cano nació con una belleza natural, pero la popular influencer, apodada la “Kim Kardashiam mexicana” por su voluptuoso cuerpo al estilo kardashiano (de la televisiva empresaria y modelo estadounidense), a sus 30 años no se encontraba satisfecha del todo con su físico por lo que se había sometido a varias intervenciones de cirugía estética. También practicaba deporte para lograr el volumen perfecto, pero para ella no era suficiente. Una operación de levantamiento de glúteos brasileño llevada a cabo en Colombia, ha sido la causa de su muerte.
Según la revista británica The Sun, era la segunda vez que se sometía a este tipo de intervención, que consiste en la extracción de grasa de varias zonas del cuerpo que luego se inyectan en las nalgas para aumentarlas. Cano dejó de respirar tras sufrir un daño en los vasos sanguíneos que provocaron una embolia.
Pero el caso de modelo empresaria no es tan extraordinario. Según la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos (ASPS), los levantamientos de glúteos tipo brasileños (Brazilian Butt Lift -BBL por sus siglas en inglés-), suponen un paso arriesgado por el quirófano teniendo en cuenta que tienen “una tasa alarmante de mortalidad, mucho mayor que cualquier otra cirugía estética”.
La ASPS sitúa la tasa de muerte de BBL en 1 caso de cada 3.000, en comparación con una tasa de muerte de 1 entre 25.000 para el resto los procedimientos o intervenciones estéticas. En 2018, más de 24.000 estadounidenses se sometieron a una BBL.
El año pasado, The New York Post informó sobre un aumento "impactante" en los levantamientos de glúteos en el mercado negro, inspirado en parte por la llamada “Dismorfia de Snapchat”, un término relacionado con una afección de salud mental llamada Trastorno Dismórfico Corporal (TDC) en el que una persona puede pasar horas pensando en sus defectos físicos menores o percibidos, ya sean imperfecciones de la piel, peso o una sonrisa no satisfactoria.
No se considera una enfermedad como tal, sino como un fenómeno que preocupa a los especialistas en salud mental. El término fue acuñado por el doctor Tijion Esho, propietario de varias clínicas de cosmética en Reino Unido.
La Academia Estadounidense de Cirugía facial, plástica y reconstructiva, publicó en 2019 la comparativa de pacientes que querían operarse para verse mejor en sus selfies, pasando del 13% en 2013 al 55% en 2017.
Si bien el estudio halló que el 56% de los cirujanos encuestados notó un aumento de los clientes entre los menores de 30 años, también reveló que las expectativas se han vuelto cada vez más realistas, es decir: los clientes solían llegar a las clínicas de los cirujanos plásticos con fotografías de los famosos a los que se querían parecer. A medida que han ido pasando los años y con la proliferación del uso de las redes sociales, los pacientes muestran a los doctores fotografías de ellos mismos tuneadas por los filtros de las aplicaciones de los teléfonos inteligentes, ya que estos permiten modificar el mentón, la nariz, los pómulos, la piel para que parezca perfecta…
Se da la circunstancia además de que el uso de las redes sociales puede tener un impacto negativo sobre la autoestima. De acuerdo con investigadores del Boston Medical Center, la “Dismorfia de Snapchat” afecta a cerca del 2% de la población mundial y está clasificada dentro del espectro obsesivo compulsivo.
Es posible que Joselyne Cano se encontrara entre ese porcentaje de insatisfechos que buscan sus defectos donde muchos otros ven armonía y hermosura. La influencia que ejercen sobre sus más fieles devotos, tiene un impacto sorprendente en el proceso de toma de decisiones. Hay estudios que demuestran que el 84% de los consumidores adquieren productos comerciales en base a un post de un blog.
Además de las cirugías estéticas, Cano se esforzaba para mejorar su aspecto de acuerdo con sus cánones de belleza e instaba a sus incondicionales a que la siguieran en su estilo de vida.
"¡Algunos de los entrenamientos de hoy! ¡Me encanta el último! Definitivamente puedes sentir cómo se ejercitan los glúteos", compartió una vez en Instagram sobre su régimen de ejercicios. "Aprieto mis glúteos a medida que avanzo para ayudar a estimular un mayor crecimiento muscular. Siempre he recibido tantos mensajes directos de chicas que me preguntan sobre mis rutinas y mis comidas, así que decidí comenzar a publicar más entrenamientos y comidas con regularidad en mi cuenta @joselyncanofit ¡pronto!".
A pesar de su apodo, la conocida influencer no había nacido en México sino en California, aunque tenía ascendencia del país azteca por parte paterna. Su familia no ha emitido un comunicado oficial de su defunción, pero sus mayores fanáticos pueden ver su funeral en un vídeo de una hora y 40 minutos publicado YouTube, en el que se ve a un reducido número familiares y amigos, en una ceremonia limitada por las restricciones de la pandemia.
En su última publicación en Instagram realizada el día mismo día que falleció, la “Kim Kardashiam mexicana”, madre de una niña, se muestra con una sugerente body con encaje y estampado de animal print. Junto a la picante fotografía que ella misma se hizo frente al espejo, escribió: "Buenos días ... les deseo a todos un día increíble".