Incendio

La familia del voluntario muerto en el incendio de Cipérez, Salamanca, estudia si falló la atención sanitaria

El incendio de Oímbra lleva devoradas 12.000 hectáreas de acuerdo con cifras de la Xunta
Dos voluntarios participan en la extinción del incendio de Oímbra, en Ourense. EFE
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La familia de Francisco Javier San Vicente, quien murió el 20 de agosto tras participar como voluntario en labores de extinción del incendio de Cipérez (Salamanca) pero cuyo fallecimiento la Junta desvincula del fuego, está recopilando información sobre si se cumplieron o no los protocolos de atención sanitaria, ya que acudió varias veces al médico antes de morir.

En un escrito enviado a EFE, la familia expresa que desea mantenerse al margen de la discusión política sobre los incendios, pero ha destacado que este hombre de 45 años se encontraba "en perfecto estado de salud" y "sin dolencias previas" cuando participó como voluntario junto a otros vecinos en las labores de extinción del incendio que arrasó casi 11.000 hectáreas y que comenzó el 15 de agosto en la localidad de Cipérez.

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Un portavoz de la familia ha detallado que esa misma tarde en la que participó en estos trabajos comenzó a sentirse mal por la inhalación de humo. "Nosotros no somos médicos, pero lo que sabemos es que estaba perfectamente bien antes de ir y a partir de que tragó humo se desencadenó todo. La familia está recopilando información para ver si la actuación médica fue la correspondiente", ha indicado este portavoz, amigo del fallecido.

"Una serie de circunstancias médicas y personales"

La familia ha explicado que durante las labores de extinción este hombre "sufrió un fuerte dolor torácico y en la garganta, además de la inmovilización de su pierna derecha, lo que requirió su evacuación por parte de otros voluntarios, al no poder salir por sus propios medios".

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Ese mismo 15 de agosto, sus compañeros voluntarios lo llevaron a última hora de la tarde al centro de salud comarcal, la primera de una serie de visitas al médico en las que nunca quedó ingresado hasta sus últimas horas: el domingo, 17 de agosto, lo atendieron de urgencias en Salamanca y el martes, 19 de agosto, lo tuvieron que llevar del Hospital de Salamanca a otro de Valladolid, donde falleció en la madrugada del 20 de agosto, ha detallado el portavoz a EFE.

A partir de su evacuación del incendio, "se sucedieron una serie de circunstancias médicas y personales que la familia no considera oportuno hacer públicas en este momento", pero "se reserva el derecho de compartir estos detalles cuándo, dónde y con quien lo considere necesario", pues sienten "disconformidad con algunos de los protocolos sanitarios aplicados", indica el comunicado de la familia al respecto.

"Rechazamos enérgicamente la instrumentalización política y mediática de su fallecimiento"

Y añade: "Rechazamos enérgicamente la instrumentalización política y mediática de su fallecimiento y solicitamos el cese inmediato de publicaciones no contrastadas ni autorizadas. Estas prácticas solo agravan el sufrimiento de quienes le querían. Javier fue un hombre generoso, comprometido y querido. La familia solo desea poder vivir su duelo en paz y dignidad".

La muerte de este voluntario la hicieron pública el 22 de agosto en las Cortes los portavoces de Vox y UPL en la Cámara, David Hierro y Luis Mariano Santos, aunque la Junta de Castilla y León emitió enseguida un comunicado para negar la vinculación de su fallecimiento con el fuego y la inhalación de humo. Tanto la familia como la Junta han preferido preservar las circunstancias concretas en que se produjo el fallecimiento de esta persona.