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Sindicatos de lotería: cómo funcionan y qué errores legales pueden hacerte perder tu parte

Décimos de Lotería
Décimos de Lotería. Telecinco.es
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Cuando la suerte se reparte en grupo, la alegría tiende a multiplicarse, pero también los problemas. Los llamados sindicatos de lotería, que son una suerte de grupos informales o formales que compran décimos entre varios participantes para aumentar sus posibilidades, son casi una tradición de nuestro país, especialmente en lo que al Sorteo Extraordinario de Navidad se refiere. Sin embargo, no todos saben que un error legal, una omisión o una simple falta de claridad puede arruinar el reparto del premio… o incluso dejar fuera a quien creyó haber participado.

¿Qué es un sindicato de lotería?

Un sindicato es una agrupación de personas que deciden jugar a la lotería de forma colectiva. Puede ser una peña organizada, un grupo de compañeros de trabajo, una familia o incluso comunidades online que adquieren múltiples participaciones. La clave está en que cada persona aporta una cantidad para comprar uno o más décimos, con el compromiso de compartir el premio de forma proporcional.

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Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), esta fórmula permite diversificar el riesgo y aumenta la emoción del sorteo. “Jugar en grupo no eleva las probabilidades individuales, pero sí reparte la inversión y multiplica las oportunidades conjuntas”, explican desde la entidad.

¿Qué puede salir mal?

El principal problema legal de los sindicatos de lotería es cuando hay una ausencia de prueba documental. En caso de ganar, Hacienda exigirá que quien figura como titular del décimo, que es la persona que cobra el premio, al ser los décimos nominativos, justifique documentalmente que el dinero debe ser repartido. Si no puede demostrarlo, se le imputará el 100% del premio, y cualquier reparto posterior podría considerarse una donación, sujeta al correspondiente impuesto (que varía según la comunidad autónoma).

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Los expertos apuntan que en el caso de que no haya una hoja firmada por todos los participantes, detallando cantidades aportadas y porcentajes de reparto, se corre el riesgo de que el premio se declare en exclusiva a nombre de quien cobra, con todo lo que ello conlleva.

Claves para evitar conflictos

Hay que dejar constancia por escrito. No hay que confiarse a un mensaje de WhatsApp informal. Lo ideal es redactar una hoja de participación firmada por todos, indicando el número jugado, las cantidades aportadas por cada uno, la fecha y quién custodia el décimo original.

Muy unido a esto está la siguiente recomendación, y es que en los grupos de amigos por mensajería, usar solo apodos o emojis puede complicar la fiabilidad del documento como prueba. En el caso de que finalmente se utilice WhatsApp o correo electrónico, se recomienda que todos los mensajes sean claros, con nombres completos y capturas del décimo compartido.

Además, el original siempre debe estar en manos de una persona de confianza, mientras que una copia escaneada enviada a todos los participantes puede servir como prueba de respaldo. El poseedor del décimo debe estar también especificado en el acuerdo.

También es importante acudir al banco para realizar el cobro conjunto si no se cuenta con una prueba previa que demuestre el reparto. Si se hace, y luego se reparte en efectivo, se puede incurrir en sanciones por donación no declarada o por movimientos sospechosos de blanqueo.

¿Y si hay conflicto?

Si alguien niega la participación de otro en un grupo ganador, será la Justicia quien determine la veracidad del acuerdo. Los tribunales españoles han resuelto varios casos en los últimos años en los que antiguos compañeros, ex-socios o familiares litigaron por premios millonarios. En general, el criterio del juez depende de la existencia (o no) de pruebas escritas, transferencias bancarias o testigos imparciales.