Día Mundial del Agua: su uso y las acciones para combatir su escasez, una asignatura pendiente en España

España vive cada vez más asfixiada por la falta de lluvias y las altas temperaturas. El llamado ‘estrés hídrico’, junto al uso del agua para algunas prácticas que organizaciones y activistas denuncian como totalmente insostenibles, están llevando a una situación de sequía cada vez más acusada en múltiples puntos del territorio. Frente al denominado ‘milagro murciano’, donde escapan a las restricciones pese a ser la región más árida de la península, la realidad es que en la mayor parte del territorio español existe un grave problema. El agua, ante los efectos del cambio climático, es también una asignatura pendiente.

En total, el 75 % del territorio español está en riesgo de desertificación, una situación que, junto a lo anteriormente mencionado, también se ve agravada por el aumento del consumo para cultivos de regadío, que utilizan más del 85 % del recurso y están llevando a "vivir al día" con el agua, según datos enmarcados en la celebración del Día del Agua, de los que se hace eco EFE.

Pese a que este año ha llovido más, --situándose la reserva de agua en los pantanos a mediados de marzo en un 57,8% de su capacidad, es decir, por debajo de la media del año pasado, aunque por debajo de la de la última década--, la realidad es que muchas regiones afrontan una situación crítica.

Ejemplo de ello son Andalucía y Cataluña, donde la escasez de precipitaciones ya está llevando a sus ciudadanos a enfrentar importantes restricciones en el uso del agua.

No en vano, según denuncian organizaciones no gubernamentales como Ecologistas en Acción y Greenpeace, el territorio español, junto a Grecia, se sitúa entre los países europeos con más estrés hídrico, es decir, donde la demanda es superior al recurso disponible.

España y el problema con el agua

Según declaraciones de Santiago Martín Barajas, ingeniero agrónomo y técnico de Ecologistas en Acción, recogidas por EFE, en España se está "viviendo al día con el agua" debido al aumento de la demanda para las más de cuatro millones de hectáreas de agricultura de regadío, "que no paran de crecer y consumen más del 85 % total del consumo de agua".

Por eso, cataloga la situación de “bastante preocupante”, y subraya que, sobre todo en la mitad sur de la península, se está llegando a una situación de "colapso hídrico" por el crecimiento del regadío en Castilla-La Mancha, Extremadura o Andalucía, donde ya se están produciendo cortes del abastecimiento, lo que supone "una pérdida de calidad de vida" para las personas.

El agua, según llega a los embalses, se deriva directamente al regadío y "los pantanos funcionan como simples estaciones de transferencia, no como almacenes de agua", apunta, indicando que si hay una disminución de las lluvias en determinado momento, la capacidad de respuesta que tiene el sistema "se resiente inmediatamente".

Los expertos inciden en la necesidad de luchar contra el cambio climático

Según señala Martín Barajas, los trasvases no son la solución, y recuerda que el cambio climático y el ascenso de las temperaturas están incidiendo en la disminución de las existencias de agua y muestra su preocupación por la "sobreexplotación de los acuíferos".

Ahondando en los datos, en España la temperatura media en la última década ha subido 1,1 º en relación a las tres décadas anteriores, y este ascenso ha supuesto que "hay entre un 15 y un 20 % menos de agua disponible a pesar de que llueve lo mismo, pero "la evapotranspiración es mayor".

Por eso, reitera y lamenta, “no se está acelerando la adopción de medidas climáticas y, al contrario, se está aumentando el consumo del recurso”.

Europa sufre el calentamiento más acelerado del planeta

Los últimos análisis también lo prueban: un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) publicado hace pocos días señala que Europa sufre el calentamiento más acelerado en el planeta y los impactos del clima amenazan la seguridad energética y alimentaria, así como la salud de las personas, los ecosistemas, las infraestructuras y la estabilidad financiera.

Además, advierte de que muchos de estos riesgos ya han alcanzado niveles críticos, como el de la escasez de recursos hídricos, una situación que puede desatar "conflictos" en el territorio de la UE, por lo que se insta a adoptar políticas y medidas con urgencia para la adaptación climática, que "no están a la altura" del rápido crecimiento de los riesgos y para lograr la resiliencia climática.

En este aspecto, en Andalucía se busca reducir a menos de cien litros diarios por persona, muy lejos de los 200 que marcan en Cataluña, donde también se encuentran en una situación crítica.

Ya el pasado mes el Gobierno anunciaba que se trasladaría agua en barcos a Cataluña desde la desalinizadora de Sagunto (Valencia), mientras la Comisión Europea ha señalado estar dispuesta al envío de agua en barcos a España si la sequía persiste y el Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez solicita la ayuda a Bruselas.

¿Qué soluciones hay para suplir la escasez de agua?

Ante esta situación se siguen explorando soluciones para para suplir la escasez del recurso. Entre ellas están la reutilización y la desalinización del agua de mar, dos sistemas que están supliendo el abastecimiento según el uso que se dé a esa agua, según explican Belén Gutiérrez y Silvia Castillo, miembros del Consejo de Dirección de la Asociación Española de Desalinización y Reutilización (AEDyR), en declaraciones a EFE.

En estos momentos, en el país se producen cinco millones de hectómetros cúbicos de desalación de agua salobre y de agua de mar, que "si lo asimilamos que todo el agua fuera para consumo humano y que las plantas estuvieran funcionando al cien por cien de su capacidad, se podría abastecer a 34 millones de personas", en palabras de Gutiérrez.

El proceso en las plantas produce agua para abastecimiento de agua potable, para riego, para demandas industriales y otros usos terciarios, según Castillo, pero "más del 20 % del agua desalada en España es para el riego en el sector agrícola".

Las desaladoras se encuentran donde existe déficit hídrico y principalmente en el arco mediterráneo y en Baleares y Canarias, donde en algunas islas del archipiélago canario "más del 90 % del agua que se consume es desalada". Un agua que se distribuye por la red de distribución, asegura.

A este respecto, frente al déficit, plantean las expertas es necesaria una "planificación tomando en cuenta las necesidades y existencias del recurso actualmente", tomando en cuenta mejoras en la red de distribución para evitar pérdidas y procurar la reutilización.

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