Animales

El hospital que une a enfermos con pronóstico incierto con sus perros: "La idea partió del caso de un paciente"

Hospigos, un proyecto de Purina en Girona
HospiGos, un proyecto que une a pacientes hospitalizados con sus perros en Girona. Purina
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La relación entre humanos y perros es muy especial, mucho más cuando hablamos de personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad, soledad o enfermedad. En esos casos, los animales de compañía se convierten en indispensables para el bienestar emocional de esas personas. ¿Cómo no va a ser doloroso para ambos cuando estos se tienen que separar por una hospitalización? A veces, en los peores casos, incluso para siempre. Por eso iniciativas como la de HospiGos arrojan algo de luz y esperanza a personas que están en una situación similar.

HospiGos es un proyecto pionero que permite que pacientes hospitalizados en situación de final de vida o con pronóstico incierto puedan reencontrarse con sus perros durante su ingreso en el Hospital Santa Caterina de Girona. La iniciativa está impulsada por el Instituto de Asistencia Sanitaria (IAS), el propio hospital, el Colegio de Veterinarios de Girona y cuenta con el soporte de Purina España.

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"La idea nace durante la pandemia, a partir del caso de un paciente que echaba profundamente de menos a su perra Estrella. Una enfermera imprimió una fotografía del animal para acompañarle, un gesto sencillo que evidenció el enorme valor emocional del vínculo humano-animal. Esa historia inspiró la creación del proyecto, y hoy Estrella se ha convertido en su símbolo, ilustrando el pasaporte oficial que permite el acceso de los perros al hospital", nos explica en exclusiva Sònia Sáez, veterinaria y responsable de Comunicación en Purina España.

Una de las primeras historias que ha marcado el inicio de HospiGos es también la de Rafel, un paciente ingresado desde hacía más de tres meses con un estado de salud incierto, que pudo reencontrarse con su perra Perla. Fue un momento muy emotivo y significativo para él y para el equipo médico. "Actualmente, el programa está dirigido a pacientes en situación de final de vida o con pronóstico incierto. Aunque de momento está centrado en este perfil clínico, la iniciativa se acaba de poner en marcha y se debe evaluar su funcionamiento antes de analizar la ampliación a otros perfiles o unidades", añade Sònia.

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Cómo funciona HospiGos

Este proyecto pionero lleva poco en marcha, tan solo desde este año, por eso están esperando a poder analizar los resultados. El proyecto está en fase de implementación progresiva y cuenta con un convenio inicial de cuatro años, con posibilidad de prórroga. De momento, solo está disponible en el Hospital Santa Caterina de Girona, previa evaluación de casos sobre pacientes hospitalizados con un pronóstico incierto o en situación de final de vida.

La iniciativa contempla un protocolo estricto que vela por la seguridad de pacientes, profesionales y animales, es decir, que cada solicitud es valorada individualmente por el equipo médico del IAS y, si se cumplen todos los requisitos, se realiza un Pasaporte HOSPIGOS que permite el acceso del perro al hospital.

"El acompañante del animal, designado por el paciente, debe firmar un compromiso de buenas prácticas. Además, el Colegio de Veterinarios de Girona se encarga de asignar a profesionales colegiados que certifiquen que el animal se encuentra en buen estado de salud, vacunado, desparasitado y apto para la visita", subraya la veterinaria. Además, también se han creado tarjetas identificativas para el perro y la persona encargada de llevarlo al hospital, que es entregado a las familias junto al pasaporte canino.

Tal y como explican Teresa Lapiedra, enfermera especializada en acompañamiento a las familias y apoyo en el duelo perinatal, y Roser Grau i Ribera, psicooncóloga y psicóloga de cuidados paliativos del Hospital Santa Caterina, “la presencia de los animales de compañía puede transformar el estado emocional de los pacientes. Una simple visita puede reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo e incluso favorecer la recuperación”.

Qué beneficios tiene

Aunque aún es pronto para hacer balance, pero los especialistas del centro señalan que los beneficios emocionales son muy evidentes desde el primer encuentro. "Este proyecto es clave y diferencial para garantizar que las personas que más lo necesitan puedan estar acompañadas de sus seres más queridos, incluyendo los animales de compañía, que son un soporte incondicional e imprescindible”.  Este proyecto se suma a otras terapias asistidas con animales en hospitales como el Hospital Clínic o el Sant Joan de Déu en Barcelona, y el Hospital Niño Jesús en Madrid.

Con el objetivo de extender el uso terapéutico del vínculo humano-animal, Purina lanzó hace un año la Alianza Purina Terapia Animal, una red que capacita a profesionales de la salud, ofrece asesoramiento para implementar terapias asistidas con animales y crea comunidad entre centros que ya las aplican. Los programas de Intervenciones Asistidas con Perros (IAP) se desarrollan en hospitales, centros de rehabilitación y otros entornos clínicos, adaptándose a las necesidades terapéuticas de los pacientes y mejorando su calidad de vida.

Y no es el único en España de estas características. Como os contábamos en Informativos Telecinco, el Hospital Civil de Málaga permite también a los pacientes en cuidados paliativos despedirse de su animal de compañía gracias al programa 'Tu mascota te acompaña'. Este programa se encuentra dentro de la Terapia Asistida con Mascotas (TAM), cuyo objetivo principal es mejorar la calidad de vida de los pacientes que se encuentran en sus últimos días mediante la interacción con sus animales de compañía. Asimismo, en en el área de Cuidados Paliativos del Hospital Marítimo de Torremolinos, dos perritas, Gisela y Nía, acompañan a personas que están en los últimos momentos de su vida.

"A nivel físico, se libera mucha oxitocina cuando una persona entra en contacto con un animal, principalmente el perro por ser un animal doméstico. El cortisol también se reduce, así como la tensión arterial", detalla una de las psicólogas que participan en esta iniciativa. "Hace dos semanas, una paciente con muchísimo dolor estaba pidiendo a la enfermera que le diera algún analgésico. Entramos nosotras y cuando después la enfermera le preguntó si le finalmente le traía algún medicamento, respondió que no, que estaba mejor", recuerda.