El misterio del crimen de Diego Fernández: una desaparición, un asesinato y un hallazgo 41 años después
Diego Fernández Lima de 16 años salió de su casa para pasar la tarde con un amigo, nunca más se supo
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Buenos AiresDiego Fernández Lima de 16 años salió de su casa de Buenos Aires para pasar la tarde con un amigo, según le dijo a su madre, pero nunca más se le volvió a ver después de ese 26 de julio de 1984. Ahora, 41 años después, el hallazgo fortuito de unos obreros en el patio de una vivienda del barrio de Coghlan ha destapado un cruel crimen oculto bajo tierra durante más de cuatro décadas.
El hermano de Diego, Javier Fernández, y su familia llevan todos estos años buscando sin descanso el paradero de su hermano. Solo contaba con 10 años de edad cuando su hermano desapareció, aun así, lo recuerda con mucha nitidez. Las autoridades lo tomaron como una fuga, pero ellos sabían que algo le había pasado.
El padre estuvo hasta su muerte repartiendo por la calle la fotografía de su hijo para encontrar alguna pista. Su madre nunca quiso cambiar el teléfono o mudarse por si algún día volvía su Diego, siempre estaba asomada a la ventana esperando su llegada.
Un deslizamiento de tierra dejó al descubierto los restos
Todo cambió el pasado 20 de mayo cuando unos obreros trabajaban levantando una pared en la construcción de una casa contigua cuando un desplazamiento de tierra dejó al descubierto unos restos óseos. Fueron los propios obreros los que avisaron a la Policía, quienes tras varios análisis descubrieron que los restos pertenecían al joven Diego Fernández.
Según recoge CNN, además de los restos óseos había varios objetos como una moneda japonesa, una corbata y una ficha de casino. Otros dos objetos fueron claves, un reloj Casio y un llavero naranja, para poder poner la pista sobre la desaparición de Diego.
Los análisis forenses determinaron que al adolescente le habían asesinado con una puñalada en el tórax y le habían intentado desmembrar con una herramienta similar a un serrucho, pero no lo lograron. El intento fallido hizo que fuera enterrado “en una improvisada fosa de apenas 60 cm de profundidad”.
Cristian Graf intentó persuadir a los obreros
Las investigaciones tras los hallazgos llevaron a los propietarios de la vivienda cuyo hijo había sido compañero de estudios de Diego durante la época en la que desapareció, Cristian Graf. Además, los obreros aseguraron que este hombre los había intentado persuadir de llamar a la Policía cuando encontraron los restos asegurando que allí anteriormente había habido una iglesia.
La fiscalía ha solicitado una declaración de Cristian Graf sobre el caso y mientras se espera la respuesta del juez, el antiguo compañero de Diego asegura que está dispuesto a dar su “cooperación total”.