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El "efecto lotería" en pueblos pequeños: qué ocurre cuando todos ganan a la vez

Celebrando el Gordo de la Lotería de Navidad 2022
Celebrando el Gordo de la Lotería de Navidad 2022. Eliseo Trigo
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Cuando un solo décimo premiado puede cambiar la vida de una persona, ¿qué sucede cuando ese mismo premio se reparte entre decenas o cientos de vecinos de un mismo pueblo? El fenómeno es conocido como el “efecto lotería”, y en España se han dado numerosos casos en los que el azar ha tocado a comunidades enteras, transformando no solo sus economías locales, sino también sus dinámicas sociales.

Sodeto, el pueblo en el que casi todos ganaron

En diciembre de 2011, Sodeto (Huesca) se convirtió en el epicentro de una de las historias más singulares de la Lotería de Navidad. Todos los vecinos, menos uno, habían comprado participaciones del número 58268. El único que no resultó premiado fue Costis Mitsotakis, un cineasta griego que acababa de llegar al pueblo y al que no ofrecieron el décimo. Paradójicamente, él terminó siendo el narrador de la historia al rodar un documental sobre cómo un premio de más de 700 millones de euros afectó a una comunidad agrícola golpeada por la crisis inmobiliaria. 

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Lo más sorprendente de Sodeto no fue el dinero, sino su uso. En lugar de coches deportivos o mansiones, la mayoría de los vecinos empleó el premio en pagar hipotecas, comprar maquinaria agrícola o reformar sus casas. La lluvia de millones no cambió su forma de vida, pero sí alivió una presión económica que les asfixiaba.

Grañén y su administración “mágica”

También en Huesca, a escasos kilómetros de Sodeto, se encuentra Grañén, otro pueblo que ha sido agraciado en varias ocasiones por la lotería. En 2011, su administración vendió íntegramente el mismo número premiado de Sodeto. Desde entonces, ha ganado fama por su suerte reiterada, hasta el punto de ser conocida como “la Bruja de Oro aragonesa”, en referencia al célebre punto de venta de Sort (Lleida).

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Este fenómeno genera un efecto rebote: en los años siguientes, compradores de toda España se desplazaron a Grañén en busca de su “magia”. Así, la lotería no solo dejó dinero en los bolsillos de sus vecinos, sino que atrajo turismo y revalorizó la actividad comercial del municipio. 

Vilamarxant: 28 millones repartidos con fe

En 2023, el municipio valenciano de Vilamarxant vivió su particular “milagro” navideño. La administración de lotería local, recién inaugurada por Vicente y su familia, vendió 70 décimos del número 88008, premiado con el Gordo. Lo notable es que la iniciativa de abrir la administración se dio casi por tozudez: su padre y su suegro insistieron en seguir adelante con el proyecto a pesar de las dificultades iniciales.

Gracias al premio, muchos vecinos lograron cancelar deudas acumuladas durante años o emprendieron reformas que antes eran imposibles. Lejos de provocar envidias, el efecto lotería reforzó el tejido social del pueblo. 

La Alpujarra: una apuesta compartida

No siempre hay que ganar para generar comunidad. En 2024, 47 municipios de la Alpujarra granadina y almeriense adquirieron de forma conjunta el número 00609 con una idea clara: si tocaba, cada habitante recibiría 609 euros. La campaña buscaba fomentar la unión entre localidades a menudo olvidadas en los grandes titulares. Aunque el número no resultó premiado con el Gordo, sí obtuvo una pedrea que permitió celebrar, aunque a mucha menor escala, ese espíritu compartido.

¿Qué podemos aprender de estos casos?

Más allá del golpe de suerte, el efecto lotería en pueblos pequeños muestra cómo el dinero, cuando se reparte de forma comunitaria, puede tener un impacto profundamente positivo. Lejos de generar divisiones, refuerza la solidaridad, mejora infraestructuras y reactiva economías locales. Pero también requiere madurez colectiva: saber qué hacer con el dinero, evitar derroches y mantener los vínculos humanos por encima del capital.

Los pueblos que han vivido esta experiencia nos dejan una lección valiosa: a veces, el verdadero premio no está en el número que sale del bombo, sino en cómo se gestiona lo que viene después.