¿Cómo se lleva a cabo la prueba de frenado en la ITV?

Primer plano de un disco de freno. Unsplash
  • La prueba de frenos de la ITV es una de las más exigentes de toda la inspección, tratando de asegurarse de que el vehículo puede detenerse de una forma segura, rápida y eficaz.

  • El test principal se realiza sobre una máquina con rodillos llamada frenómetro, sobre la cual se puede analizar la potencia y distribución de la frenada por eje.

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La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es una revisión obligatoria por imperativo legal en la que se comprueba el estado de los principales sistemas del vehículo para garantizar que el mismo esté en las condiciones mecánicas apropiadas que aseguren que no supone un riesgo para la seguridad vial tanto del conductor y sus ocupantes como del resto de usuarios de la vía. Una de las pruebas más estrictas y exigentes es la que pone a prueba el sistema de frenos del vehículo para garantizar que el mismo funcione a la perfección. Sin embargo, ¿qué comprueban exactamente los técnicos de estos centros de inspección?

Cómo se hace la prueba de frenado en la ITV

Si alguna vez has estado presente mientras realizan la ITV a tu vehículo, habrás visto que cuando llega la hora de comprobar el estado de los frenos se realiza una prueba en un aparato llamado frenómetro de rodillos. Este rodillo analiza la potencia de frenada y, mediante sus sensores, es capaz de verificar que los diferentes componentes del sistema de frenada (discos de freno, pastillas y el líquido de frenos) estén en buen estado.

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La prueba de frenada sobre el frenómetro sirve para simular el rodaje sobre asfalto, poniendo el coche a una velocidad aproximada de unos 5,5 kilómetros por hora. El sistema es capar de detectar la relación entre las fuerzas de frenado con respecto al peso del vehículo, lo que tiene incidencia en la distancia de frenado en situaciones de emergencia. También sirve para calcular el desequilibrio, diferentes fuerzas de frenado entre ruedas del mismo eje. Si se da este último caso, una frenada a fondo puede acabar en situaciones de riesgo como derrapes a la hora de frenar dado que una rueda del eje tiene más frenada que la otra.

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Al frenar sobre estos rodillos de forma progresiva y a velocidad mínima, lo que no tiene una incidencia agresiva sobre el vehículo, podemos establecer que ciertos parámetros como la eficacia, el equilibrio y la ovalidad están en condiciones óptimas para frenar de forma efectiva y sin ponernos más en riesgo que la situación que nos ha llevado a tener que frenar bruscamente. Hay que tener en cuenta que la prueba sobre el frenómetro no solamente se realiza sobre los frenos de servicio, sino también sobre el de estacionamiento (el más conocido como freno de mano). En este caso, el objetivo de la prueba es asegurar que puede mantener detenido el vehículo cargado sobre una pendiente del 16% (pendiente del 12% en vehículos en los que esté permitido enganchar un remolque).

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La prueba también implica una revisión visual a fondo por parte de los técnicos de la estación de inspección. En estas comprobaciones se suelen inspeccionar todos los elementos relacionados con el sistema de frenada, como pedal de freno, estado y desgaste de los neumáticos, tambores, palanca del freno de mano, color y estado del líquido de frenos, circuito neumático, cilindros y bombines, etc. De esta forma, se descarta que haya piezas en mal estado si no se observa corrosión, roturas, desgastes o piezas sueltas. En los vehículos con sistema de frenada EBS, además esta inspección visual sirve para detectar deficiencias de funcionamiento en el indicador de averías del sistema y eventuales averías detectadas por el indicador de averías del sistema.

El reglamento que gestiona cómo se hacen las ITV

Los procedimientos a realizar en las distintas pruebas que componen la Inspección Técnica de Vehículos están unificados y regidos por el Manual de procedimiento de inspección de estaciones ITV, cuya última versión es la 7.7.1, ya que se va actualizando con una frecuencia periódica para ir incluyendo correcciones o novedades.

En este marco legal se establece que para que una prueba de frenada en la ITV sea válida debe tener un resultado positivo tanto en rendimiento como en eficacia. El primer criterio considera que “un dispositivo de frenado tiene por función disminuir progresivamente la velocidad de un vehículo en marcha, hacer que se detenga o mantenerlo inmóvil si se encuentra ya detenido. Dentro de su campo normal de funcionamiento, y sea en el momento de accionar o en el de soltar el freno, el frenado proporcionado debe ser regulable”. Dicho de otra forma, esta valoración indica que el vehículo en cuestión puede cumplir con estos tres criterios:

  • El conductor pueda en todo momento aumentar o disminuir la intensidad de frenado actuando sobre el mando.
  • La fuerza de frenado actúe en el mismo sentido que la acción sobre el mando.
  • Es posible efectuar fácilmente una regulación suficientemente precisa de la intensidad de frenado.

En cuanto a la eficacia, se define en dicho manual como “la relación de las fuerzas de frenado respecto a la masa máxima autorizada (M.M.A.) o, si se trata de semirremolques, a la suma de las cargas por eje”. El dato de eficacia se realiza mediante una fórmula matemática entre diferentes parámetros del coche, algunos fijos y otros que fluctúan según el estado. El OK al parámetro de eficacia viene dado en tanto por ciento y es un valor indicativo del estado y actuación global del sistema de frenos del vehículo.